El Sevilla, a cuartos por primera vez en su historia

El Sevilla FC se impuso por 2-0 al Lille y le dio la vuelta a una complicada eliminatoria y se clasificó por primera vez en su historia para los cuartos de final de la Copa de la UEFA, aunque el conjunto francés puso el corazón en un puño a la afición local hasta el pitido final.

Los locales, que desarrollaron una gran primera mitad, especularon en demasía con el marcador en la segunda y ello le pudo costar muy caro, aunque en el cómputo global la escuadra andaluza fue superior.

Pronto se vio que el conjunto francés, como se preveía, no iba a dar facilidades a la formación española, porque, lejos de defender con una disposición táctica conservadora la ventaja que traía de Lille, los del técnico Claude Puel adelantaron las líneas y miraron con ganas las inmediaciones del meta Andrés Palop en los primeros minutos.

Esa alegría del Lille dio otras opciones al conjunto que entrena Juande Ramos, que, ayudado por un público entregado, alternó el juego directo con acciones por las bandas que pusieron en muchos apuros a los visitantes.

Un cabezazo del brasileño Luis Fabiano a los once minutos, que tuvo que sacar un defensor cuando el balón entraba, y un fuerte remate del malí Frederic Kanouté, que acabó con la pelota repelida por el larguero dos minutos después, fue el claro aviso de los sevillistas de que los franceses tenían que sudar mucho para plantarse en los cuartos, y más cuando a los veinticinco minutos fue expulsado el medio punta Mathieu Bodmer por agredir a Javi Navarro.

Como sucedió en Lille la pasada semana, el conjunto andaluz siempre estuvo metido en el partido y gozó de claras ocasiones para marcar, aunque ahora, poco antes de que se cumpliera la media hora de juego, sí acertó con la portería de senegalés Tony Sylva, en un remate de Kanouté que contó con la colaboración de un defensor que desvió la trayectoria del esférico.

El 1-0 y la inferioridad numérica del Lille le dio toda la iniciativa al Sevilla, que contó la aportación de todos sus hombres creativos, como Pep Martí, Jesús Navas, Adriano o el propio Kanouté, que, pese a que en los últimos minutos de la primera parte jugó mermado al torcerse un tobillo, le cedió un balón a Luis Fabiano para que éste pusiera la eliminatoria a favor antes del descanso.

En la segunda parte, el equipo local quiso controlar el partido sin darle velocidad al juego e incluso permitió que el balón lo tuviera más el Lille para coger en una contra a un rival mermado de efectivos.

Claude Puel sacó al terreno a su jugador más efectivo en la delantera, el nigeriano Peter Odemwingie, y algo más tarde al costa marfileño Kader Keita, con el que intentó sorprender a la defensa sevillista y encontrar ese gol que le pusiera otra vez la eliminatoria a su favor.

El tanto visitante pudo llegar en alguna ocasión, ya que el Lille se envalentonó sin nada que perder y al Sevilla le entró algo de nerviosismo al ver que los cuartos estaban al alcance de la mano.

La expulsión de Jesús Navas dejó las fuerzas numéricas equilibradas en la fase final y el Sevilla, que prácticamente renunció al ataque, no las tuvo toda con sigo para mantener un 2-0 cada vez que el adversario se acercaba a la portería de Palop, aunque finalmente logró el objetivo, aunque con más apuros de los deseados.