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Blogs / Cultura
El toro, por los cuernos
Por Antonio Lorca

Lorena Paricio, de un estudio sobre la carne de toro de lidia a representante de la afición catalana

Presidenta de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña y coordinadora de la Plataforma de Aficionados por la Tauromaquia, es una comprometida activista con la fiesta de los toros

Plaza Monumental de Barcelona en 2010.
Plaza Monumental de Barcelona en 2010.Albert García Espuche
Antonio Lorca

Lorena Paricio, nacida en Cataluña hace 40 años, trabaja como enfermera de atención primaria y especialista en Dietética y Nutrición, en un ambulatorio de Barcelona, y compagina esta actividad con un comprometido activismo taurino. Desde enero de 2021 es presidenta de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña y el pasado mes de mayo fue nombrada coordinadora de la Plataforma de Aficionados por la Tauromaquia.

Llegó al mundo de los toros a través del estudio, está convencida de que la fiesta tiene futuro (“si en Cataluña, que es el lugar más difícil, sigue habiendo afición, hay esperanza”, afirma), pero también opina que el aficionado no se puede limitar a pasar por taquilla “y necesita pelear por un papel más protagonista”.

Cuenta Paricio que, cuando era pequeña, acompañaba, de vez en cuando, a su madre a los toros, pero que, más que el propio espectáculo, le causaban una mayor impresión los numerosos mensajes antitaurinos que recibían los jóvenes en Cataluña, “de modo que si no creces junto a gente del toro, la afición no te llama”. Y así, se mantuvo al margen de la fiesta hasta que decidió ampliar su formación y, empujada por la curiosidad, investigó sobre la carne del toro de lidia para el trabajo fin de carrera.

“Cuando estaba descubriendo los toros, el Parlament decidió prohibirlos, dije que no y me hice aficionada por ilusión y por rabia”

“Entonces, apenas se había analizado sobre este asunto, y descubrí que es un superalimento, asimilable al cerdo ibérico”, afirma Paricio; “pero el estudio me llevó a descubrir un mundo previo y nuevo para mí: la vida del toro en el campo, las castas fundacionales, las ganaderías… y supe que aquellos mensajes antitaurinos que recibía no decían la verdad; ahí comenzó su afición a los toros”.

“Con más de 20 años empecé a entender lo que sucede en el ruedo”, continua Paricio; “y cuando yo estaba descubriendo ese mundo, viene el Parlament y nos dice que los toros hay que prohibirlos, y dije que no, que no me daba la gana aceptar la decisión de los políticos. En otras palabras, me hice más aficionada no solo por ilusión, sino también por rabia”.

La afición dio paso al compromiso, y se integró en la Unión de Taurinos y Aficionados de Cataluña (UTYAC), de la que fue secretaria durante nueve años. “Ese fue un movimiento, aún vigente, que nació con el objetivo de unir a la afición catalana y a los profesionales; organizamos muchas actividades, entre ellas varios congresos, y nos hicimos ver. No teníamos toros, pero sí una afición viva”.

Después, desde diciembre de 2020, Lorena Paricio es presidenta de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, que lidera a las siete peñas existentes en esa Comunidad Autónoma.

Lorena Paricio (tercera por la izquierda en la primera fila), con otros miembros de la Plataforma de Aficionados por la Tauromaquia.
Lorena Paricio (tercera por la izquierda en la primera fila), con otros miembros de la Plataforma de Aficionados por la Tauromaquia.A.L.

“Desde esta entidad”, prosigue, “defendemos la fiesta con los escasos medios que tenemos, ponemos en marcha seminarios y conferencias, hemos recuperado la Gala de la Tauromaquia catalana, mantenemos una activa presencia en las redes sociales y también un discreto diálogo con los políticos”. Y todo ello lo hacen con el apoyo de una subvención de 2.000 euros que les ha concedido por segundo año la Diputación Provincial de Barcelona y las cuotas de los asociados.

Otro detalle curioso es que la federación cuenta con una sede física, un piso en el barrio de El Ensanche de la capital catalana, propiedad de la Generalitat, cedido en los tiempos del presidente Jordi Pujol. “Resulta paradójico, pero así es la realidad”, comenta Paricio. “Pujol visitó en su día esta sede, nos dedicó unas palabras y nos hicimos fotos con él; yo creo que estuvo tantos años en el poder porque tenía contento a todo el mundo”.

Otro de los objetivos de la federación es establecer relaciones con las organizaciones de carácter nacional que les puedan prestar apoyo, tales como la Fundación Toro de Lidia, la Unión de Federaciones Taurinas de España o la Plataforma de Aficionados por la Tauromaquia.

“Necesitamos aficionados activistas; no debemos conformarnos solo con pasar por taquilla, hay que pelear por tener voz”.

Esta última se creó en abril de 2022, la integran 23 peñas y clubes taurinos de distintos puntos de España, y su objeto fundacional se basa en recuperar el papel protagonista de los aficionados, exigir a las administraciones públicas el cumplimiento de la ley que declara la tauromaquia como patrimonio cultural, y trabajar por la unidad de todos los sectores taurinos.

Lorena Paricio fue elegida coordinadora de este grupo el pasado mes de mayo, y comenta que la idea “tiene muy buena pinta y exige mucho esfuerzo”, pero “las sensibilidades y las necesidades son muy diversas en los distintos territorios”.

No obstante, asegura que no dudaron en participar para aprender de los demás, “y alertarlos: tened cuidado, porque lo que nos pasó a nosotros (la prohibición de los toros por parte del Parlament en 2010) le puede pasar a cualquiera”, añade.

Con motivo del último proceso electoral, y en nombre de la Plataforma, envió cartas al PSOE y PP pidiéndoles que incluyeran la tauromaquia en sus programas electorales, pero las respuestas, a su juicio, fueron decepcionantes. “En ambos casos sabemos que nuestra petición llegó a las esferas superiores”, comenta; “pero los socialistas no respondieron, y el partido de Feijoo nos dijo que lo tendrían en cuenta, pero no hicieron nada”.

Pregunta. ¿Qué papel juega hoy el aficionado en la fiesta de los toros?

Respuesta. Poca cosa. La sensación que tenemos y el motivo de nuestra queja es que no tenemos voz, y no nos hacen caso, a pesar de que el aficionado es quien mantiene el espectáculo. Aquel que se siente decepcionado deja de ir a la plaza, y no hay más.

P. Pero el único culpable, entonces, no es el sector…

R. Necesitamos aficionados activistas; no debemos conformarnos solo con pasar por taquilla. Debemos pelear por tener voz.

A pesar de todo, Lorena Paricio se muestra optimista sobre el futuro. “Claro que sí”, enfatiza. “Si en Cataluña sigue habiendo afición, cómo no va a haber esperanza en el resto de España. Aquí existe una escuela taurina privada a la que acuden chicos y chicas muy jóvenes que no proceden de familia taurina a excepción de uno, y esa es la razón más fuerte para ser optimistas”.

P. ¿Pero habrá algún día toros en Cataluña?

R. Esa es la gran pregunta. Si Balañá [dueño de la plaza Monumental de Barcelona] quisiera… Cuando hablé con él me lo dejó bien claro: la situación sociopolítica catalana no le permitía ofrecer toros. No depende de los aficionados, que solo podemos ser pesados y hablar con los políticos para que el edificio no se dedique a otros menesteres.


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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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