Una versión de Alicante no tan conocida
Pueblos parados en el tiempo, vinos de tradición regia que maduran durante décadas en pequeñas bodegas olvidadas o tesoros naturales que combinan lo mejor del mar y la montaña. La DOP Alicante ofrece al viajero conocer la otra Costa Blanca pero también un interior con el sello del tiempo y el reposo
Adentrarse en la antigua bodega Ferrero, en el municipio alicantino de Canyada, es un viaje al pasado. Todo permanece igual que cuando sus propietarios cerraron sus puertas en los años 60. Enormes barricas de madera de roble reposan sobre grandes estructuras cubiertas de telarañas, únicos testigos de lo que ha ocurrido en esta bodega durante las últimas seis décadas. En su interior ha ido madurando un vino único en el mundo, el fondillón de Alicante. Hace cuatro años se retomó la actividad de esta bodega, rebautizada como Colección de Toneles Centenarios.
El tiempo y el reposo que necesita este vino es la metáfora perfecta para comprender el patrimonio de la denominación de origen vinícola protegida (DOP) Alicante, que comprende buena parte de la provincia y cuya calidad de sus vinos es reconocida por el sello de protección europeo. Una región donde el tiempo se paró hace décadas y, en algunos casos, siglos. Una versión de la Costa Blanca más desconocida, de pequeños pueblos de enorme mestizaje cultural, dominados por castillos que recuerdan un pasado majestuoso, formaciones naturales de hace millones de años, escenarios históricos en los que terminó la Segunda República española o factorías de juguetes que hoy fabrican nostalgia. Todo lo que fue trascendental para la Historia queda honrado y enmarcado en este territorio de tradición vitivinícola.
Una región auténtica y unos vinos únicos
“La DOP Alicante representa una visión diferente del imaginario turístico de la zona. Es la provincia de Alicante en su versión más auténtica, de pueblos con encanto, de interior y de costa, y de un de paisaje de viñedos que dan vinos únicos en el mundo”
El vino que cautivó al mundo en una zona desconocida
El fondillón es un vino único y exclusivo de la DOP Alicante. De sabores y aromas dulces, este caldo ya cautivó al mismísimo rey francés Luis XIV, y por ello se convirtió en el preferido de la burguesía europea. La filoxera y las guerras del siglo XX fueron debilitando su producción y su fama. Hoy, la bodega Colección de Toneles Centenarios, recuperada tras seis décadas de inactividad, es una de las 10 que produce este tipo de vino en todo el mundo. Su director, David Carbonell, nos descubre en este video los secretos sobre el fondillón y la gastronomía más característica del interior de Alicante.
El epicentro de la cultura mediterránea
Se la conocía como la estación de Murcia, porque desde ella partían los trenes a la, hoy, contigua comunidad autónoma, pero cesó su actividad ferroviaria en 1974. Hoy, la estación de ferrocarril de Benalúa, en el barrio homónimo de la ciudad de Alicante, ya no acoge viajeros, pero sí a cualquier visitante que quiera descubrir la cultura mediterránea en todas sus facetas.
El edificio, que sufrió una importante remodelación a cargo del arquitecto Manuel Ocaña, es desde 2009 sede de Casa Mediterráneo, una institución pública dependiente del Ministerio de Exteriores que organiza todo tipo de actividades para poner en valor el conocimiento mutuo y el acercamiento entre España y el resto de los países de la cuenca mediterránea. Durante todo el año existe una amplia programación de eventos en áreas tan diversas como la cultura, la economía, el cambio climático, la igualdad de género o la innovación científica y tecnológica.
Recomendaciones literarias para descubrir la ‘terreta’
En el centro de la ciudad de Alicante, a unas pocas manzanas de la estación de AVE, se encuentra la librería 80 Mundos, un referente cultural desde 1984. Su fundador, Fernando Linde, traspasó en 2018 este templo de la cultura a cuatro jóvenes y entusiastas libreros: Sara J. Trigueros, Carmen Juan, Ralph del Valle y Marina Vicente. Al año siguiente, 80 Mundos recibió el Premio a la Mejor Librería Cultural de España, un galardón otorgado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) por su agenda de actividades culturales de lo más variada, que aún mantiene. Desde presentaciones, recitales o cuentacuentos hasta talleres de escritura y expresión artística y teatral, clubes de lectura o catas de vino literarias. Carmen Juan recomienda algunas lecturas para descubrir la terreta, como se llama aquí cariñosamente a la ciudad y provincia de Alicante:
El pueblo donde los adultos disfrutan como niños
El municipio de Ibi es una especie de Nunca Jamás, el país en el que Peter Pan, el personaje literario que James Matthew Barrie creó en 1904 y que después Disney llevó a la gran pantalla, se resistía a crecer. Y es que esta localidad alicantina de la subzona vinícola de L´Alcoià alberga el museo Valenciano del Juguete, una enorme colección de artículos de este tipo. El edificio es precisamente la fábrica de algunos de los modelos que alegraron la infancia a esos niños que hoy son adultos: la factoría Payá.
