El Nàstic hace sufrir al Sevilla
Los dos goles de Kanouté permiten a los sevillistas derrotar a un buen Nàstic
El Sevilla sufrió mucho, más de lo que se esperaba cuando al descanso el partido iba con un 2-0 a su favor, pero, finalmente, se impuso por 2-1, ante un rival con fe como el Gimnástic de Tarragona, y sumó tres puntos que le sirven para seguir entre los mejores de la Liga. El Nástic salió con desparpajo y mucho mejor adaptado al blando terreno de juego en el que se convirtió el campo del Sánchez Pizjuán por la lluvia, y así creó desde el inicio problemas al conjunto local con rápidas incursiones por las dos bandas y con la movilidad de Javier Portillo.
Andrés Palop, sin tiempo para arrancar a sudar, tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar que la formación tarraconense se adelantara en el marcador a las primeras de cambio. Con el paso de los minutos, los sevillistas se sacudieron la prensa visitante y el partido se equilibró, porque los ataques ante las dos porterías se sucedieron.
En éstas, llegó la calidad de Jesús Navas desde su banda derecha y puso con gran centro al delantero malí Frederic Kanouté, quien se inventó un fuerte remate sin parar el balón que se convirtió en un golazo. Sin tiempo para la reacción de los del técnico Luis César Sampedro, y ya con la formación de Juande Ramos desmelenada, llegó poco antes de la media hora el segundo del Sevilla, en una jugada con los mismos protagonistas que en el primero. Buena jugada de Jesús Navas, centro desde la línea de fondo y Kanouté, en la boca del gol, logró su séptimo tanto en la Liga, con el que iguala al argentino Diego Milito al frente de la clasificación de goleadores.
Penalti fallado
En la segunda parte, el equipo catalán pareció algo tocado por lo sucedido en la primera y más lo pudo estar cuando el árbitro señaló penalti por derribo al centrocampista brasileño Renato Dirnei, quien había salido poco antes por su compatriota Luis Fabiano, quien se había lesionado. El penalti lo lanzó el italiano Enzo Maresca y el balón lo detuvo el argentino Albano Bizzarri, lo que le dio algo de aire al Nástic para intentar, al menos, la igualada.
Sin hacer mucho ante Palop, el conjunto visitante se encontró con un regalo de la relajada defensa sevillista y David Cuéllar logró poner el 2-1 cuando aún quedaba mucho encuentro por delante. De un posible 3-0 se pasó a un inquietante 2-1 para los intereses del equipo hispalense y eso se notó en el campo, porque al Sevilla le entraron los nervios y el Gimnástic se creyó por momentos que el empate era posible, algo que pudo suceder en varias ocasiones, sobre todo una con el tiempo cumplido en la que el balón lo repelió el larguero tras tiro desde lejos de Irurzun.
Estas oportunidades no se materializaron ante un conjunto el de Juande que notó el cansancio del partido del pasado jueves en la República Checa frente al Slovan Liberec y que sufrió mucho para ganar.
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