Ljubicic da el primer paso de Croacia hacia la Ensaladera

Ivan Ljubicic, el mejor tenista del curso en pista cubierta, aproximó a Croacia hacia la conquista de su primera Ensaladera, tras batir al eslovaco Farol Kucera, improvisado rival en el duelo de apertura, en tres sets (6-3, 6-4 y 6-3).

Ni el excesivo calor del público centroeuropeo, ni la peculiaridad de la superficie instalada en el Sibamac Arena de Bratislava, infranqueable hasta el momento, alteró el talante de Ljubicic, una de las raquetas más en forma del circuito en este tramo final del curso.

El croata de origen bosnio -es nativo de Banja Luka- se encontró de pronto con un rival al margen del cartel en las vísperas. Karol Beck, número dos de Eslovaquia y sostén de su equipo en el trayecto de la Davis 2005 -de hecho estaba prevista su participación en las tres jornadas de la final- se apartó de en medio. Oficialmente por molestias físicas, diagnosticadas en la rodilla.

Los malpensados, sin embargo, apuntan hacia un presunto positivo de dopaje, no hecho público aún pero desvelado en forma de rumor hace veinticuatro horas por el capitán croata Nikola Pilic.

En cualquier caso, fue Karol Kucera el que saltó a la pista de Bratislava para disputar el primer punto de la histórica final. El veterano centroeuropeo, ya de 31 años, envuelto en nostalgia para rememorar sus mejores momentos como jugador, enterrados desde 1998 cuando llegó a ser el sexto del mundo, afrontó el envite próximo a su retirada oficial, prevista para el próximo domingo por la tarde. Una vez cerrada la final.

Fácil para Ljubicic

Fue un trámite para Ljubicic, que pasó por encima de Kucera, ahora perdido más allá de los 140 primeros del ránking y que ha disfrutado de una aparente jubilación anticipada en los dos últimos cursos, contemplando los seis títulos que doran su palmarés. Ninguno cercano y ninguno excesivamente llamativo (Rosmalen (1995), Ostrava (1997), New Haven y Sydney (1998), Basilea (1999) y Copenhague (2003).

Sólo con el servicio el croata intimidó a su adversario. Llegó a servir a 233 kilómetros hora. Impulso que alternó con un sólido juego desde el fondo de la pista, donde apenas fue inquietado por los arrebatos ofensivos del de Bratislava, que ejecutó tímidas subidas a la red en busca de una respuesta al dominio del balcánico.

Ljubicic, noveno tenista del mundo, invicto en los siete partidos individuales y los tres de dobles que este año ha jugado en Copa Davis, se aproxima al récord de John McEnroe, que logró el título con Estados Unidos en 1982. Un año en que solventó de forma favorable los doce compromisos que disputó. El croata está a dos de igualar aquél registro.

La magia del Sibamac Arena queda pendiente del resto de la eliminatoria. El escenario infranqueable donde España perdió su corona, donde cayó Holanda y después Argentina, está a expensas de que el número uno de Eslovaquia Dominik Hrbaty, triunfe frente a Mario Ancic en el segundo punto de la final.