_
_
_
_
FÚTBOL | Jornada de Liga

Un Valencia de brega

El Celta jugó sin ideas y empató frente a un rival que estaba en cuadro

De sus numerosísimas bajas, nació un Valencia más solidario y más junto, que empató merecidamente en Balaídos. El conjunto de Benítez no tuvo más remedio que recurrir a dos novatos (Garrido y Navarro) porque ya no le quedaban más futbolistas.

Aún así le plantó cara a un Celta sin más ideas brillantes que las que aportó Boban, que fue intermitente. El conjunto de Víctor careció de su fluidez habitual, tal vez nostálgico de Karpin y Mostovoi. Sánchez, por el Valencia, y Boban, por el Celta, representaron lo mejor de cada equipo.

Más información
Clasificación:: Primera división
Clasificación:: Segunda división

El Valencia tuvo un arranque inesperadamente fresco. Hizo de la necesidad virtud. El éxodo de sus internacionales, que se marcharon con sus selecciones, le resultó paradójicamente beneficioso: como estaba en cuadro, se quitó las ataduras, jugó con dos delanteros y uno de ellos, Sánchez, viejo conocido de Balaídos, armó la jarana. Este Sánchez es un tipo muy listo, un delantero instintivo que ha hecho fortuna con sus cuatro recursos: una cuarta de regate, medio kilo de anticipación y otro tanto de picardía. Y ahí está: un puñado de temporadas en primera línea, por mucho que se empeñe su empresa en contratar año tras año a un par de delanteros destinados a relegarle al banquillo.

Las novedades que exigía el guión le funcionaron a Benítez. También la de Marchena, que debutaba en Primera y lo hacía de medio centro, lo que supuso una ligera mejora en la circulación del balón en su equipo. Actuó con más verticalidad que el ausente De los Santos. Sin la presencia en el banquillo de Kily, Vicente recuperó la chispa del inicio de temporada. Todo esto propició una media hora notable del Valencia, que pudo sentenciar el encuentro de no haber sido por la pifia monumental de Salva, que remató a quemarropa muy mal.

Sin la agresividad de Karpin ni el talento de Mostovoi, el Celta pareció haber perdido buena parte de su personalidad. Le faltó fluidez. Hasta que despertó Boban. Empezó a carburar la cabeza del croata, a 10 minutos del final de la primera parte, y el Valencia ya estaba metido completamente en su área, muerto de miedo. Claro que para entonces, a Benítez se le acumulaban los problemas: se lesionó de un tirón Angulo y debutó el joven del filial Garrido como lateral derecho. De modo que Boban, viejo zorro, se marchó al extremo izquierdo para explotar las flaquezas del chaval, que se estrenó en Primera. El croata se dejó caer a las bandas y por ahí rompió a los infrecuentes laterales valencianistas. De una de ellas, de hecho, llegó el empate céltico. Se deshizo Boban de Marchena, aparentemente en falta, y su centro lo remató de tijera el francés Maurice de forma espectacular.

El Celta acabó el primer tiempo con el aspecto de ir a comerse en el segundo al Valencia, que estaba además amenazado por la expulsión de Albelda, constantemente requerida desde la grada y desde el banquillo céltico, de ahí que fuera amonestado Víctor Fernández. Empató de inmediato el cuadro gallego y el partido se hizo apasionante: de una portería a otra, sin reservas por ninguna de las dos partes. La reacción del Valencia, pese a su escasez de recursos, fue valiente: trató de ir a por el encuentro. De nuevo Salva erró ante Pinto al tiempo que Víctor dispuso de toda su percusión en ataque: Maurice, Edu y Catanha.

Benítez retrasó a Marchena a la defensa. Lo ubicó de tercer central. Y el Celta pasó un buen rato sin traspasar la línea valencianista. Curiosamente fue el cuadro de Benítez el que asumió el control del juego, a pesar de que ya contaba con otro novato en la categoría, el central Navarro, que cubrió la lesión de Marchena. Bastaron la clase de Djukic y Pellegrino para mantener erguido a su equipo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_