Pablo Aimar: "Messi juega al fútbol como nadie"

El jugador de Zaragoza Pablo Aimar, actualmente lesionado, cumplirá mañana 27 años. El futbolista, con fama de sereno y reservado, repasa en una entrevista a la BBC su carrera profesional y personal.

Aimar se defiende de uno de sus motes en la cadena británica. A algunos les cuesta entender que con tanta calma, mesura y le digan "Payaso", "Payasito" pero su fútbol lo justifica: es divertido, lindo y alegre. ¿Y qué es jugar bien para Aimar? "Jugar bien es elegir bien; es elegir cuándo hay que tocar, cuándo hay que regatear, cuándo hay que pasar, cuándo hay que tirar, cuándo hay que atacar. Elegir bien, que es lo más difícil".

Desde debut en primera división en el River Plate argentino, Aimar ha pasado por varios equipos. También ha pasado por la selección aunque no ha logrado con la absoluta el campeonato, algo que sí consiguió con la sub-20 en 1997. El futbolista señala que se quedó con ganas de jugar más en el último Mundial, aunque no quiere polemizar. "Creo que jugaron los que estaban bien", señala.

Humilde, el jugador no entra a valorar lo dicho por Diego Armando Maradona que pronosticó en su día que Aimar podría convertirse en su sucesor. Algo que también dijo de otro compatriota, Leo Messi. Sobre Maradona y Messi, el jugador de Zaragoza señala en "en el corazón de la gente, en el cariño que tiene la gente hacia él (hacia Maradona), no hay un sustituto", y añade que Messi es un caso diferente del suyo o de los demás. "Digamos que Leo Messi con los 18 o 19 años que tiene nos ha pasado a todos. Juega al fútbol como nadie. "Juega mejor de lo que dicen". Aunque advierte que "está en él y en la gente que está siempre con él intentar que lleve lo mejor posible esa exposición que tiene".

En 2001 Aimar llegó a Europa para jugar con el Valencia. Hacía 30 años que ese equipo no salía campeón de la liga española. Al terminar 2002, habían vuelto a levantar la copa. Después repetirían, y vendría la Copa UEFA y también la Supercopa Europea. A pesar de tantos títulos, su salida del Valencia fue poco ruidosa, prácticamente sin honores. Pero Aimar describe el proceso de su partida con total naturalidad. "Yo tampoco aspiraba a pararme en el medio del campo y saludar a la gente. Yo creo que fue como debía ser: fui a un entrenamiento, saludé a los compañeros que estaban ese día, y a los demás o les mandé un mensaje o los llamé, y me fui. Y es como se dan las cosas actualmente en el fútbol. No me reprocho nada, ni le reprocho nada a nadie por la despedida".

Y añade que el Valencia "es un club que hacía muchísimo que no ganaba una liga y nosotros la hemos ganado. Y dos veces. Y una copa UEFA. Y espero que sigan ganando títulos, pero creo que es difícil que el Valencia repita estos tres o cuatro o cinco años en algún otro momento de su historia".

Presente y futuro

El argentino cuenta que o es alguien preocupado por el qué dirán. "No juego al fútbol para que alguien me lo reconozca, yo juego al fútbol porque me gusta, porque me divierte, porque me gusta ganar", aclara. Sobre su futuro, se imagina dentro de 20 años cuando lo nombren entre los jugadores que componían esa formación del Valencia tan ganadora y admite: "lo voy a disfrutar".

Ahora le toca un desafío distinto, en un equipo que jamás ganó un campeonato español pero que acumula seis Copas del Rey y una Copa UEFA, el Real Zaragoza, al que llega "seducido" por el hecho de que lo fueran a buscar, de que lo pidieran. Además, cree que "el hecho de irme ahora (del Valencia) creo que fue una decisión acertada, porque ya hacía mucho tiempo que estaba ahí. Ya quería cambiar de de aire".

Aimar dice que aprende solo, pero no niega tener referentes, como Roberto Ayala, Mauricio Pellegrino, Enzo Francescoli o el "Toto" Berisso. "He tenido muchísima suerte con los compañeros que me ha tocado compartir un vestuario. Han sido ante todo grandes tipos". De ellos dice haber aprendido "a que hay que cuidarse, a que hay que entrenar bien. A que salís de la cancha y seguís siendo una persona, y termina el fútbol y seguís siendo una persona y te queda mucha vida por delante".

Concluye reconociendo que uno de sus principales referentes fue su padre: "Me guió de la manera que él creyó que estaba bien y que yo estoy convencido que está bien. Si un día me toca que mi hijo juegue, o intente ser jugador de fútbol, le voy a decir las mismas cosas".