Muere la esquiadora francesa Regine Cavagnoud dos días después de sufrir un accidente
La campeona mundial de supergigante chocó contra un técnico alemán mientras entrenaba en Austria
La esquiadora francesa Regine Cavagnoud, campeona mundial de supergigante, murió hoy en la Clínica Universitaria de Innsbruck, Austria, a consecuencia del grave accidente sufrido el pasado lunes mientras se entrenaba en una pista del glaciar alpino de Pitztal.
Con la muerte de Cavagnoud -última campeona del mundo y última ganadora de la Copa del Mundo de supergigante-, Francia ha perdido a la mejor de sus esquiadoras durante estos últimos años, el buque insignia de su equipo alpino.
Cavagnoud sufrió un espectacular accidente el pasado lunes al chocar a gran velocidad con el técnico de categorías inferiores alemán Markus Anwander -cuya vida también corre peligro-, mientras se entrenaba en el glaciar tirolés de Pitztal, muy próximo al de Soelden, donde el pasado sábado había sido tercera en el gigante que
abrió la Copa del Mundo.
Trasladada en helicóptero a un hospital de Innsbruck, la capital tirolesa, Cavagnoud falleció a consecuencia de las graves heridas cerebrales y los numerosos traumatismos -que afectaron, entre otros, al hígado y a los pulmones- sufridos en un accidente que se asemejó al sucedido en 1996 en España durante los entrenamientos para el descenso femenino de los mundiales de Sierra Nevada (Granada).
En aquella ocasión, la rusa Tatiana Lebedeva chocó contra el germano-estadounidense Harald Schoenhaar, miembro del jurado de la FIS (Federación Internacional), quien se cruzó inesperadamente en su camino en el "salto Jerónimo" de la pista de descenso, el 14 de febrero de 1996. Por fortuna, el desenlace no fue tan dramático: Lebedeva se fracturó la tibia derecha y Schoenhaar se rompió un pie.
El accidente del lunes en Pitztal ha tenido consecuencias muchísimo más graves y Cavagnoud se ha convertido en la última víctima mortal de un deporte en el que el éxito y la tragedia están a menudo separados por una línea muy estrecha.
La biografía de Cavagnoud, nacida el 27 de junio de 1970 en Thones (Francia), es la de una luchadora infatigable que siempre supo retornar a las pistas después de superar numerosas lesiones y que tuvo la tenacidad y la paciencia de esperar su gran momento de gloria, que no le llegó hasta los 30 años.
Convivir con la adversidad
Cavagnoud aprendió a convivir con la adversidad desde el comienzo de su carrera: en 1987 sufrió una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda; un año después se fracturó el hombro izquierdo y en 1989 se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha.
En 1994 y 1995 sufrió el calvario de una dolencia crónica en la espalda y en 1999, cuando se presentaba como una de las favoritas para las pruebas de velocidad de los mundiales de Vail'99, sufrió una caída que le provocó una tríada (rotura de ligamento cruzado interior, menisco y ligamento lateral interno).
La francesa, que participó en tres Juegos -Albertville'92 (Francia), Lillehammer'94 (Noruega) y Nagano'98 (Japón)- y en seis mundiales -Saalbach-Hinterglemm'91 (Austria), Morioka'93 (Japón), Sierra Nevada'96, Sestrieres'97 (Italia), Vail'99 (EE.UU.) y Sankt Anton'01 (Austria)- supo recuperarse de todas estas lesiones, que no la impidieron ganar ocho pruebas de la Copa del Mundo y subir en otras doce ocasiones más al podio. Fue cinco veces segunda y otras siete tercera: la última de ellas, el sábado.
Cavagnoud ganó cuatro supergigantes, tres descensos y un gigante de la Copa del Mundo y a lo largo de su carrera fue campeona de Francia en todas las disciplinas -incluida la combinada-, a excepción del eslalon.
El 2001 coincidió con sus mayores éxitos. Firmó una temporada sensacional, en la que ganó la Copa del Mundo de supergigante, tras subir al podio en las seis pruebas disputadas: venció tres veces -en Val D'Isere (Francia), Haus (Austria) y Cortina (Italia)-; fue segunda en otras dos -Aspen (EE UU) y Lake Louise)- y recogió el
Globo de Cristal de la disciplina tras ser tercera en Are (Suecia).
Pero el día más importante de su carrera llegó el pasado 29 de enero, cuando en los mundiales de Sankt Anton (Austria) logró el título mundial, tras superar en la pista Gertrud Gabl a la italiana Isolde Kostner y a la alemana Hilde Gerg, antes de declarar que esa medalla de oro compensaba "todo el sufrimiento pasado".
En agosto, entrenado en Chile, sufrió una nueva lesión en el tobillo izquierdo. Tuvo que parar un mes. Y regresó, de nuevo, con grandeza: fue tercera en el gigante inaugural de Soelden, por detrás de la austriaca Michaela Dorfmeister y de la suiza Sonja Nef.
Esta temporada contaba entre las favoritas, tanto para la Copa del Mundo, como para los Juegos de Salt Lake City (EE.UU.), que se disputarán en febrero. Por eso ni siquiera se tomó un descanso después de Soelden, a pesar de que la próxima prueba de la Copa del Mundo no se disputará hasta el 22 de noviembre.
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