México pone fin al mezquino viaje de Chile (2-0)
Puso el 1-0 Arellano, el más incisivo de los mexicanos. Aguirre le hizo jugar más adelantado, como segundo delantero, y perdió capacidad de sorpresa y llegada. Pero su persistencia para encarar, y su movilidad para el toco y me voy; fueron los mejores argumentos de un equipo al que le gusta avanzar en horizontal, cambiando tres o cuatro veces de banda el juego en cada ataque.
Enfrente, lo dicho: nada. Cuatro remates en la primera mitad, de Montecinos, que no necesita del trámite para ver puerta, y un acoso voluntarioso pero inofensivo en la segunda. Montecinos está realmente solo en Chile.
Hasta su socio del primer día, Navia, el joven aprendiz de Marcelo Salas, ha acabado el torneo contagiado de mediocridad. Cuando la necesidad obligó a Chile a abrirse, México, que había plegado velas en el segundo tiempo, aprovechó para ampliar el resultado al contragolpe y acabar con el mezquino viaje de Chile por el torneo. México ya es semifinalista, el primero de la Copa América.
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