_
_
_
_

Bálsamo invernal

El Barcelona recupera el liderato y se proclama campeón de invierno con una discreta actuación frente al Nástic

Tres puntos y liderato. Esa es la principal conclusión que se puede extraer de un partido en el que el Barça, de nuevo, volvió a demostrar que todavía sigue en busca de si mismo. No es mala la recompensa, sobre todo si se tiene en cuenta que el conjunto de Frank Rijkaard sigue atascado, en fase de recomposición y envuelto en un aparente despiste que le deja a años luz de aquél equipo que maravilló antaño. No obstante, el balsámico triunfo frente a un Nástic inoperante deja al equipo azulgrana en una situación privilegiada. Con los deberes hechos en la Copa y el Liverpool en el punto de mira europeo, el Barcelona ha concluido el primer tramo de Liga instalado en lo más alto de la tabla. Pero lo que es más importante, lo ha conseguido dejando atrás las comprometidas lesiones de Messi o Eto?o y sin alcanzar el cenit de su juego. Un buen vaticinio por tanto.

Más información
El Barcelona tiene un 50% de posiblidades de ganar la Liga

El partido contra los tarraconenses presentaba varios nombres propios. El de Saviola, en primera línea de fuego. El delantero argentino ha terminado por convencer a su técnico a base de goles y ocupó un puesto en el once en detrimento de Gudjohnsen. Una vez más, no defraudó y estuvo puntual en su cita con el gol. A continuación, el de Deco. Después de su misterioso retraso navideño, el portugués regresó al centro del campo para tratar de recuperar -inútilmente- la brújula azulgrana. Y en tercer lugar, el de Márquez, que pagó los platos rotos por los últimos tropiezos del equipo. Su sustituto, Thuram, cumplió con creces.

Pero la cita contra el Nástic volvió a dejar patente el desencuentro de los de Rijkaard. Ni tan siquiera los reclamos de Víctor Valdés en los días previos consiguieron que el Barcelona ofreciese un atisbo de su mejor versión. La presión, la verticalidad y la vertiginosidad en el pase que un buen día caracterizaron a los azulgranas primaron por su ausencia. El Barça, huérfano de fútbol, tuvo que recurrir a Saviola -lo qué son las cosas- para desatascar un partido que puso de manifiesto su precariedad ofensiva. En el minuto 17, el argentino cazó un mal tiró de Oleguer para encauzar el triunfo de su equipo y poner algo de salsa al envite. Con Ronaldinho fundido y Deco en permanente fase de cortocircuito -Rubinos Pérez le perdonó la expulsión-, fue el Pibito quién encarriló la victoria. La acción del delantero fue lo más destacable de una primera mitad en la que las estadísticas hablaron por si mismas. El Barcelona sólo fue capaz de rematar una sola vez a portería, mientras que Víctor Valdés no tuvo que intervenir en ningún momento, reflejando así el nivel de un voluntarioso pero indemne Nástic.

A medio gas

En el segundo acto, el encuentro transcurrió por los mismos parámetros. El Barça, en una fase de experimentación permanente, aplicó la ley del mínimo esfuerzo para resolver el choque. Rijkaard sentó a Deco para dar entrada a Iniesta, y acto seguido hizo que el Camp Nou alzase la voz en la sustitución de Saviola por Gudjohnsen. Sin embargo, de un remate de cabeza del islandés nacería el segundo gol del Barcelona, firmado por Giuly y en el que el francés contó con la inestimable colaboración de la defensa tarraconense.

La planitud del juego azulgrana hizo que el coliseo azulgrana se pronunciase y expusiese los primeros pitos a la parsimonia de su equipo. Los de Rijkaard, espoleados por el ímpetu de un activo Iniesta, respondieron con un tercer gol obra del joven centrocampista. Una buena forma de maquillar la discreta actuación del Barça. Una senc¡lla prueba que exhibió los defectos, o más bien, la ausencia de virtudes que enaltecieron en campañas anteriores los de Rijkaard.

Iniesta festeja su gol
Iniesta festeja su golREUTERS
Triple empate al frente de la clasificación entre FC Barcelona, Sevilla y Real MadridVídeo: ATLAS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_