Osasuna fue más práctico
El equipo navarro gana 1-0 al Sevilla
Comentó un entrenador en una ocasión que lo que no hayas hecho con un equipo sevillano antes de la Feria no lo podrás hacer después. El Sevilla comenzó a darle la razón con su pésimo partido contra Osasuna, que consigue su segunda victoria en 2005 y se aleja aún más de los puestos de descenso. El Sevilla, además, pierde para la próxima jornada por sanción a los centrales Pablo Alfaro y Aitor Ocio. Pablo García tampoco podrá jugar por acumulación de tarjetas contra el Atlético.
Hace tiempo que los enfrentamientos entre Sevilla y Osasuna traspasaron el ámbito deportivo para pasar a ser una cuestión personal. Los codos suelen tener tanto protagonismo como el balón y el fútbol pasa a un segundo plano. La enorme tensión con la que se viven los partidos termina por afectar a los equipos y esta vez el más perjudicado fue el Sevilla, que completó una primera parte espantosa, de lo peor de la temporada. Osasuna estuvo muy metido en el encuentro desde el principio y mostró el orden y la seguridad defensiva que tanto había reclamado su técnico, Javier Aguirre. Esperó al Sevilla atrás, con las líneas muy juntas y buscó la sorpresa al contragolpe. En una acción muy rápida, Delporte mandó un buen balón desde la izquierda al centro del área, Pablo Alfaro midió mal y se comió el pase y Morales sólo tuvo que poner el pie para batir a Notario, que quizá pudo hacer algo más.
Con el resultado en contra el Sevilla jugó aún peor y nunca encontró la manera de romper el entramado defensivo de Osasuna, un bloque que se movió al ritmo que marcó Pablo García, un futbolista que cuando se dedica a jugar y se olvida de los codos y las patadas lo hace realmente bien. El conjunto que entrena Joaquín Caparrós hace un tiempo que se olvidó de jugar bien al fútbol y su afición ya se empieza a cansar, consciente de que jugando así, la clasificación para las competiciones europeas corre serio peligro.
El panorama continuó siendo igual de desolador para el Sevilla, que actuó con algo más de intensidad, pero apenas se acercó con peligro a la portería de Elía, que vivió uno de los partidos más tranquilos de la temporada. El portero de Osasuna sólo sufrió de verdad en una ocasión, en un cabezazo de Baptista que entre el guardameta y su defensa evitaron que terminara en gol. Lo demás fue prescindible, difícil de asimilar para el público, que vio a su equipo estrellarse contra el muro levantado por Osasuna, que se encerró con descaro y sin remordimientos. El Sevilla apenas creó acciones de mérito y Osasuna, sin hacer tampoco nada destacado, no sufrió para llevarse el triunfo. Incluso disfrutó de dos claras oportunidades para ampliar su ventaja. La primera creada por el portero del Sevilla, Notario, que se aventuró a regatear a Moha dentro del área y estuvo cerca de dejar el balón en los pies del internacional marroquí. La segunda, en un cabezazo de Webó a la salida de un córner que Notario, esta vez sí, acertó a despejar. Nada más se vio en el Sánchez Pizjuán.
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