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El tesón de Tamudo tumba al Betis

El capitán del Espanyol falla dos penaltis pero desquicia y remata a un rival que acaba diezmado

La picardía de Tamudo puso de los nervios a la defensa del Betis y decidió un partido vital para que el flamante campeón de Copa salga por piernas de la quema del descenso. El Espanyol, sin alardes, desenvolviéndose con todas las precauciones y dudas que atenazan a los equipos tan mal situados en la tabla y pese a que Tamudo falló dos penaltis, superó con autoridad a un Betis desconcertante. El Betis se marchó de Montjuïc preguntándose por qué no jugó como lo hizo en la última media hora, cuando ya iba perdiendo por 2-0 y se había quedado con diez jugadores.

Fue entonces, con Assunçao sacando chispas de su bota derecha, exigiendo a Iraizoz y haciendo temblar por dos veces los palos de la portería del Espanyol, con Rivas yéndose decididamente a cabecear un córner y poniendo de nuevo a prueba los reflejos de Iraizoz, con Joaquín dejándose ver, desplegándose todo el equipo en cuando por fin buscó acciones ofensivas y quemó la pólvora. Pero Serra Ferrer no transmitió a su equipo la señal de que era necesario dar un paso adelante hasta bien entrada la segunda parte. Mientras, el Betis deparó muy malas sensaciones. Se dejó hacer en el primer tiempo y tardó en reaccionar ante un Espanyol que desperdició la ocasión de golear y sentenciar mucho antes de lo que lo hizo.

La falta de personalidad del juego del Betis fue proporcional al anonimato con el que desfilaron por Montjuïc algunos de sus jugadores. El mejor exponente de su lasitud, sorprendente en un equipo metido en una zona tan comprometida, en la tabla, fue Joaquín. Se situó teóricamente en la banda izquierda pero ni se decidió a pinchar el flanco defensivo izquierdo del Espanyol que ocupa el joven Sergio Sánchez ni tampoco le creó mayores quebraderos de cabeza a los centrocampistas del Espanyol en las muchas ocasiones en que se retrasó para intentar crear juego desde la línea de tres cuartos. Como quiera que Serra Ferrer no dio entrada a Assunçao hasta el minuto 52 y que Rivera y Edu no brillaron, el Betis careció de capacidad para marcar los tiempos y dotar de sentido a su juego de ataque.

El Espanyol se organizó con muchas precauciones defensivas y como suele ser habitual, a la que se adelantó en el marcador, le cedió el balón y tres cuartas partes del terreno al Betis. Sus centrales, Jarque y Lopo, aburrieron a Robert y, junto a Ito, que suplió al sancionado Costa, cortaron de cuajo todas las posibilidades ofensivas del Betis. Durante el primer tiempo todas las ocasiones fueron para el Espanyol que se benefició de los pases de lujo que garantiza De la Peña y de la rapidez y visión para buscar los espacios de Tamudo y Luis García.

Contreras salvó una tiro a bocajarro del delantero asturiano nada más empezar. El Espanyol abrió el marcador en una acción atípica porque se gestó en un centro desde la medular de Sergio Sánchez, una asistencia de cabeza de Fredson y el control y el remate de Jarque. Un primer penalti, más que discutible por un leve rifirrafe de Rivas con Fredson dentro del área, lo desperdició Tamudo.

Pudo ser el punto de inflexión que buscaba el Betis. Sucedió todo lo contrario. Tamudo se lo tomó como una cuestión personal y se las hizo pasar canutas a la defensa del Betis. Una excelente asistencia de De la Peña pareció quedar resuelta cuando Contreras se adelantó a Tamudo. Pero el meta del Betis se hizo un lío con el balón. Un pecado mortal cuando delante está el capitán del Espanyol, un tipo capaz de perseguir un balón en un escaparate. Contreras le hizo penalti y fue expulsado. A Tamudo no le tembló el pulso pese a haber fallado el primer penalti. Volvió a lanzar. Volvió a fallar. Pero intuyó hacia donde iba el rechace de Doblas y cabeceó para marcar el gol que sentenció.

El 2-0 tuvo un efecto inmediato en el Betis que, como si hubiera soltado lastre, empezó a jugar mucho mejor. El Espanyol pudo dedicarse a afilar su contraataque. Lotina dio entrada al rápido y escurridizo Corominas y De la Peña dispuso de terreno libre para manejar el despliegue. Mientras que Iraizoz y los palos frenaban a Assunçao y los suyos, Coro y De la Peña fallaban dos mano a mano con Doblas. El tiempo corría a favor del Espanyol que, tras concluir el partido, consumó la fiesta ofreciendo la Copa del Rey recién conquistada a los 42.000 aficionados que le apoyaron ante el Betis.

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