La relación de Eriksson con una secretaria de la federación abre una crisis en el fútbol inglés

Los devaneos amorosos del técnico sueco Sven Goran Eriksson han causado una profunda crisis en el seno de la Asociación Inglesa de Fútbol (FA), agravada ayer con la dimisión de su director ejecutivo Mark Palios, y cuyas últimas consecuencias se conocerán el próximo jueves en la reunión extraordinaria de la junta directiva.

El futuro de Eriksson, de 56 años, al frente de la selección inglesa es incierto. Los diarios sensacionalistas británicos, que desvelaron la relación del entrenador sueco con Faria Alam, secretaria de la Federación inglesa y ex modelo de origen indio de 38 años, aseguran que miembros de la FA abogan por la destitución del técnico, cuyo contrato todavía tiene dos años de vigencia.

El fracaso de Inglaterra en la pasada Eurocopa de Portugal, tras caer eliminada ante el equipo anfitrión en la tanda de penaltis, todavía está muy fresco en la mente de sus aficionados. Un mes después de aquella derrota, el diario Daily Mirror revelaba que la relación amorosa de Eriksson y Alam había provocado la ruptura del noviazgo del técnico sueco con la italiana Nancy Dell'Olio. Pocos días después, la FA emitió un comunicado negando la relación. Pero los diarios continuaron desvelando nuevos datos, con la publicación de unos correos electrónicos que demostraban que Alam había mantenido amoríos con Eriksson y con Palios.

La Federación inglesa se vio obligada a retractarse y reconoció su error "ante las numerosas pruebas inculpatorias". Palios, por su parte, admitió que "fue una relación extremadamente breve". A partir de ese momento, la polémica se agravó. El diario News of the World desveló que Colin Gibson, jefe de comunicación de la FA, y varios directivos trataron de proteger a Palios, mientras Eriksson aseguraba que ni él ni sus colaboradores habían tenido conocimiento previo del comunicado de la federación inglesa de fútbol.

En la reunión extraordinaria del próximo jueves, en la que Eriksson acudirá con sus abogados, se analizará lo sucedido y el futuro inmediato del seleccionador sueco, primer técnico extranjero que dirige a Inglaterra. Sin embargo, los tabloides ingleses prosiguen con sus conjeturas y aventuran que Eriksson podría ser despedido "sin indemnización alguna" por haber cometido "una falta grave y mala conducta", aunque cuenta con el resplado de los internacionales ingleses. Este ha sido, de momento, el último capítulo de una sucesión de escándalos mediático-amorosos en la vida de Eriksson. Alam, Dell'Ollio y la presentadora sueca Ulrika Jonsson figuran en la lista de recientes conquistas de un técnico que ha provocado una profunda crisis en el seno de la Federación Inglesa.