España vota por el cambio

España, que no podía con la entereza de Rusia, acabó con la resistencia del rival gracias a un gol de Valerón, artífice junto a Xabi Alonso del primer éxito en Portugal. Sólo quedó un pero: no marcar un segundo tanto que significaba el liderato tras la pifia portuguesa contra Grecia. Ahora aguardan los griegos el miércoles. Y dan más miedo que nunca.

A España se le negó injustamente el gol en la primera parte. Rusia, pese al experimento con los centrales Sharonov y Smertin, aguantó con el cuchillo entre los dientes las acometidas de la Selección. Con el once que más seduce a Sáez, España destiló buenas vibraciones. Alto ritmo de juego, ilusión por agradar a los 15.000 españoles presentes en el estadio de Algarve e híperexcitación por la debacle de Portugal, que ofrece en bandeja el primer puesto y salvar el probable listón de Francia.

Pronto, a los dos minutos, Raúl tuvo el primer gol. Y así fue pasando el tiempo, con Vicente rompiendo por la izquierda y Raúl Bravo defendiendo el carril zurdo como un jabato. El problema estuvo en que no hubo concatenación con la derecha, donde a Etxeberría se le apreció fallón. A los 36 minutos, en un encuentro duro por parte de los rusos (cuatro amarullas antes del descanso), llegó la ocasión pintiparada, la que hay que materializar sí o sí en estos torneos rápidos, donde los errores son fatales. Fue un nuevo desborde de Vicente, su pase medido, y el cabezazo de Morientes que sacó Ovchinnikov y no supo remachar Etxeberría.

Tras el arreón español, la respuesta rusa. En dos córners tembló el galeón nacional, demostración de que por arriba a España le duele. Aunque como está Casillas...

Rectificar para ganar

Sáez tardó en rectificar, que suele ser de sabios. España, opaca en el arranque de la segunda parte, se estrellaba continuamente contra el muro ruso. Faltaban, pues, jugones, tipos que salgan elegantes del uno contra uno. Jugadores con mayor catálogo de recursos. Y ahí aparecieron para ganar el partido Xabi Alonso y Valerón, en lugar de Baraja y Morientes.

La profundidad del banquillo español, que nadie pone en duda, fue aprovechada en beneficio del colectivo. Y para placer de la hinchada, que coreaba el "Valerón, Valerón" minutos antes de su entrada en juego. Y fue como un flechazo. Apertura de Xabi Alonso hacia la derecha, perfecto entendimiento entre Etxeberría y Puyol, centro del azulgrana al corazón del área y... gol. Valerón, en posición de 9, lo paró con la derecha y lo remató con la izquierda. Al Roteiro. Al balón de la Eurocopa, directo a la cueva rusa.

Tras el gol, España no vio peligrar en demasía la ventaja, Superior también en el aspecto anímico a un rival peleón pero pobre en el trato de la pelota, a España le faltó el segundo gol, el del liderato. Pero el comienzo ha sido bueno.