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FÚTBOL | El cisma por los derechos televisivos

Los clubes modestos retrasan el comienzo de la Liga de fútbol hasta el 21 de septiembre

El G-30 asegura que no se reúnen las condiciones para comenzar la competición, aunque seguirán negociando

La lucha de clases que vive la Liga de Fútbol Profesional continúa. Esta mañana, los clubes modestos, agrupados en el llamado G-30, han decidido retrasar el comienzo de la competición hasta que no consigan un contrato satisfactorio para ceder sus derechos televisivos. La asamblea celebrada había sido impugnada por el G-12, un grupo que aúna los esfuerzos de los clubes más poderosos y que tiene previsto comenzar la Liga el 30 de agosto, como estaba previsto.

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En la reunión de la Liga de Fútbol Profesional celebrada hoy sin la presencia del llamado G-12, los modestos han llegado a la conclusión de que no se reúnen las condiciones para comenzar la competición. Por eso, los asistentes a la asamblea han aprobado por unanimidad el retraso de la competición hasta el 21 de septiembre, la creación de un horario fijo para disputar los partidos los domingos de las 17.00 a las 19.00, y la prohibición de vender los derechos internacionales de televisión.

Para desbloquear la situación, el G-30 le pide a Sogecable que suba en 10 millones de euros la oferta de 84 que había realizado para conseguir los derechos televisivos de los clubes. Las reuniones para seguir negociando el contrato se reanudarán el lunes.

"Queremos que se solucione todo. Pero en las circunstancias actuales no podemos hacer otra cosa. Hay dos partes, un comprador y un vendedor y con lo único que no estamos de acuerdo es con el precio. Es difícil porque hay un sólo comprador. Hablando de casi 300 millones de euros, es ilógico que por 9 o 10 millones de euros de diferencia pase esto", ha declarado el Jefe de Relaciones Externas de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, Antonio Fernández Fidalgo.

La asamblea de la Liga de Fúbol Profesional que se ha celebrado esta mañana había sido impugnada por el G-12, por lo que ahora queda en manos del Consejo Superior de Deportes el otorgarle o no validez a lo aprobado por los clubes modestos. El propio CSD trató anoche de mediar entre el G-12 y el G-30, pero ninguno cedió en sus posiciones pese a los movimientos internos que se han registrado en cada uno de los grupos.

El Málaga, que estaba alineado con los grandes, no aprobó la decisión de impugnar la asamblea que se ha celebrado hoy y el Rácing, integrante del G-30, firmó un contrato individual con Sogecable para ceder sus derechos televisivos. Aún así, el único equipo que ha cambiado formalmente de bando ha sido el Betis, que hoy se ha integrado en el G-30.

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