Una tierra al compás de los sentidos
El mejor flamenco, vinos con un carácter único y generoso, los carnavales más mordaces o tradiciones centenarias hacen de la Cádiz más atlántica un auténtico buque insignia de la cultura y la gastronomía
Al apearse en la estación de tren de Jerez de la Frontera puede que el viajero se sorprenda con la armonía que desprende esta ciudad gaditana, como si todo empastase y la vida se moviese al compás de simples y redoblás (el ritmo de palmeo flamenco). No es de extrañar: de aquí han salido leyendas del flamenco como La Paquera, Lola Flores, José Mercé o Diego Carrasco, entre muchos otros. Se suma el clima, suave y agradable, el verde de los naranjos que inundan las calles de casas bajas y la tranquilidad de una urbe que, a pesar de alcanzar los 200.000 habitantes, presume de un ambiente de pequeño pueblo acogedor. Una visita que invita a seguir descubriendo la vertiente atlántica de Cádiz.
Cuna del mejor pescaíto frito y del carnaval más mordaz e ingenioso, de aquí partió una de las grandes gestas históricas como fue la primera vuelta al mundo y aquí nacieron los famosísimos vinos de Jerez –generosos (es decir, más fuertes y añejos), de licor y naturales–, amparados por la denominación de origen vinícola protegida (DOP) Jerez-Xèrés-Sherry. Todo un viaje por los sentidos y el arte en su mayor amplitud.
No es solo vino todo lo que reluce
“El atractivo turístico de nuestra denominación de origen vinícola no es algo reciente y no se debe solo a sus vinos, sino también a sus paisajes, sus playas, su patrimonio histórico y cultural y su clima”
Vivir un carnaval emblemático y lleno de ingenio
Febrero es sinónimo de carnaval, una palabra cuya etimología procede del latín carne-vale (adiós a la carne’) y del ritual católico que tiene lugar inmediatamente a la Cuaresma –el periodo de 40 días previo a la Pascua–. El de Cádiz ha adquirido una extraordinaria fama mundial por el clamor de su fiesta, los disfraces (conocidos como tipos) y el ingenio de los gaditanos para expresar, con sátira, su opinión sobre la actualidad en forma de coplas en clave humorística, conocidas como chirigotas.
Declarado de Interés Turístico Internacional, el Carnaval de Cádiz 2024 dará comienzo oficialmente el 8 de febrero –un jueves, como es tradición– con el alumbrado de la ciudad, y concluirá el 18 de febrero. Esto es lo que hay que saber para no perderse nada de esta fiesta.
Por qué Jerez es la cuna del flamenco
De los barrios jerezanos de Santiago y San Miguel –conocido como el barrio de la Plazuela– han salido leyendas del flamenco como Lola Flores, La Paquera, José Mercé Los Moneos, Agujetas, Diego Carrasco o Luis de la Pica, entre muchos otros. Un legado que ha convertido a la ciudad en la cuna del flamenco –Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco– y que llena de orgullo a jerezanos como Beatriz Morales que, además, es bailaora. A través de sus ojos (y de sus pies) visitamos los rincones flamencos más auténticos y relevantes de la localidad.
Una forma de pesca que se mantiene desde el siglo VII
Los corrales de pesca forman un original conjunto histórico, cultural y paisajístico de la costa gaditana, de vital importancia en ciudades pesqueras como Chipiona. Se ha documentado el uso de este tipo de infraestructuras para mariscar desde la época árabe (a partir del siglo VII), aunque se cree que sea un legado incluso más antiguo.
Los corrales de pesca son trampas gigantes que funcionan con la marea, recintos cercados por un muro que comunica con el mar a través de caños. Al bajar la marea, el agua forma lagunas entre las rocas. La mejor época de pesca en los corrales es de enero a mayo para el choco –o sepia- y de mayo a octubre, para el pescado. Aunque sigue estando permitida la captura pero no la venta (lo pescado debe devolverse al mar), existen asociaciones como Jarife que trabajan para la preservación de estos espacios y el mantenimiento de esta tradición pesquera centenaria.
La oficina de Turismo de Chipiona propone visitas guiadas para conocer estos enclaves de tradición pesquera a pie y cómo es ‘echar la marea’, la forma en lo que los mariscadores llaman a pescar en estos corrales.
