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FÚTBOL | 33ª jornada de Liga

El Barça arrasa al Málaga en un primer tiempo pletórico

Agarrados a Ronaldinho, los azulgrana se arman de moral para afrontar al Madrid

Pese al tropezón del miércoles ante el Betis, el Barça ha pasado hoy por encima del Málaga (3-0) como una apisonadora. Es cada vez más un equipo fiable este Barcelona, encomendado sin duda a Ronaldinho, pura electricidad, pero cada vez mejor secundado por un conjunto de jugadores que, de repente, creen en sí mismos.

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Ha bastado que Ronaldinho contagiara a sus compañeros en una espectacular arrancada para que se desprendieran de sus legañas al poco de comenzar el partido y olvidaran el par de acometidas con que el Málaga ha saludado el encuentro. A partir de esa arrancada, las melenas se han soltado al viento y los blaugranas se han transformado en un huracán que ha desarbolado completamente a los andaluces, incapaces de achicar agua. Han sido tres, en una media hora de ensueño, y han podido ser más.

Es cierto que el Barcelona se agarra a Ronaldinho, una auténtica máquina de hacer fútbol, bonito además, y sutil. Pero cada vez más jugadores se añaden a la fiesta del brasileño. Sobre todo Luis García, contagiado de la magia del astro. Por la derecha es un puñal, rápido y profundo, y tiene una zurda de fantasía. Antes de servir a Saviola el primero, pase de la muerte con la derecha tras una entrada fulgurante, ya se había permitido fallar una ocasión de las que se recuerdan si vienen mal dadas. Pero para entonces ya soplaba en la popa blaugrana, y no importaba.

Después, de nuevo el ex atlético se ha plantado solo ante Calatayud y le ha batido por bajo tras una carrera eléctrica. Una nueva colada suya por la derecha ha terminado con el balón en los pies de Cocu, especialmente fiable en los lanzamientos de media distancia. Su disparo, seco y raso, se ha colado por donde más duele, abajo y junto al palo. El huracán había cobrado ya una ventaja decisiva, para afrontar sin sudores la segunda mitad.

De hecho, la segunda parte ha sido un paseo falto de fútbol y de intensidad, sin apenas llegadas, en todo caso repartidas entre ambos bandos. Rijkaard parece haber instruido a sus hombres para llegar en las mejores condiciones al Bernabéu, la semana que viene. La única mala noticia ha sido la lesión de Puyol, que podría impedirle jugar ante el Madrid.

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