Una gran ceremonia pone fin a la fiesta de Almería

Almería ha despedido esta noche los Juegos Mediterráneos con una gran ceremonia de clausura en la que la ciudad andaluza ha dado el relevo a la italiana de Pescara, próxima sede en 2009. Poco antes la victoria en la final de fútbol frente a Turquía ha redondeado la participación española, que ha logrado el mayor número de medallas de su historia.

Si la ceremonia de apertura contó con el espectáculo de la Fura dels Baus, la de clausura ha contado con cantantes andaluces, David Bisbal, Miguel Ríos y Manolo Escobar. Con ellos, Indalete, la mascota de Almería, y un grupo de aviones de la Patrulla Águila del Ejército del Aire, que dejó en el cielo los colores de la bandera española, han sido algunas de las propuestas de la noche.

El estadio Mediterráneo ha vuelto a llenarse, mientras que su palco ha estado en esta ocasión casi huérfano de autoridades deportivas porque la mayoría se encuentra en Singapur para asistir a la asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI), que dentro de tres días decidirá si Madrid es sede olímpica en 2012.

Oro en fútbol

La vuelta de honor de los futbolistas españoles, que recibieron el oro de manos de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el manteo a Indalete precedieron el comienzo del espectáculo, abierto por el ritmo de un centenar de tambores. Voluntarios y deportistas entraron en el estadio para hacer un informal desfile coronado con la llegada de las banderas de los 21 países participantes.

A continuación, el almeriense Manolo Escobar cantó Almería y el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, dejó en manos del presidente del Comité Internacional de los Mediterráneos, Amar Addadi, la bandera de los Juegos, que éste entregó a su vez al alcalde de Pescara.

El presidente del Comité Organizador de Almería 2005, Juan Megino, agradeció el esfuerzo de todos para hacer realidad los Juegos, a los que definió como un "sueño maravilloso del que no quisiera despertar". "Nos despedimos entre la alegría y la pena, porque atrás queda la más brillante etapa de la historia de Almería. Con el esfuerzo de todos hemos dado mimo, cariño y entrega", añadió,

Después, el argelino Amar Addadi declaró oficialmente clausurados los Juegos pasadas las 23.30, dio la enhorabuena a los almerienses por haber logrado un "magnífico" acontecimiento, marcado por la "emoción, la amistad y la solidaridad". En este ambiente, la salida de la bandera mediterránea del estadio, portada por deportistas locales, fue otro uno de los momentos emotivos de la noche, antes de que Miguel Ríos empezara a entonar el Himno de la alegría.

Como colofón, la participación de los paracaidistas de la patrulla PAPEA del Ejército del Aire, que aterrizaron sobre el césped del estadio, sevillanas y el inevitable David Bisbal y su Ave María.