Ullrich no puede con Basso

No le ha salido mal a Bjarne Riis su estrategia de arrimarse a la sombra del más fuerte. Cobijando a su pupilo, el italiano Ivan Basso, tras la estela de Lance Armstrong, y poniendo a trabajar a los suyos —el equipo CSC— para los carteros del US Postal, ha logrado sobrevivir hasta el final agarrado al podio. A la postre, el último cartucho del alemán Jan Ullrich, la contrarreloj de hoy, no ha bastado para hacerle un hueco entre los laureles de París. Mejor le ha ido al otro alemán en liza, Andreas Klöden, que ha arrebatado el segundo lugar a Basso. Y bueno, la etapa, la sexta, y el Tour, el sexto, claro, para el estadounidense imbatible.

Ése era el único pronóstico a piñón fijo al principio de la jornada. Salvo debacle, Armstrong iba a adjudicarse la decimonovena etapa del Tour de Francia, la penúltima, 55 kilómetros contra el reloj en Besancon. En la clasificación general marchaban tras él Basso (a 4 minutos y 9 segundos), y los dos alemanes del T-Mobile, Klöden (a 5 minutos y 11 segundos) y Ullrich (a 8 minutos y 8 segundos). Quedaba así por ver si los infructuosos arranques de Ullrich —que cuenta sus participaciones en el Tour por puestos en el podio—, en ocasiones apagados por el CSC en connivencia con el US Postal, tenían su premio en la contrarreloj.

Pero cuatro minutos eran demasiados para tan poco kilometraje. Como se esperaba, Armstrong ha ganado, con un tiempo de una hora, 6 minutos y 49 segundos. Como se esperaba, Basso ha flaqueado, y ha llegado a 2 minutos y 50 segundos del campeón. Como se esperaba, Ullrich ha volado, ma non troppo, y ha terminado segundo, a un minuto y un segundo. Así, no ha podido recortar ni la mitad de la distancia que le separaba de Basso, y será cuarto en París. Al que mejor le ha ido la feria ha sido a Klöden, tercero hoy a un minuto y 27 segundos del ganador, que ha adelantado a Basso y será segundo en el podio mañana.