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Crónica:Fútbol | 34ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sergio Ramos arregla otro fiasco

Él Madrid derrota al Málaga en el último minuto después de perder numerosas ocasiones y de confirmar su descrédito

Sergio Ramos le arregló la vida al Madrid. Lo hizo en el último minuto, frente al último clasificado, en el último peñazo de partido que se ha visto en Chamartín. Es el resumen de la temporada de un equipo que daría dinero por no jugar más. Hasta tiene coartada. Cuando el anterior presidente decidió escaparse en pleno fragor de la competición, se envió un mensaje muy claro: aquí no paga nadie. Si el presidente se escabulle de sus responsabilidades cuando la cosa va mal, el grado de exigencia decrece automáticamente. El Madrid, en realidad, fue el compendio de todo el dislate que se cometió en la última época de Florentino Pérez al frente del club.

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El Bernabéu contempla su palco

En el campo se vieron a las envejecidas estrellas. En el banquillo se sentó el entrenador que sustituyó a Luxemburgo cuando el equipo estaba a seis puntos del líder. En la delantera apareció el desfondado Cassano (cinco millones de euros al año de contrato), fichado en diciembre por voluntad de Florentino Pérez y en contra del criterio de todo el grupo técnico del club. En el palco se observó a los perplejos directivos que intentan tramitar la inquietante situación actual, producto del vacío institucional que gratuitamente comenzó una noche de febrero, sin que nadie lo supiera. Ni el presidente actual, que se enteró a la misma hora que los periodistas. Le designó Florentino Pérez, lo que ayuda a pensar en la incuestionable responsabilidad en todo lo que ocurre en estos días.

También jugó Sergio Ramos, cuyo fichaje también fue obra de Florentino Pérez. La figura del ex presidente gravita sobre este equipo aunque no lo quiera. Y Ramos fue una excelente adquisición. En un Madrid competitivo, la progresión de Sergio Ramos habría sido mmejor y más rápida. Ha sido víctima de una crisis general, como Robinho y quizá como Cicinho, que ofreció su peor versión frente al Málaga.

Fracasó en la primera parte y no levantó en la segunda, a pesar de su buen pase en la jugada de la victoria. Pero es difícil que los nuevos no paguen la caótica política que ha seguido el Madrid en las tres últimas temporadas. Han visto pasar cuatro entrenadores, cuatro directores deportivos y dos presidentes. Así se contagia cualquiera. Con sus dificultades para asegurarse como un estupendo central, Sergio Ramos sale de la temporada sin perder prestigio. Ha sido competitivo y no ha desfallecido. Su gol ofreció estas dos características cruciales en el fútbol.

Se impuso en el último esfuerzo del equipo, con un magnífico cabezazo, típico de este jugador. Tiene condiciones de liderazgo por contagio, pero a su alrededor falta liderazgo futbolístico. Por lo que parece, se acaban las horas de Zidane en el Madrid. Raúl vive angustiado por su falta de respuesta a los dos desafíos que tiene: marcar goles y demostrar que merece un puesto en la selección española. Roberto Carlos estira su carrera, pero por primera vez sus defectos son más visibles que sus cualidades. El Madrid se encuentra en un periodo de derrumbe que empieza a generar grandes convulsiones. Estos procesos suelen generar ruido, polvo y distracción. Pero el análisis es sencillo: el hombre que hizo méritos para compararse con Bernabéu se escapó por una rendija porque no estaba preparado para el fracaso. Y sus tres últimos años han sido un fracaso.

La hinchada asistió decepcionada a otro triste ejercicio de su equipo. Pocas veces ha tenido más oportunidades de golear, pero logró la victoria en el último minuto. Tuvo ocasiones porque el Málaga es un desastre. Falló las oportunidades porque sólo Ronaldo es una garantía de gol. Cassano no marca porque no está preparado para jugar. Uno puede imaginarse lo buen jugador que puede llegar a ser, o que ha sido en algún momento. Ahora es un futbolista que resopla como un jubilado después de cada carrerita. Llega sin fuerza a posiciones de remate. Así le salen los tiros: flojos, cortos, desviados. No tiene claridad porque está invadido por el ácido láctico.

El Málaga estuvo a punto de aprovecharse de los errores de la delantera del Madrid. Una equivocación de Cicinho y el remate Bóvio le permitió adelantarse en la primera parte. En su portería, Arnau se empló con agilidad en algunas acciones y observó aliviado los continuos errores de Cassano en situaciones sencillas. Tampoco Robinho se acreditó como goleador. Del jugador eléctrico que llegó a España al delantero trivial que es ahora, ha mediado una temporada. Su caso recuerda al de Sergio Ramos, pero en el caso del brasileño su pérdida de crédito es innegable. Se trata de otro damnificado en un equipo que ha terminado en plan Saturno, devorando a sus jugadores.

Sergio Ramos celebra con una voltereta su gol, que ha dado la victoria al Madrid esta noche frente al Málaga.
Sergio Ramos celebra con una voltereta su gol, que ha dado la victoria al Madrid esta noche frente al Málaga.REUTERS

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