El Real Madrid se acerca al título y saca al Valencia de la 'Champions'
Célta y Atlético salen victoriosos en sus enfrentamientos
El Real Madrid se acerca al título de Liga después de vencer con dos goles de Ronaldo al Valencia por 1-2 y que sitúa momentáneamente a los jugadores de Vicente del Bosque líderes, con 71 puntos, a falta de tres jornadas para concluir, mientras que el Valencia sale de los puestos de Liga de Campeones y se queda quinto.
El bloque madridista fue superior a los locales por su mayor pegada y efectividad en los hombres ofensivos. Ronaldo con sus dos tantos fue la gran diferencia entre ambos conjuntos, ya que en el equipo de Benítez no hay un 'nueve' porque aunque Carew juega en esa posición, el noruego está más pendiente de ir a las bandas y jugar de espaldas que de mirar al marco contrario.
El cuadrilátero de Mestalla brindó una primera mitad vibrante debido a lo que había en juego, por un lado la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones y por el otro el título de Liga. El Valencia ganó a los puntos en el primer asalto porque tuvo más presencia en el área contraria y dominó durante más minutos a los hombres de Del Bosque, que volvieron a demostrar que su ataque es venenoso.
El Valencia era el que iba asestando golpes a su rival, Baraja, Vicente y Aimar tuvieron ocasiones de inaugurar el marcador, especialmente éste último que tras un jugada personal lanzó fuera de forma incomprensible. Sin embargo, el primer 'gancho' del combate lo dio el Madrid a los 25 minutos, un centro desde la izquierda lo cabeceó Ronaldo sin oposición. El brasileño conseguía así el vigésimo quinto gol de la temporada y el sexto que le marca al Valencia en cuatro partidos.
Sin embargo, tuvo que ser el brasileño Fabio Aurelio el que equilibrara un partido bonito por juego y ocasiones. Fabio demostró que vive en estado de gracia y a los 31 minutos, tras una pared en la frontal, cruzó el balón lejos del alcance de Casillas. El combate se bailaba a ritmo de samba por su goleadores.
El descanso hizo que el ritmo decreciera porque el Real Madrid se apoyó en tocar y tocar con la intención de desesperar a su rival, mientras que el Valencia pensó en salir a la contra. El conjunto hoy morado no encontraba espacios entre una defensa poblada, hasta que Figo metió un balón a la espalda de la defensa y Ronaldo, en un uno contra uno frente a Cañizares batió al meta valencianista.
Al Valencia le faltó fuelle para encarar el tramo final del encuentro, en el que los madridistas se dedicaron a esconder el balón. La falta de espíritu salió a relucir en los últimos minutos donde incluso Guti falló un gol claro solo ante Cañizares.
El Celta castiga al Depor (3-0)
El Deportivo sufrió un merecido castigo por la incomprensible desidia con la que encaró un partido que, además de suponer un duelo gallego, significaba su continuidad como candidato al titulo de Liga en caso de obtener la victoria.
La primera parte fue horrenda, de lo peor que se puede ver en un campo de fútbol. Parecía un partido de trámite en el que nadie tuviera especial interés con un Celta excesivamente precavido y un Deportivo apático contemplando el transcurso del tiempo.
La reanudación no auguraba nada mucho mejor para el sufrido público pero el Celta tuvo la suficiente dosis de fuerza, inyectada por la voluntad de Juanfran en sus internadas por la banda y el trabajo incansable de Giovanella. Al final, los célticos pudieron vivir una fiesta del fútbol con sus tres goles.
Atlético de Madrid contra Villarreal (3-2)
Fernando Torres, con dos goles tras reaparecer en el segundo tiempo, levantó al Atlético del suelo, arrebató al Villarreal una victoria que creía segura y prolongó las esperanzas del conjunto de Luis Aragonés de jugar la próxima temporada una competición europea.
Torres es, con 20 años, el mejor aval, casi el único que le queda al Atlético para abandonar una crisis que parecía endémica. Amarrada a su juventud, a su descaro y, sobre todo, a su talento, la afición aún confía en que volverán tiempos mejores, aquellos en los que luchaba por títulos, porque el atacante es el único que le ofrece motivos para sonreír.
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