El Sevilla pierde aire

El Sevilla, una de las revelaciones de la temporada, parece estar perdiendo fuelle. Tras perder la semana pasada ante el Zaragoza, hoy sólo ha sacado un empate en casa ante el Mallorca, que ha estrenado entrenador, Héctor Cúper, logrando un empate ante el sólido equipo sevillano.

El conjunto balear se ha presentado en el estadio sevillista con renovados bríos gracias a la llegada al banquillo en su segunda etapa del técnico argentino, pero también con la imperiosa necesidad de sumar para escapar lo antes posible del fondo de la clasificación. A priori el objetivo era complicado porque el equipo de Joaquín Caparrós se había mostrado intratable en su campo, aunque los de Cúper han salido al terreno sin complejos y con buenas intenciones cuando tuvieron el balón en su poder.

El Sevilla, por su parte, ha mostrado una imagen más relajada que de costumbre y no ha atosigado al rival como suele hacerlo desde los inicios de los choques. Sí ha dado la sensación de que en alguna jugada aislada podía desequilibrar al buen ordenado Mallorca, como ha sucedido con dos buenas ocasiones de Baptista. Poco mas ha hecho la formación andaluza en la primera mitad, ya que las bandas han estado muy bien tapadas y ha llegado poco juego a Baptista y a Aranda. Mientras, el Mallorca ha ofrecido escasa llegada, aunque se le ha visto más sólido en defensa.

Ya en la segunda parte, Caparrós ha tirado de Antonio López y Darío Silva en lugar de Jesús Navas y Casquero, respectivamente, para buscar con más efectivos la puerta de Westerveld, con lo que ha conseguido algo más de movilidad. El Sevilla ha sido otro, con más intensidad y posesión del balón, mientras que el Mallorca se ha atrincherado en su área, fiándose a las contras de Pereyra y Arango.

Sin embargo, ha sido el Sevilla el que ha conseguido el tanto, a los 72 minutos, tras una gran jugada de toda la delantera que culminó por bajo Antonio López. Pese a los antecedentes, la reacción mallorquina ha sido inmediata, y siete minutos después, ha logrado el empate gracias a Pereyra, de cabeza con la colaboración involuntaria de Baptista.