A Coruña prolonga la fiesta con la llegada del Deportivo y su segunda Copa

Alrededor de dos mil aficionados han recibido este mediodía a la expedición del Deportivo en el aeropuerto coruñés de Alvedro, que ha llegado desde Madrid con la Copa del Rey debajo del brazo.

Tras una larga noche festiva, la ciudad coruñesa se ha despertado con el mismo ambiente de celebración y ningún ciudadano ha sido ajeno a la hora de compartir los brindis por este quinto trofeo oficial que el Dépor de Lendoiro logra para el fútbol gallego.

Buena parte de los edificios de la ciudad continuaban hoy engalanados con banderas y estandartes con los colores blanco y azul, en algunos casos de gigantescas dimensiones, que cuelgan desde el tejado hasta los pisos más bajos.

En el momento de tomar tierra en Alvedro el chárter de "Fortuna" que trajo a la expedición deportivista, en torno a la una de la tarde, los millares de aficionados que se habían concentrado en la terminal del aeropuerto se han mostrado exultantes en vítores a los jugadores deportivistas.

La palabra "Campeón" fue la más repetida, así como el cántico "Madrid: la Copa se mira pero no se toca".

Una bandera blanquiazul ondeaba al viento desde la ventanilla de la cabina del piloto del avión en el que viajó la expedición. Del aparato han ido saliendo los jugadores deportivistas y los técnicos y miembros del consejo de administración, encabezados por Enrique Romero y Lionel Scaloni y los técnicos Javier Irureta y su segundo, Francisco Melo.

Los deportivistas se han trasladado después a la terraza de la torre de control de Alvedro, desde donde han saludado a los aficionados que se habían concentrado en el exterior del aeropuerto.

Fran y Djalminha han sido los primeros en saludar a los aficionados alzando al unísono la Copa del Rey conquistada anoche en el Bernabeu, momento en el que los seguidores han lanzado gritos de "campeones, campeones" y han dedicado un envenenado "Cumpleaños feliz" al Real Madrid.

Las muestras de entusiasmo de los aficionados se han repetido cada vez que el trofeo pasaba de mano en mano por cada jugador y cada técnico deportivista.

Al rato, la expedición del Deportivo se ha montado en un autobús, con una gran pancarta tanto delante como atrás y la leyenda "Campeones", en el que han recorrido los 10 kilómetros que le separaban del estadio de Riazor. A su paso por las calles coruñesas se han sucedido los vítores y los aplausos de los aficionados.

En esta instalación, más de 5.000 aficionados esperaban la llegada del equipo para tributar un nuevo homenaje de bienvenida y agradecer al conjunto que dirige Javier Irureta el éxito cosechado en el Bernabeu.

Las puertas de Riazor quedaron abiertas al público poco después de mediodía y durante la mañana ha sido incesante la llegada de aficionados.

El consejo de administración de la entidad ha reiterado que debido a los inmediatos compromisos oficiales del equipo -sábado ante el Rayo Vallecano en Riazor y martes contra el Arsenal en terreno inglés- se posponen los diversos actos oficiales tradicionales tras la consecución de un título, como son la ofrenda a la Virgen del Rosario, la patrocina de la ciudad, y una recepción oficial en el Palacio de María Pita, sede del Ayuntamiento.