_
_
_
_

El Betis da con la fórmula

Los de Serra Ferrer achuchan antes y controlan después de anotar los tantos que derrotaron al Sevilla

Los partidos entre los equipos de aficiones antagonistas suelen tener bastante de choque y poco de fútbol. A la hora del enfrentamiento directo, los futbolistas del conjunto que peor está suelen echar mano del ardor para suplir el supuesto desnivel de calidad. Así enfocaron el encuentro algunos jugadores del Betis. Frente al ardor de los béticos, el Sevilla salió con un toque de altivez y convencimiento su superioridad. Pero el partido acabó justo al revés y con el triunfo del que mejor supo dosificar y mezclar la receta de fútbol y pasión que se merecen estas citas cainitas.

En el minuto 4 ya habían construido los sevillistas una jugada de gol. Kanouté se hizo con un balón en profundidad frente a Contreras, se fue hasta la línea de fondo, levantó la cabeza, centró atrás y Renato chutó altísimo. Hasta ese momento el Sevilla había conseguido domar el ímpetu de jugadores como Robert o Edu —con Joaquín, escorado a la izquierda, no tuvieron problema alguno—. Los sevillistas manejaban más y mejor el balón y cometieron el error de creerse que ya estaba todo encarrilado y decidir esperar a que el gol cayera de maduro, como una consecuencia lógica e inevitable de su juego. Todavía no se había develado que lo más flojo del equipo ayer era la defensa.

Al cuarto de hora, Escudé hizo un penalti de libro a Edu que el árbitro no vio —tampoco acertó en un agarrón claro de Óscar López a Saviola, ya en el tiempo recuperado—. Pero un minuto después sí que pitó el de David sobre Robert. El Betis metió un gol y el Sevilla perdió a un defensa. Iturralde no expulsó al zaguero sevillista, pero él mismo se anuló hasta el punto de que fue sustituido en el descanso, ya que Juande Ramos prefería en ese puesto a un canterano fuera de lugar al flan en el que se había convertido el menudo defensa mallorquín.

Tras el gol, el Betis se creció y se endureció. Jugadores como Óscar López o Edu repartieron más leña de la que el partido demandaba.

El Sevilla consiguió ligar una jugada que empezó en Navas, siguió con un pase al segundo palo de Alves, un remate al larguero de Puerta y un robo de balón con la cadera de Saviola a Rivas en el área pequeña y el consiguiente gol del argentino. Saviola falló un mano a mano con Contreras a dos minutos del descanso. El saque de portería llegó al área sevillista, Escudé volvió a pifiar y centró a Varela cuando lo que pretendía era quitar la pelota a Edu. El canterano verdiblanco disparó como se debe hacer en estas ocasiones, sin pensarlo, y le salió un zurdazo raso e imparable.

Tras el descanso, el Betis siguió con su sobreestimulación y el Sevilla ya no disponía de la tranquilidad que le hizo crear hasta tres ocasiones claras de gol en la primera mitad y dominar el centro del campo y, por lo tanto, el tempo del encuentro. Con prisas, su juego de triangulaciones y desmarques se hizo cada vez menos y menos preciso. Saviola volvió a fallar solo ante Contreras. El Betis se sintió por primera vez dueño del encuentro. Hasta el punto de que apareció Joaquín, que, tras otro fallo de Escudé se plantó ante Palop con opciones, pero sin condiciones para marcar.

Llorenç Serra Ferrer apostó por atar el partido con tres centrocampistas y sacó a Rivera al campo. Juande Ramos tiró de su jugador más competitivo, Maresca, pero éste está aún recuperándose de una lesión y su conjunto ya estaba prácticamente roto. Al Betis se le iban acabando los ardores y hasta el oxígeno, pero se mantuvo firme y ordenado mientras que el Sevilla iba enloqueciendo poco a poco.

Intentó el conjunto de Nervión ganar el partido jugando al fútbol, se le fue en dos fallos defensivos y, cuando quiso apelar a la casta que se espera en los enfrentamientos con el antagonista, los futbolistas no podían con los calzones. Precisamente, el camino inverso al seguido por el Betis, que empezó corriendo a por todo lo que se movía —pelota o no— y acabó tocando. Y ganando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_