Soldado fulmina la mala racha del Osasuna a domicilio

El Osasuna consigue en Tarragona acabar con su mala racha de resultados fuera de casa, a costa de un Nástic que intentó plantar cara, pero que sucumbió ante la pegada de Roberto Soldado, la auténtica bestia negra de los tarraconenses, en un partido tan igualado como aburrido, y que deja a los de Flores al borde del abismo.

Hace cuatro temporadas, con el Real Madrid B, Soldado estuvo a punto de aguar el ascenso a Segunda de los tarraconenses. La pasada campaña, el mismo logró en el Nou Estadi los tres puntos para el Real Madrid Castilla. En esta ocasión no faltó a su cita con el gol en el Nou Estadi. Marcó dos, y pudieron ser más. Tal vez Osasuna no fue mejor que el Nástic, pero tuvo más pegada y más oficio. Los primeros minutos fueron de tanteo, tanto que parecía un partido de tenis, y nadie se atrevía a bajar la pelota. Tendrían que transcurrir diez minutos para que Juan pusiera un balón en el área que Campano no supo controlar, perdiendo una gran oportunidad. Pero en seguida llegó el gol visitante. Tras una falta junto al banderín de córner, Cuellar remató franco el esférico, de cabeza, al fondo de la portería de Bizarri. Era la consecuencia directa de un error de marcaje.

La balanza se decantó hacia los navarros, por lo que los de Flores decidieron tomar la iniciativa definitivamente, y asediar la portería de Ricardo, aunque sin acierto. Juan y Campano llevaron el peligro por las bandas, pero sus centros jamás encontraron rematador. De hecho estuvo más cerca el segundo de Osasuna que el empate. A los 24 minutos, una jugada visitante por la izquierda dio con el centro de Juanlu, para que Soldado hiciera lucirse a Bizzarri.

A los 32 minutos llegó una clara ocasión para los locales. Una falta lanzada por Campano fue rematada por Matellán al palo. Un minuto después, una jugada idéntica obligó a lucirse a Ricardo tras un nuevo remate de Matellán. El gol tardó en llegar, porque tras el córner, Calvo puso un centro que Ricardo no llegó atajar, y que aprovechó Portillo para fusilar. Tras el empate los locales se relajaron, y los de Ziganda se contentaron con mantener el empate, por lo que las ocasiones escasearon antes del descanso.

En la reanudación fue Osasuna el primero en pegar. Lo hizo mediante Juanlu, desde la banda izquierda. Su remate se fue desviado por encima de la portería. Una falta en la frontal de Osasuna permitió a Navas batir a Ricardo. Los de Flores le daban la vuelta al marcador, y además animaban un partido hasta el momento muy aburrido. El empate visitante llegó a balón parado, tras un centro de David López que Soldado, en el minuto 70, metió en la portería de Bizzarri. Finalmente, Soldado, a centro de Raúl García, aumentaba su cuenta y la de su equipo con el gol que, a la postre, supuso el triunfo del equipo navarro.

Gimnàstic 2 - Osasuna 3