La selección española gana a Portugal y pasa a semifinales

La selección española de fútbol sala ha certificado su presencia en las semifinales del Campeonato del Mundo de Taipei, donde se medirá a Brasil, con un sufrido triunfo (3-1) ante Portugal. El resultado no refleja lo mal que lo pasó España, a la que sólo le servía el triunfo, para seguir adelante en la defensa de su título mundial. Y es que los goles de Marcelo, con dos, y la gran actuación en la portería de Luis Amado despejaron el camino al equipo ante un conjunto luso que buscó el empate hasta el final.

España salió al campo cohibida por la presión de tener que ganar ara alcanzar las semifinales, algo impropio en el actual campeón del mundo, pero el partido contra Italia le pasó factura en los primeros cinco minutos. Justo hasta que Marcelo anotó el primer tanto en el minuto seis. Fue la primera aproximación con peligro de los españoles y el punta hispano acertó con la portería contraria tras un saque de esquina. Esto debía relajar los músculos de los de Javier Lozano, pero a la siguiente jugada Joel empató en un fallo defensivo calcado al que le costó a España el 1-2 contra los transalpinos en el anterior encuentro.

El partido, tras el empate, entró en una fase de equilibrio en la que apenas hubo disparos con peligro debido a las férreas defensas en ambos lados, unos buscando entrar en las semifinales y otros evitando quedarse fuera. En el minuto 12 llegó la jugada clave del partido. Luis Amado le sacó un balón imposible a Goncalo, solo ante la meta, y en el contragolpe Serrejón culminó el 2-1. El gol dejó fuera de combate a los portugueses, que no acertaron a llegar con peligro a la portería de Amado si no fuera por los errores defensivos que empiezan a ser preocupantes en el equipo español a estas alturas de campeonato.

A falta de dos minutos para el final, el árbitro húngaro Karoly Torok expulsó de manera muy rigurosa al portero portugués Joao Benedito, aunque España fue incapaz de marcar y cerrar el partido en los dos minutos en los que estuvo con superioridad numérica. Tras la reanudación, y conociendo la victoria de Italia sobre la República Checa que servía a Brasil en semifinales, llegaron los peores momentos de España en todo el mundial, sin juego, sin ideas y sobre todo sin el balón, que pasó al equipo de Portugal.

Con cinco faltas en contra (en las siguientes se concedería doble penalti), llegó el tanto salvador de Marcelo tras una falta, lo que dio al combinado español la confianza necesaria para afrontar los últimos diez minutos. Pese a la presión final de los portugueses en los últimos minutos, España se defendió como pudo y alcanzó el premio de las semifinales gracias a las intervenciones de Luis Amado, uno de los mejores porteros del mundo, donde espera Brasil.