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Alemania vence a Eslovenia en la final del Europeo de balonmano

Vugrinec despertó demasiado tarde, y Kerhmann se convirtió en hombre clave

Alemania se proclamó campeona de Europa al vencer en la final del Europeo de Eslovenia a la anfitriona del torneo por un contundente 25-30, que le permitió conseguir el primer título europeo como conjunto nacional desde la reunificación de su país y poner fin a su mal fario con sus últimas finales.

El encuentro comenzó con la tensión propia de una final, aunque el combinado alemán, más acostumbrado a este tipo de partidos pareció hacer oídos sordos a la presión de los miles de seguidores de la nutrida grada de la eslovena sala Tívoli, y pronto tomó ventaja (2-4, min.5).

Eslovenia se iba asentando en la cancha y poco a poco trataba de dificultar las rápidas transiciones germanas a la contra, pero la veteranía de los hombres de Heiner Brand, se hacía patente y así en el minuto 12, los bávaros doblaban en el marcador a los locales (4-8) gracias a su defensa 6-0, intratable en la tarde de hoy.

Las quinielas se iban cumpliendo, y Hens junto a Daniel Stephan minaban la defensa eslovena, que no se encontraba cómoda ante el ataque vertiginoso de los alemanes, aunque los hombres de Tone Tiselj, jaleados por su público, intentaban remontar lentamente la ventaja germana (8-12, min.19), aunque el buen hacer de Fritz mandó a los vestuarios a Alemania con medio título en la mano.

Eslovenia salió más centrada en ataque, pero los precipitados lanzamientos de Renato Pajovic y el acierto de Fritz llevaron a Alemania a subir su listón de juego (12-19, min.35), pero el público local que rebosaba el pabellón elevaba la moral de los suyos para ir al ataque una y otra vez en busca del milagro.

Los de Tiselj empezaron a creer en que su empresa era más que posible, y con esfuerzo y de la mano de Kavticnik, que se erigió en el héroe de los suyos, recortó de siete a cuatro la diferencia en el marcador (18-21, min.42) llevando aún más si cabe la locura a la Sala Tívoli.

Alemania sobrevivía gracias a su oficio de la presión a la que estaba sometida, pero sobre todo por su hombre clave en el día de hoy, Florián Kehrman, que supo leer a la perfección el partido y hacía auténticas diabluras a la defensa rival cortando la reacción local con sus goles, junto a los de Stephan.

Con 21-25 en el electrónico Eslovenia tuvo en las manos de Vugrinec la oportunidad de encarar los últimos siete minutos para poder empatar, pero su lanzamiento salió fuera y Alemania no perdonó adjudicándose su primer triunfo como selección nacional desde la reunificación, y con el lesionado Kretzschmar en la grada, mientras que el conjunto local a pesar de perder, recibió el premio la plaza olímpica.

Por otro lado, la medalla de bronce fue a para a manos de Dinamarca que se impuso por 31-27 a Croacia, actual campeona del Mundo, logrando ambas selecciones la clasificación para la fase final del Mundial de 2005 y del Europeo de 2006.

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