El Barça gana su peor partido
El equipo catalán derrota a un correoso Numancia pero pierde por lesión a Edmilson
Probablemente la única diferencia entre el Barça inoperante, incapaz de meter un gol al arco irís, que estuvo a punto de hundirse hace menos de un año y el remedo de dream team que causa admiración en este inicio de temporada se resume en una palabra: delanteros. El equipo catalán ahora tiene futbolista con llegada capaces de abrir una lata de sardinas incluso en las tardes más aciagas. Así ha ganado hoy a un Numancia infranqueable, con un cabezazo providencial de Larsson que ha maquillado un encuentro para el olvido. Eso sí: como sigan las lesiones, para cuando lleguen los turrones va a tener que salir a jugar Rijkaard.
No las tenía todas consigo el entrenador holandés, que concentró por primera vez al equipo antes del partido. Tanto marear la perdiz del buen juego y multiplicar las comparaciones con la etapa de Cruyff parece anticipar una derrota que devuelva al suelo al equipo. Pero con este plantel de jugadores parece complicado: de una forma u otra, siempre parece surgir alguien para arreglar el desaguisado.
Y sí que pintaban mal las cosas para el Barça en el primer tiempo. Rijkaard alineó a la Brunete en primera línea —Giuly, Eto'o y Larsson— y al Séptimo de Caballería para darles cobertura — Xavi, Deco y Ronaldinho—. Conclusión: colapso. El balón siempre estaba en sus pies —65% de posesión—, pero el campo se les quedaba pequeño con tanto genio y, sobre todo, tanto defensa soriano. La red diseñada por Francisco López funcionó a la perfección durante la primera parte, y sólo un remate de Eto'o y en un libre directo de Ronaldinho llegaron a manos de Núñez.
Aprovechó Rijkaard el descanso para reorganizar el equipo, con Edmilson —en lugar de Eto'o— e Iniesta —por Giuly— para distribuir el juego. Pero apenas habían pasado cuatro minutos cuando el brasileño cayó en una mala postura tras un salto para disputar un balón de cabeza, y se lesionó la rodilla de gravedad. Una primera exploración parece indicar que sufre una rotura de menisco, una lesión que podría requerir de intervención quirúrgica para sanar, y que como mínimo le mantendrá fuera de la alineación tres o cuatro semanas. Se une el brasileño así a su compatriota Thiago Motta y a Gabri García —seis meses de baja los dos por doble rotura de ligamentos en su rodilla izquierda— y a Sylvinho —de cuatro a seis semanas por una lesión en el ligamento anterior— en la enfermería.
No estaban ya en el campo Eto'o y Giuly, pero quedaba Larsson, que cabeceó por delante de Ronaldinho un corner lanzado por Deco y resolvió de un plumazo los agobios del Barcelona. A partir de ahí no mejoró el panorama, pero los tres puntos convirtieron el partido en un trámite a olvidar, a la espera de noches mejores. Si es que quedan futbolistas sanos para jugarlas, claro.
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