El Comandante galopante

Cuando uno piensa en trivialidades como cuál es el mejor jugador de la historia del fútbol, nombres como los de Pelé, Maradona, Cruyff o Di Stéfano sobrevuelan su mente. No cabe duda que estos estetas del balón se hallan en la cúspide futbolística, pero a menudo, tendemos a olvidarnos de otros grandes jugadores que mantienen una profusa deuda histórica con este deporte. Sin ir más lejos, Ferenc Puskas, jugador húngaro que revolucionó el fútbol europeo y encabezó -con permiso de la 'Saeta rubia'- la época de mayor éxito deportivo del Real Madrid.

Esta mañana, y tras una longeva pugna contra la irremediable cuenta atrás que supone el Alzheimer, el fornido corazón de Ferenc ha dicho 'basta' a los 79 años. Puskas nació en Budapest el 2 de abril de 1927 y representaba el modelo opuesto al futbolista moderno de hoy día. Sin estridencias, ni grandes anuncios, ni grandes premios. En contraposición al narcisismo imperante entre las estrellas de la actualidad, Puskas era un futbolista atípico: bajito, regordete, exclusivamente zurdo y malhumorado, aspecto que contribuyó decisivamente a sus ansias de triunfo y la multitud de éxitos que cosechó. Tres copa de Europa con el Real Madrid y un subcampeonato mundial con Hungría lo atestiguan.

No obstante, sus maneras y su físico no impidieron que se llevase su vida al cine de la mano del realizador Roberto Saura. Una magnífica forma de reconocer al máximo goleador de la historia. Sí. Tras un exhaustivo análisis, la Federación Internacional del Fútbol y Estadísticas llegó a la conclusión de que Ferenc es el hombre que más goles ha marcado. Por encima incluso del mítico 'O rei' Pelé. Un total de 512 goles en 528 partidos. Casi nada.

La peculiaridad del Comandante galopante -así era conocido en alusión al rango militar que alcanzó en el periodo de la Segunda Guerra Mundial- no ha dejado indiferente a nadie. Ni siquiera al propio Di Stéfano, con quién formó una dupla letal. "Un jugador sensacional que en el campo era como un perro malo", apunta Don Alfredo. O el mismísimo Diego Armando Maradona, que lo describe "como un buen chaval, que quizá haya sido el mejor, pero que se ha metido en muchos líos". Otro compañero suyo, Francisco Gento, va más lejos y lo define como "un fenómeno, una máquina". En resumidas cuentas. Se marcha un mito del fútbol, quizá, la zurda más demoledora de la historia. Un futbolista al que se le debe algo más de lo que se le ha otorgado. Hasta siempre, Pancho.