Filadelfia se impone a Milwaukee en el partido definitivo y pasa a la final (108-91)

Y eso que en el primer cuarto el partido parecía abierto. Ray Allen, la estrella del equipo que dirige el ex madridista George Karl, respondía con soltura a las embestidas de Iverson. El problema de Allen, y por tanto de los Bucks, era la ausencia de otro de los grandes anotadores del equipo de Milwaukee: Scott Williams.

En el segundo asalto cambiaron las tornas y los de Filadelfia empezaron a dominar el encuentro. Una serie de 11 pérdidas de balón y una lesión en la rodilla de Ray Allen comenzaron a cavar la fosa de los Bucks. Al descanso, un marcador de 56-50 no hacía justicia a la superioridad de Iverson y compañía sobre la cancha.

La segunda mitad del séptimo partido de la final de la Conferencia Este fue un paseo para los de Larry Brown, que apoyaron en el campo el espectáculo de su estrella, Allen Iverson, que ofreció todo un recital de anotación.

A partir de ahora, los de Filadelfia lo tienen más complicado. Están en la final, pero en ella tienen como rival a un equipo que hace semanas que no conoce la palabra derrota: los Lakers de O'Neal y Bryant.