El Zaragoza paga caro su letargo inicial
El Austria de Viena, que ya eliminó al Athletic, deja también fuera al cuadro aragonés
Dos libres indirectos sacados por Sionko en los primeros compases del encuentro apearon al Zaragoza de la Copa de lam UEFA. Sabedor de su superioridad, el cuadro aragonés saltó al césped adormilado y falto de tensión. El Austria de Viena, consciente de sus carencias, lo aprovechó al exprimir con gran acierto su mejor arma: los balones aéreos. Así, dos tempraneros testarazos lograron sonrojar al Zaragoza, que logró empatar pero no ganar la eliminatoria, y palidecer a La Romareda, aplaudió el esfuerzo de los suyos pero se despidió de Europa.
Premonitorio resultó ser el ejercicio que realizó Álvaro, el central blanquillo, antes de comenzar el encuentro; tras hacer el típico calentamiento, se dedicó a despejar con la cabeza balones aéreos que le lanzaba Soriano. La medida del brasileño, sin duda, era para no ser sorprendido por arriba. Pero, nada más comenzar el partido, dos faltas idénticas desconcertaron a Álvaro y, por extensión, a todo el Zaragoza.
Situado en el costado izquierdo de la portería rival, Sionko contoneó su cuerpo hacia atrás y sacó un centro medido al primer palo, a la cabeza de Papac, que, libre de marcaje, remató el cuero al fondo de las mallas. Sionko, instantes después, repitió su forma de golpeo y el balón fue a parar a la cabeza de Dosunmu, que marcó y ahondó en la herida maña. Marraban los blanquillos los pases, no desbordaban sus extremos, eludían responsabilidades los líderes y, de llegar al borde del área contraria, faltaban recursos para romper la zaga contraria. Si a esto se le suma un precioso disparo del centrocampista Kiesenebner que repelió la cruceta, el Zaragoza parecía estar sentenciado cuando apenas se había cumplido el cuarto de hora.
Pero el portero Didulica, en una salida desesperada, entró a destiempo a Savio, que estaba situado a escasos metros del vértice del área grande. El colegiado mostró el camino del vestuario al meta y el de la remontada al Zaragoza. Cambió Víctor Muñoz a un mediocentro, Soriano, por un mediapunta, Óscar. Los aragoneses, entonces, ensancharon el campo y las líneas para volcarse con ahínco y determinación al ataque. Villa, primero, batió al portero suplente al aprovechar una falta indirecta dentro del área grande. Galletti, después y aprovechando un rechace, sacó un zurdazo raso y ajustado para lograr las tablas. Pero las constantes llegadas blanquillas, algunas terminadas en penalti sin señalar, no sirvieron para más, sino para hacer internacional al meta suplente Safar; bien por sus aciertos, bien por la falta de puntería maña, bien por la mala suerte. Lo intentó el Zaragoza, animó La Romareda, pero el Austria de Viena, que ya eliminó al Athletic, sacó el máximo partido a las jugadas a balón parado y al letargo inicial de su contrincante.
El fútbol austriaco, que camina con bastante pena por el fútbol continental desde hace años, ha logrado dejar fuera de Europa a los dos equipos españoles en sendas tacadas. La doble jornada nefasta de la Liga de Campeones con el Madrid y el Barcelona eliminados, se repitió ayer. Sólo queda el Villarreal
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