El Atlético y el Depor maltratan la Copa
Madrileños y gallegos empatan sin goles en un horror de partido
Ni el Deportivo, que ha ofrecido una alineación de circunstancias, ni el Atlético, que no anda sobrado de juego, han hecho honor a la Copa del Rey. La ida del enfrentamiento más atractivo de los octavos de la copa se ha convertido con estos mimbres en un sufrimiento de partido, sin goles, como cabía esperar. Sin las ideas claras, el Atlético no ha impuesto el factor campo, mientras que los gallegos se han limitado, indolentes, a aguantar las confusas acometidas del adversario.
Es visible que la sala de máquinas del Atlético anda a trompicones. No da Manzano con la tecla que enchufe en la misma sintonía a los medios con Ibagaza y éste con los delanteros. Hoy el eje ha gravitado sobre De los Santos, cuya irrelevancia resulta ya cargante. Tampoco Simeone hace patente su presencia anímica en el desarrollo del juego. Así, es siempre el pequeño Ibagaza el que tiene que apañárselas para aclarar el panorama apenas pasado el medio campo. Ha estado muy activo el media punta atlético, pero tampoco encuentra la chispa que le hizo imprescindible en Mallorca. Desconectado por tanto del resto de sus compañeros, Torres no ha hecho sino correr y recibir alguna que otra patada.
Es además sabido que Torres no puede, ni él ni nadie, en solitario con una defensa, y menos con una bastante bien engrasada, como la del Depor, pese a que hoy ofreciera caras nuevas. Entre Andrade y Pablo Amo se han bastado para sujetar al joven delantero, que clama a gritos por la presencia de Nikolaidis, que le alivie de la mitad del trabajo. Si a esto se añade que las bandas tampoco le asisten, el chico acaba desesperado. En este aspecto, el Atlético ha tenido que soportar la ausencia de Novo, que ha tenido que marcharse a la ducha a la media hora, lesionado. Por el otro lado, Musampa no deja de hacer méritos para quedarse en el banco.
Entre que el Atlético quería y no podía y que el Depor aguantaba sin despeinarse, fiado a la solvencia de la red tejida en torno a Scaloni y Duscher, a balón parado han llegado las escasísimas ocasiones del encuentro, firmadas en su mayoría por los rojiblancos. En la otra área, sólo Amavisca ha probado con cierto empeño, al menos en la primera parte, aunque sin forzar tampoco a los centrales rojiblancos, que han vivido un partido cómodo, pese a la presencia de Tristán, que apenas la ha tocado.
Entre la inoperancia de unos y la suficiencia de los otros, ninguno ha sido capaz de dejar un detalle para la grada y, mucho menos, un gol.
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