Un Real Madrid cargado de suplentes cede ante el Lokomotiv (2-0)
El equipo blanco nunca ha ganado en Moscú
Un Real Madrid cargado de suplentes, el habitual para los partidos de trámite, ha salido derrotado de Moscú ante el Lokomotiv (2-0), en el partido que ha supuesto la despedida del equipo blanco de la primera fase de la Liga de Campeones. Con la eliminación de la máxima competición continental ya consumada, los moscovitas, mucho más incisivos, se han empleado a fondo para conseguir el punto que les catapultaba en la tercera ronda de la Copa de la UEFA.
La necesidad de al menos amarrar un empate de los hombres de Yuri Semin ha podido más que la camiseta blanca madridista, que ha vuelto a salir trasquilada, como el año pasado frente al Spartak, en una ciudad en la que nunca ha ganado.
Ante la derrota, el juego desplegado y las ausencias por descanso de jugadores como Raúl, Hierro, Figo o Zidane, lo mejor han sido los minutos que han disfrutado los hombres del filial. Hasta seis canteranos han comenzado en el equipo inicial -Miñambres, Pavón y Raúl Bravo- y han sido seis los que han acabado el partido con la salida en el segundo tiempo de Aranda, Valdo y Rubén.
Los locales, que compensan sus carencias con la fogosidad y el trabajo continuo, han encontrado el premio a su esfuerzo en un par de fallos de la zaga blanca, ambos en acciones a balón parado.
Maksim Buznikin rompió el devenir del partido a la media hora de juego al rematar un lanzamiento de falta de Dimitri Loskov, y el defensa Igor Cherevtchenko lo sentenció nada más iniciarse el segundo periodo, al rematar solo ante la portería un envío de un compañero tras la incapacidad madridista de sacar contundentemente el balón. Fue el ejemplo más palpable de que en determinados momentos hubo excesiva relajación ante la intrascendencia del encuentro para el Real.
La primera parte del conjunto de Del Bosque ha sido mejor que la segunda porque incluso ha tenido ocasiones claras, pero no las ha aprovechado por aciertos del meta Ruslan Nigmatullin, falta de acierto y mala suerte.
En la primera y más clara, en el minuto 17, un centro de Santiago Solari desde la izquierda fue rematado por Fernando Morientes, quien estrenaba capitanía, el meta ruso rechazó y Pedro Munitis, en carrera y a poco menos de un metro, estrelló el esférico en el poste.
El propio Solari, de lo más destacado en la escuadra española, disfrutó de un par de disparos que no terminaron en gol por poco, pero ahí se acabó el bagaje de peligro del Real Madrid, porque le faltó mordiente.
El Lokomotiv, sin embargo, ha cumplido con lo que tenía que hacer. Sin grandes alardes y con sus limitaciones, ha sido superior en líneas generales a un cuadro madridista que se ha dejado ir tras el descanso, pensando más en el vital encuentro ante el Barcelona del próximo domingo.
El Lokomotiv, en cambio, ha salido feliz y ha festejado su clasificación para la Copa de la UEFA en detrimento del Anderlecht belga, todo un logro para sus limitaciones y modestia. Su mayor ambición castigó a un Real Madrid que tuvo en la presencia de la cantera lo más positivo y que sigue sin ganar en la capital rusa.
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