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FÚTBOL | 30ª jornada de Liga

El Atlético se da una fiesta

Salva, con dos goles, Torres y Colsa acaban con las escasas opciones del Mallorca

El Atlético se ha dado ante el Mallorca la tarde de goles más plácida del año, dejando a los baleares con un pie en segunda. Sin enseñar nada del otro mundo, le ha colado cuatro, y han podido ser más, a un equipo desquiciado, sin defensa y sin ataque, que ha terminado con nueve y que se hunde en el pozo sin remedio. La tarde ha servido también para que Salva, con dos goles, recuperara el gol que se le resistía últimamente.

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El partido, sin embargo, ha comenzado con más dudas de lo que decía la tabla clasificatoria. Es cierto que el Atlético ha dispuesto del balón, que se ha lanzado sin alardear a lo que tenía que hacer, ganar a un rival metido en el pozo de la tabla. Pero el empujón inicial carecía de criterio. Ibagaza no contactaba con el balón, y ha sido el Mallorca el que ha tenido las opciones más claras -incluso ha marcado un gol, anulado por fuera de juego-, sobre todo por el despiste defensivo rojiblanco del comienzo. Leo Franco ha tapado los poros en un par de ocasiones, hasta que una de las defensas más solventes del campeonato, Pablo y Perea, ha terminado por ajustarse.

Una vez cubierto atrás, el problema era el gol. Si el balón no pasaba por Ibagaza, era difícil que el Atlético encontrara el camino, entre otras cosas porque Salva y Torres andaban un tanto perdidos. Por ello ha tenido que ser el pequeño mediapunta argentino el que abriera la lata, cuando empezaba a atisbarse cierta inquietud. En una de las suyas, se ha plantado en la frontal y ha taconeado para Colsa, que, sin opciones de mucho más, ha empalado un balonazo tremendo, que ha entrado como un obús tras tocar levemente en Salva.

Ya con el gol, el Mallorca se ha resignado a su suerte y ha dejado de inquietar al Atlético, que se ha dejado ir a la segunda mitad. Ha amagado al comienzo de ella el Mallorca con algo más, pero Fernando Torres ha amarrado el partido en dos acciones seguidas. En la primera, tras recibir un regalo excelente de Ibagaza, ha driblado al portero y, sin nada que le estorbara y a un metro de la puerta, la ha mandado fuera. Luego, en una poderosa cabalgada, ha enseñado el dorsal a Ballesteros, que no ha tenido otra que derribarle en el área. Penalti y expulsión. Gol de Torres y el Atlético lanzado a por la goleada.

Se ha resistido ésta en llegar el tiempo que ha tardado Salva en enchufar sus ocasiones. Primero, en un córner, que ha rematado de volea con violencia y luego, tras un pase de la muerte de Gronkjaer. Dos goles que sirven para redimir al sevillano, desacertado en muchas fases de la temporada, y para que el Atlético saliera del campo a tres puntos de la Champions y con la sensación de que no es un sueño tan lejano.

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