Vancúver acogerá los Juegos Olímpicos de Invierno de 2010

La ciudad canadiense de Vancúver organizará en el año 2010 los XXI Juegos Olímpicos de Invierno, tras superar por sólo tres votos a la surcoreana PyeongChang (Corea del Sur), en una votación realizada hoy en Praga por los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI).

La sorpresa no ha sido tanto que ganara Vancúver, clara favorita, como el buen papel de los surcoreanos, cuya candidatura era muy poco conocida fuera del país. De hecho, en la primera ronda de votaciones, se impuso PyeongChang con 51 votos, por 40 de Vancúver y 16 de la ciudad austríaca de Salzburgo, que quedó eliminada.

La votación definitiva ha sido ganada por Vancúver con un estrecho margen de 56 votos por 53 de PyeongChang.

Cuando el presidente del COI, el belga Jacques Rogge, ha pronunciado el nombre de la ciudad ganadora en el hotel Hilton de Praga, los integrantes de la delegación canadiense han saltado de alegría, mientras decenas de surcoreanos, que portaban banderas y pancartas con el lema Sí a PyeongChang, Sí a la paz, lloraban decepcionados.

Serán los segundos Juegos de Invierno en Canadá, tras los celebrados en Calgary en 1988. Este país también organizó los de Verano en Montreal en 1976. Vancúver compartirá la sede con la estación de esquí de Whistler.

El proyecto canadiense era el favorito en los pronósticos y confirma la tendencia del COI a conceder los Juegos de Invierno a grandes ciudades. También se cumplió una vez más la rotación continental: la competición volverá a Norteamérica después de pasar por Europa en 2006, con los Juegos de Turín.

18.000 canadienses estallan de júbilo

Un inmenso grito de júbilo de cerca de 18.000 canadienses ha resonado en el gran estadio de Vancouver tras el anuncio del COI.

Mayoritariamente vestidos de rojo y blanco, y algunos maquillados en sus rostros con una hoja de arce, los aficionados de Vancouver han seguido en directo a través de una pantalla gigante la elección final del COI.

Muchos de ellos habían guardado cola desde el día anterior para ser los primeros en entrar en el recinto cubierto y presenciar antes de las 8:45 de la mañana (17:45 hora española) la buena noticia.

Tras el feliz anuncio, los fuegos artificiales han cubierto el cielo del estadio, mientras que la multitud agitaba frenéticamente las miles de banderas canadienses y hacía botar los balones rojos y blancos.