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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Pulso a la Liga

Un gran gol de falta de Reyes permite al Real Madrid igualar a puntos con Barcelona y Sevilla

La victoria es lo mejor que puede ofrecer el Real Madrid en un partido en el que volvió a ofrecer una pobre imagen. Capello esta vez podrá defenderse con la fuerza del resultado, pero no con el juego, confuso y poco atractivo. Un excelente gol de falta de Reyes, que completó un partido lamentable, permite al Real Madrid subirse a lo más alto de la clasificación, empatado a puntos con Barcelona y Sevilla. Una circunstancia que habla de lo desquiciada que está la Liga, en la que un equipo que no acaba de encontrar la línea a seguir, en el campo y en los despachos, habla de tú a tú con dos de los clubes más elogiados del mundo. La sensación es que la Liga se ha igualado por lo bajo.

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La operación de cirugía deportiva a la que sometió Fabio Capello al Real Madrid no está teniendo los efectos esperados. Lo apuntado una semana atrás contra el Zaragoza fue sólo un espejismo y al equipo se le vuelven a ver las arrugas de antaño, sufre los mismos achaques y continúa sin jugar a nada. El salto a la titularidad de Gago e Higuaín aportó unas ideas y una movilidad que se añoraban en un conjunto que corre y lucha, pero no termina de saber convivir con el balón.

Gago, que tiene en Diarra a un buen guardaespaldas, siempre está donde debe, es el socio perfecto para sus compañeros y ofrece una salida lógica y precisa al balón. Apenas se equivoca y tiene tiempo de trabajar en defensa. El problema es que no todos en este equipo entienden el fútbol como él. Los inteligentes movimientos de Higuaín hacen aún más grande a Gago, que tiene en su compatriota la alternativa perfecta y casi única para sus pases.

Robinho es demasiado irregular, encara pocas veces a su marcador, no abre el campo como debería y no aporta la verticalidad que se espera de él. Pese a todo continúa siendo más interesante su presencia en el once que la de Reyes, que hasta ahora ha demostrado que no tiene nivel para ser titular en el Madrid. Si está entre los once elegidos por Capello cada fin de semana es porque no hay más. Sin tanto lesionado y castigado es más que probable que Reyes viera el inicio de los encuentros sentado en el banquillo. Un caso similar es el de Van Nistelrooy, un delantero que desespera por su escasa movilidad. Fuera del área es como un árbol más plantado en medio del bosque y es tan poco útil para su equipo como un salvavidas en el desierto.

A balón parado

En Palma, a Gago le costó tomar el mando y el Madrid lo acusó, hasta tal punto depende ya del argentino. Tampoco ofreció su mejor nivel Higuaín, que pareció cansado, sin las chispa de choques anteriores. Aun así, suya fue la mejor ocasión del Madrid en el primer tiempo. Un excelente pase de Diarra desde más de 20 metros dejó a Hiaguaín frente a Moyá, que acertó a despejar a córner. Pero nadie desperdició tantas ocasiones como Maxi López, que arruinó el excelente trabajo de Ibagaza, que completó una primera hora sensacional. Supo buscar la espalda de Diarra y Gago y desde ahí martirizó al Madrid, incapaz de encontrar una solución táctica para frenar al Caño. Hace años, los pases de Ibagaza terminaban en los pies de Eto'o, ahora se estrellan contra las botas de Maxi. No es que Maxi López y Eto'o sean futbolistas diferentes, sino que parece que practican distintos deportes.

Las pobres sensaciones que dejó el Madrid en la primera parte se repitieron en la segunda, en la que dominó más pero sin llegar a actuar con la intensidad que requería la ocasión. Además vio cómo se lesionaba uno de sus jugadores con más carácter, Sergio Ramos. Le sustituyó Raúl Bravo, que se situó como lateral izquierdo y desplazó al derecho a Torres, que cumplió a la perfección en las dos bandas. La fortuna para el Madrid es que Reyes, quizá el peor del equipo en toda la noche, apareció para transformar de forma impecable una falta que no debería servir para borrar la discreta imagen que ofreció el conjunto de Capello, que esta vez podrá defenderse con la fuerza del resultado, pero no con el juego, confuso y poco atractivo.

Lo grave es que la afición del Madrid corre serio riesgo de acomodarse a esta situación. Pero no sabemos si todos sus seguidores están dispuestos a sacrificar el espectáculo por una promesa de puntos y títulos. De momento su clasificación en la Liga está muy por encima de las prestaciones que ha ofrecido el equipo. Son más tres años sin títulos y la Copa ya se ha esfumado esta temporada. Como canta Sabina, "hasta los huesos calan los besos que no han dado". Y el Madrid lleva demasiado tiempo sin besar a nadie.

Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Reyes
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de ReyesAP

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