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Crónica:Fútbol | 32ª Jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Joaquín deja al Cádiz en el alambre

El extremo bético firma el empate de su equipo ante el grupo de Espárrago, que jugó sin orden

El Cádiz se ha convertido en un equipo sin orden. Los técnicos han dado tantas vueltas al equipo en busca de un sistema y una alineación efectiva que han reventado todo lo bueno que los amarillos mostraron a principio de temporada. No hay orden, falta claridad, abunda el miedo y hay demasiada prisa. Urgencia por sumar pero las cuentas ya cada vez son más complicadas. El punto que se llevó el Betis del Ramón de Carranza deja a los gaditanos con muy pocas opciones de aguantar en la categoría. Sumar de uno en uno ya no es suficiente para un conjunto que ya hace mucho tiempo que no gana un partido.

Los goles de Valencia convencieron a Espárrago para repetir sistema ante los béticos. Sin delanteros claros, el Cádiz optó por poner en el campo a gente con llegada. No le importó ceder el balón al Betis y esperar la sorpresa para lanzar un contraataque. El Betis ha sumado lo suficiente para no temer sobresaltos de aquí a final de temporada. Pero tampoco está el equipo para tirar cohetes. Los gaditanos les dieron todas las facilidades del mundo para tirar para arriba y crear ocasiones aunque la transparencia de ideas no sobra en el conjunto de Serra Ferrer.

Rivera y Arzu intentaron poner en marcha al equipo pero no lo consiguieron en ningún momento. Alguna carrerita de Joaquín y pare usted de contar. El equipo se bastó con no pasar apuros atrás. Hablan mucho los jugadores béticos entre sí para echarse en cara lo que no hacen bien. Contreras a Joaquín, Rivera a Luis Fernández, Rivas a Juanito. Cuando las cosas no salían bien lo mejor fue mirar para otro lado y pasarle la patata caliente al de al lado. Aún así, fueron los sevillanos los que más cerca estuvieron de marcar. La defensa gaditana estuvo muy timorata en el juego aéreo durante toda la tarde.

Serra metió en el campo a Assunçao en el segundo tiempo. Era evidente que el equipo necesitaba más cerebro. Las urgencias del Cádiz llevaron al equipo hacia arriba. Presionó más encima e incomodó la salida de balón de los centrales. No fue suficiente para que se crearan ocasiones de gol. Ni uno ni otro tenían ni la más remota de idea de cómo llegar a la portería contraria. Una jugada aislada propició que los locales se adelantaran en el marcador con un gol de penalti de Lucas Lobos. Llegó entonces lo más vistoso de la tarde, los verdiblancos se fueron a por el empate y los amarillos encontraron espacios para correr y buscar la puntilla a la contra.

Como ha sucedido tantas veces a lo largo de esta temporada, los de Espárrago no supieron matar el partido. La alegría acabó muy pronto, el miedo atenazó a los amarillos que recularon hacia atrás. Apareció otra vez Joaquin. Puso dos o tres balones de gol que ni Edu ni Xisco acertaron a concretar. La angustia amarilla estuvo a punto de acabar bien pero no fue posible. Lo que se intuía durante toda la tarde terminó por suceder. Un balón colgado por Assuncao y gol de cabeza. Joaquín tuvo que ser. Con el reloj ya en la hora, el Cádiz perdió muchas de sus posibilidades de permanencia.

El centrocampista del Betis Joaquín (izda.) regatea un balón ante el centrocampista del Cádiz, Matías Pavoni.
El centrocampista del Betis Joaquín (izda.) regatea un balón ante el centrocampista del Cádiz, Matías Pavoni.EFE

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