1. Los mariscadores van hurgando debajo de las rocas con sus jarifes, un útil en forma de aguja de hierro. Foto: Víctor García
2. Cada laguna es conocida por los pescadores con un nombre alusivo a sus características peculiares, por ejemplo, los Hoyos o el Rincón. Foto: Antonio Blanco
3. Los mariscadores echan un poco de aceite de oliva al agua de vez en cuando para calmarla y tener mejor visibilidad del fondo. Foto: Víctor García
1. Los mariscadores van hurgando debajo de las rocas con sus jarifes, un útil en forma de aguja de hierro. Foto: Víctor García
2. Cada laguna es conocida por los pescadores con un nombre alusivo a sus características peculiares, por ejemplo, los Hoyos o el Rincón. Foto: Antonio Blanco
3. Los mariscadores echan un poco de aceite de oliva al agua de vez en cuando para calmarla y tener mejor visibilidad del fondo. Foto: Víctor García
Un pescado menudo con apellido (y mucha fama)
Lo que sí se pesca en aguas mediterráneas y atlánticas y se comercializa en territorio gaditano –y otras zonas de Andalucía– es el pescaíto que, como su propio diminutivo indica, es una categoría de pescados de pequeño tamaño. Desde boquerones, pijotas, chopitos, sardinas, gambas, salmonetes o huevas hasta trozos de piezas mayores como calamar, cazón o morena.
Aunque a este pescaíto le falta un apellido: la insignia de la gastronomía gaditana es el pescaíto frito: piezas de estos pescados rebozadas en harina de almorta o trigo, fritas en aceite de oliva y espolvoreadas generosamente con sal, el único condimento que se le permite a este plato.
En toda la provincia de Cádiz, como no podía ser de otro modo, es costumbre acompañar la fritura (recién hecha para conservar su crujiente) con vino fino de Jerez, o un vino manzanilla de Sanlúcar de Barrameda.
Vinos de Jerez por todos los sentidos
El vino se cata por todos los sentidos, o eso al menos es lo que proponen desde Winable, una empresa enoturística afincada en Jerez de la Frontera, pero que opera por todo el territorio gaditano. Su máxima es dar a conocer los vinos de Jerez, pero de “una manera un tanto diferente”, como explica su responsable, José Luis Baños. “La idea es generar una experiencia inolvidable, y para eso recurrimos a todos los sentidos, pero no siempre a la vez. Privarnos de un sentido, agudiza los otros”, añade.
La cata Sensación del vino comienza a ciegas, vendando los ojos a los participantes. A cada vino de Jerez le acompaña una música o un sonido. “La salinidad que tiene el fino, debido a las tierras de viñedos próximas al mar, se ve reflejada en una inmersión acústica, escuchando el sonido de un oleaje”, pone de ejemplo Baños. Ninguno de los vinos se revela hasta el final de la cata cuando, entonces sí, se proporciona toda la información acerca de sus características y elaboración.
Descubriendo a la reina jerezana por excelencia
Hace 20 años, la familia García decidió apostar por la única especie animal capaz de generar miel y otros alimentos que se pueden consumir sin procesar y de la que depende –junto a otros insectos polinizadores– la vida en nuestro planeta. “Que un bichito tan pequeño como la abeja sea capaz de producir tanto es increíble”, afirma José Manuel García, uno de los cinco hermanos que encabezan la cooperativa familiar de apicultura y agricultura sostenible Museo de la Miel y las Abejas–Rancho Cortesano, ubicada en plena sierra jerezana. En este enclave natural se concentran hasta 2.000 colmenas. El museo pretende dar a conocer la importancia de las abejas con talleres, visitas guiadas a los colmenares, material didáctico y productos consumibles.
La gesta que demostró que la Tierra es esférica
El 20 de septiembre de 1519, una flota de cinco navíos partió del puerto de Sanlúcar de Barrameda bajo el mando de Hernando de Magallanes. Lo que no sabía entonces este explorador portugués a las órdenes de la Corona de Castilla es que estaba iniciando la primera vuelta al mundo, una circunnavegación que demostraría de manera práctica que la Tierra es esférica. En esta aventura, que duró tres años y finalizó el navegante español Juan Sebastián Elcano, se descubrió, entre otros lugares, el estrecho que une el océano Atlántico con el Pacífico.
La ciudad gaditana de Sanlúcar de Barrameda está repleta de simbolismo que conmemora aquella gesta histórica. Aquí, un recorrido por alguno de esos lugares:
Hectáreas 7.000
Variedades de uva
Blanca
- Palomino
- Pedro Ximénez
- Moscatel
Vinos generosos de sabor y variedad
La DOP Jerez-Xèrés-Sherry da nombre a una tipología de vinos muy característica: de gran variedad aromática y de sabor. Los vinos de Jerez son uno de los grandes valores de la enología española, con una larga tradición de siglos. Entre sus conocidos como vinos generosos (es decir, más fuertes y añejos) se encuentra el fino y el manzanilla, que son los más secos y ligeros, con un sabor fresco y afrutado. El oloroso es un vino más dulce y aromático, mientras que el amontillado y el palo cortado son vinos más complejos y profundos, con un sabor intenso y un aroma a nuez. Además, la DOP también tiene vinos generosos de licor como el Pale Cream, Medium o Cream, o los vinos naturales, como el Moscatel o el Pedro Ximénez, con sabor a pasas y aromas de caramelo.
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