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Crónica:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Atlético gana pero aburre

Pablo Ibáñez, de cabeza, y Fernando Torres marcan los goles rojiblancos

El Atlético, pese a un fútbol como desmotivado, con problemas serios en una creación constructiva que ilusione un poco a su hinchada, sacó los puntos frente a un Numancia incapaz arriba.

Pablo, en una acción en la que Salva hizo falta a un central que el árbitro no sancionó, encarriló en la segunda mitad el partido, sellado por Torres, que ya suma seis goles en la Liga aunque su posición en el remate fue protestada como fuera de juego. Pese a que su balompié es tan aburrido como el de Manzano la temporada pasada, los números cantan y el Atlético se sitúa en la zona alta de la tabla, a tres puntos de su eterno enemigo, el Real Madrid. Está claro que el buen fútbol ha hecho las maletas y ha abandonado la capital. El Numancia, tras una nueva derrota, queda como colista firme de la categoría.

Sopor en la primera parte

Poco, muy poco, mostró el Atlético en la primera parte. Es tal el estado de encefalograma plano del juego rojiblanco que volvió a aburrir a su sufrida parroquia, que se gana los altares domingo a domingo. Frente a un débil Numancia, que salió a aguantar, a esperar, con tres centrales (en su papel, vamos), el Atlético fue incapaz de pasar por encima. Tuvo la pelota, la movió con lentitud (a años luz de la velocidad de circulación del Barça, por ejemplo) y sólo encontró algún resquicio para colgar balones al área. Y ahí no estuvieron finos Paunovic ni Torres en las mejores opciones ante la meta de Juanma, el ex atlético.

Sólo un posible penalti por empujón de Graff a Ibagaza le pudo dar al Atlético ventaja. Pero ni el árbitro acompaña a un equipo espeso y que, sobre todo, juega a aburrir. La bronca final sólo la apagó la megafonía con el himno del otrora glorioso club madrileño.

Ibáñez y Torres marcan

En la segunda parte, el Atlético tuvo instinto depredador en el área. Pablo Ibáñez, de cabeza, abrió la lata. Y se acabó el Numancia. Aunque lo intentaron los sorianos, con el control del balón, quedó claro que el equipo no estaba para asustar gran cosa a Leo Franco. El Atlético se aprovechó de ello para vivir mejor y sentenciar con Torres.

El Niño, junto a Perea y Pablo, conforma el trío mágico de un Atlético que depende en exceso de ellos. Sin Ibagaza, que se marchó pronto lesionado (entró Salva), los rojiblancos se mantuvieron igual de chatos, aunque al menos vieron puerta. Y siempre a pase de Antonio López, al que el colegiado negó su tarde de gloria al expusarle rigurosamente por una entrada por detrás.

Madrid Fernando Torres se lleva el balón ante el francés Stephane Pignol.
Madrid Fernando Torres se lleva el balón ante el francés Stephane Pignol.EFE

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