El Atlético se reconcilia con su afición

El Atlético ha goleado al Sevilla para lograr su victoria 1.000 en liga. Un partido que se resume en los aciertos en ataque del Atlético y el poco bagaje ofensivo de un Sevilla que prometía más en su visita al Calderón. Por cierto, Salva marcó el primer gol y rompió una sequía que comenzó el 5 de diciembre del pasado año. Los de Ferrando no quieren despegarse de la zona europea y esta victoria permite recuperar la ilusión a la afición rojiblanca. Por otro lado, Caparrós deberá recapacitar y tratar de levantar la moral a su equipo, desconocido hoy. El conjunto hispalense no puede despistarse en el tramo final de la liga si quiere mantener sus aspiraciones europeas.

El Atlético se ha reconciliado con la afición del Calderón tras varias semanas de derrotas y fútbol paupérrimo. Y qué mejor forma de hacerlo que derrotando al Sevilla. Un equipo que llegaba con la vitola de favorito pero que está siendo goleado por el conjunto madrileño. El equipo de Caparrós salió muy dubitativo y se vio superado en muchas ocasiones por las ganas y el esfuerzo de los jugadores rojiblancos. Así hasta que Salva enganchó un cabezado en carrera para poner el primer tanto del partido e inaugurar la fiesta atlética.

El Sevilla trató de reaccionar y tuvo varias ocasiones para marcar. Una de Baptista que se marchó rozando el palo y otra de Jesuli demasiado alta. Ninguna de ellas acabó en gol y los de Ferrando volvieron a marcar en un saque de falta curioso. La defensa hispalense hizo mal el fuera de juego y Torres controló solo para batir a Esteban con facilidad. En el último minuto de la primera mitad, Antonio López, uno de los mejores de la noche, controló un saque de portería de Leo Franco e hizo una semichilena que se coló en la portería del Sevilla ante la desesperación de Caparrós. Un marcador abultado no fruto del fútbol, pero sí del gran acierto del Atlético de Madrid en ataque.

La segunda parte se convirtió en un mero trámite pese a que Caparrós trató de levantar la moral de sus pupilos en el descanso. El Sevilla trató a la desesperada de recortar distancias pero hoy no era el día de los goles y nadie logró intimidar la portería de Leo Franco. Mientras, el Atlético dejaba pasar los minutos sin buscar mucho la portería contraria y con muchos parones. De hecho, Salva tuvo que abandonar el terreno de juego antes de tiempo por doble amonestación. Poco más para una segunda parte sin muchas ocasiones y de ovaciones para los jugadores rojiblancos.