El Atlético reafirma sus intenciones goleando al Eibar (0-3)

El Atlético de Madrid ha vuelto a demostrar que este vez sí que está decidido a no dejar para la última jornada el ascenso a primera división. Esta vez parece querer resolver por la vía rápida. Dos partidos se han disputado en la presente campaña de segunda división y los dos los ha resuelto con victoria, sin recibir ni un solo gol en contra. Hoy le ha tocado la china al Eibar, el conjunto más veterano de la segunda división, al que se ha impuesto por 0 a 3. Y en Ipurúa, uno de los campos más complicados de la categoría de plata.

Los rojiblancos han intentado hacerse con el control del partido desde el primer minuto de juego, con una salida agresiva, como ya lo hicieran la semana pasada en el Calderón contra el Jaén. Y, también como la semana pasada, les ha costado, por lo que han tenido que hacer todo un alarde de paciencia y tenacidad.

No en vano, el Eibar es un conjunto que no hace la más mínima concesión cuando juega en su casa. Así, la primera mitad ha resultado espesa, con un Atlético al ataque sin demasiada claridad y una presión asfixiante por parte del conjunto armero. Ha tenido que ser el uruguayo Diego Alonso el que abriera la cuenta del Atlético. Es éste un delantero de los que llaman modernos, grande, no muy hábil, pero con una inmensa capacidad de trabajo. Dos apariciones suyas cuando ya se vislumbraba el final del primer asalto han puesto al equipo de Luis Aragonés en ventaja. Bien es verdad que no había creado demasiado peligro, pero es que el Eibar estaba más a destruir que a crear.

Con una ventaja ya importante en el marcador, el Atlético afrontaba la segunda parte a la espera de que el Eibar enseñara las uñas. Sin embargo, nada más empezar el segundo acto, Stankovic, exquisito todo el partido, enganchaba a la media vuelta un balón suelto en el punto de penalti, dejando ya a los armeros sin capacidad de reacción, con una losa encima que tal vez no merecían.

Pero el Atlético de este año no parece dispuesto a ceder ni un milímetro en sus intenciones. Con una renta suficiente como para echarse a sestear, el Atlético se ha dedicado a lo que más le ha caracterizado tradicionalmente, el contraataque, un arma que Luis maneja como pocos. Así, ha podido aumentar la cuenta, sin sufrir apenas los embates del oponente. A rescatar, una deliciosa maniobra de Correa que, a pase de Stankovic, ha hecho volar a Almunia tras un fabuloso recorte con una rosquita a la escuadra izquierda, que el portero vasco ha sacado milagrosamente.