De espaldas al gol
El equipo de Fabio Capello, absolutamente negado con el gol, sigue sin poder conseguir en casa lo que logra fuera del Bernabéu
El Betis, al que Luis Fernández ha logrado resucitar, lleva tan sólo una derrota en los últimos trece partidos y tras apear a los blancos de la Copa se lleva un empate con sabor a victoria del Bernabéu en un partido que finalizó con la expulsión de David Beckham.
El juego arrancó con ánimo, continuidad, ritmo y Doblas de protagonista, buena señal para el Madrid, que percutaba con Robinho, muy activo los primeros minutos por la izquierda y con Ramos, siempre generoso, por la derecha. Guti, posicionado más cerca del área, agradecía ese pasito hacia adelante y se movía con soltura donde más le gusta jugar. Se empleaba con intensidad el Madrid, y con vocación ofensiva.
El Betis, mucho más aguerrido y concentrado con el de Tarifa en el banquillo, no perdía la compostura, trabajaba con intensidad en la presión a los pasadores del Madrid y poco a poco logró quitarle algo de gas al inicio a la "inglesa" de los de Capello. Capi, que cada vez se parece más al futbolista que tanto prometía hace tres o cuatro temporadas, fue cobrando peso en el juego y no sólo estaba anulando a Gago, además, se estaba convirtiendo en el canal principal del juego de los sevillanos. Sin olvidar a Juande, un chico al que habrá que seguir.
La batería de los blancos se estaba agotando, o eso parecía, porque avanzaban los minutos y era el Betis el que mejor mantenía el tipo. Sorprendentemente, Sergio Ramos era el protagonista del juego de ataque blanco, por empuje y estupenda condición física. Guti, jugando por delante del balón, con cuentagotas. De Van Nistelrooy nada se sabía, apenas un remate sin peligro casi al final de la primera mitad. Coincidiendo con el apagón de los de Capello llegó una gran oportunidad del Betis en una contra de Sobis y Pancrate que Casillas, magnífico, se encargó de atajar. Se estaba quedando ya muy lejos ese estupendo inicio de partido.
Rivera cambia al Betis y el Madrid no encuentra el gol
Gago se quedó en el banco y Raúl ocupó su lugar, con el consiguiente cambio de posición de Guti, que regresaba al medio centro junto a Emerson, lento e intrascendente, y desaparecido en la primera mitad. Rivera salió por Capi para instalarse en la media punta bética, muestra de las intenciones de Luis Fernández, con la caña preparada.
Beckham y Van Nistelrooy fabricaron, como cuando eran compañeros en el Manchester United, una bonita jugada de pase, control y remate que acabó en las manos de Doblas. Un detalle de calidad, de los que pueden resolver un partido, de los que estaba necesitando el Madrid, un equipo que en la actualidad vive negado con el gol.
Con Rivera, el Betis estaba jugando bien al fútbol. Y quería irse arriba. Y llegaba a la portería de Casillas con mucho peligro. Dominaba el partido. Para equilibrar el asunto, Beckham y Van Nistelrooy crearon otra buena oportunidad que el holandés envió al palo. Cualquier cosa podía pasar. De hecho, el siguiente palo se lo apuntó Fernando, a la salida de un corner.
Casillas, y aún hay quien tiene dudas sobre la categoría de este portero, salvó a su equipo, una vez más, con dos intervenciones consecutivas a disparos de Rivera y Robert. Volvió a perdonar el Betis en una gran jugada de Pancrate y ya alguno se preguntaba si sería suficiente con San Iker para lograr cuando menos un punto.
Beckham respondió sin éxito con una falta directa desde una posición perfecta para él y Capello puso en juego a Marcelo y Reyes por Ramos y Robinho. Ni por esas. Es más, era el Betis el equipo que parecía con más posibilidades. No conseguía el Madrid ver con claridad la portería de Doblas, bueno, ahora no ve con claridad ninguna de primera división; antes, un mal partido lo resolvía alguna genialidad, ahora cada vez resulta más difícil encontrarla.
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