España vence en el Mundial al 'ogro' yugoslavo por 71-69
La selección balcánica se ha enfrentado con cinco jugadores NBA en sus filas
La selección española de baloncesto ha jugado con el rival más fuerte de su grupo, la todopoderosa Yugoslavia, en el segundo partido de la fase clasificatoria del Mundobasket de Indianápolis. Los jugadores españoles han conseguido vencer por 71-69.
El baloncesto español disfrutó de momentos mágicos en el RCA Dome. El juego del equipo nacional rayó la perfección destiló intensas sensaciones de dureza mental, calidad individual, espíritu colectivo y tremenda ambición en una cita donde sólo los grandes son capaces de brillar.
España tenía delante a los actuales campeones del mundo, un equipo de otro galaxia, con cinco hombres enrolados en la NBA -Predrag Stojakovic, Marko Jaric, Vlade Divac, Predrag Stojakovic y Vladimir Radmanovic-, con el jugador más valioso de la última Euroliga -Dejan Bodiroga- y con una capacidad física y técnica que le colocan al mismo nivel que el combinado profesional estadounidense de George Karl.
Milan Gurovic perdió los nervios a los tres minutos. Le cayó la técnica y el partido apenas había comenzado. Dos después, el marcador reflejaba un sorprendente 12-4 y en la grada el panorama ofrecía un rosario de bocas abiertas entre los aficionados yugoslavos y, desde luego, también entre los españoles.
El juego yugoslavo
Yugoslavia no sabía lo que hacer y recurrió al mortífero Stojakovic. Pues nada, Juan Carlos Navarro le recibió con un triple en su misma cara. España parecía tocada por los ángeles, pero el secreto estaba en una defensa directamente sacada del manual y en la mentalidad de un grupo que quiere ganar a toca costa o, mejor dicho, que sólo sabe jugar para ganar, sin importarle quien esté enfrente.
Pau Gasol campaba a sus anchas y ponía todo su talento al servicio de un equipo atrevido, plenamente consciente de lo que hacía y sembrado en defensa. Pero los títulos de los yugoslavos nada tiene que ver con la casualidad. Yugoslavia es Yugoslavia porque dispone de todo lo que uno puede pedirle a un equipo de baloncesto. Pesic lanzó primero a una batería de hombres pequeños para compensar el acierto exterior español. Luego recurrió a la presión por todo el campo.
El resurgimiento de los actuales campeones iba a suceder antes o después y, paso a paso, con un poco de esto y otro de aquello, con los tiros de Stojakovic, el oficio de Divac, la puntería de Milos Vujanic -tremendo en los triples- y una obsesiva persecución a Pau Gasol cada vez que recibía el balón, Yugoslavia dio la vuelta al marcador a falta de seis minutos: 58-59.
Dos triples de Carlos Marco dieron la puntilla al equipo de Pesic. Dos triples y un par de faltas de margen antes de llegar al bonus de los tiros libres que permitieron frenar la última carga de Yugoslavia. España lo logró pese a dos tiros libres desperdiciados a falta de veintisiete segundos por Gasol. Sin embargo, Bodiroga tampoco acertó y, ahora, España jugará con el camino hacia la plata más despejado que nunca, ya que Yugoslavia, después de esto, quizá vea a los americanos antes de lo esperado: en semifinales.
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