En esta nave de 1912 se pueden encontrar esos emblemáticos juguetes de hojalata como coches, camiones de bomberos, aviones, trenes... O aquellas cocinas que simulaban las de carbón y gas, tan famosas a mediados del siglo XX. Además, el municipio de Ibi acoge otro espacio de colección que hará las delicias de los adultos más tecnológicos: el museo del Videojuego, con más de 300 máquinas arcade fabricadas desde los años 70.
Elda, la capital de España durante 10 días
La ciudad de Elda es una de las poblaciones más reconocidas de la Costa Blanca, no solo por su afamado sector del calzado, sino por ser la última sede del gobierno republicano en España.
A finales de febrero de 1939, en la recta final de la Guerra Civil y ante el asedio sublevado en buena parte del país, el gobierno de la Segunda República se trasladó a Elda por su buena conexión por carretera con Madrid, por su línea férrea y por disponer de un pequeño aeródromo. Los órganos gubernamentales y ministeriales se instalaron en diferentes edificios de la ciudad. La calle Nueva se convirtió en el epicentro de la actividad política. Elda acogió y alojó a miembros del Partido Comunista vinculados al gobierno como Dolores Ibárruri, Enrique Líster, Juan Modesto, Rafael Alberti o María Teresa León, entre otros.
Diez días después de convertir a Elda en fortín republicano, Juan Negrín –el último presidente de aquel Gobierno– anunció a los dirigentes comunistas la decisión de abandonar España ante la inminente derrota republicana. El viaje hacia el exilio se realizó desde el aeródromo de El Fondó. El 29 de marzo de 1939 las tropas sublevadas entraron en Elda.
En la actualidad, el Ayuntamiento de Elda realiza cada trimestre la ruta teatralizada Las voces de la República, una ruta por la ciudad de la mano de guías, actores y actrices que da a conocer este episodio de la historia de España. Un recorrido por edificios como la casa de las Beltranas, el Casino o el teatro Castelar, joyas del patrimonio local de relevante protagonismo en aquellos días. También existe el itinerario libre Elda Republicana, que se realiza a través de una guía digital que se entrega en la propia oficina de Turismo de la ciudad.
1. La visita teatralizada 'Las voces de la República' recorre Elda y se adentra en edificios emblemáticos que aún siguen en pie. Foto: Ayuntamiento de Elda
2. Emilio Castelar, originario de Elda, fue presidente de la Primera República entre 1873 y 1874. Un monumento en la plaza homónima lo conmemora. Foto: Ayuntamiento de Elda
3. La finca El Poblet se convirtió en la residencia del gobierno de la Segunda República y allí se celebraron los últimos consejos de ministros en suelo español, como el de la recreación de la imagen. Foto: Ayuntamiento de Elda
1. La visita teatralizada 'Las voces de la República' recorre Elda y se adentra en edificios emblemáticos que aún siguen en pie. Foto: Ayuntamiento de Elda
2. Emilio Castelar, originario de Elda, fue presidente de la Primera República entre 1873 y 1874. Un monumento en la plaza homónima lo conmemora. Foto: Ayuntamiento de Elda
3. La finca El Poblet se convirtió en la residencia del gobierno de la Segunda República y allí se celebraron los últimos consejos de ministros en suelo español, como el de la recreación de la imagen. Foto: Ayuntamiento de Elda
La fortaleza de una provincia llena de castillos
En el interior o dominando la costa, si algo caracteriza y llena de orgullo a la provincia de Alicante son sus castillos. Fortificaciones erigidas hace siglos que mezclan diferentes legados culturales, hablan del pasado de sus pueblos y dibujan el paisaje en toda la región. Estas son algunas de las fortalezas alicantinas mejor conservadas y visitables:
Por qué elegir entre mar y montaña si se puede tener todo
Custodiando el término municipal de Altea desde el norte y dividiendo en dos las subzonas vinícolas de Marina Alta y Marina Baja, se levanta la imponente sierra de Bèrnia, un tesoro natural de la Costa Blanca situado a 1.128 metros sobre el nivel del mar. Es la formación montañosa más alta y próxima al mar de toda la Península.
Un enclave natural para recorrer a pie o en bicicleta y descubrir su valor ecológico. Esta sierra tiene hábitats muy diferenciados que acogen una fauna muy diversa. En las peñas más altas vuelan aves como las chovas piquirrojas, el águila perdicera o el halcón peregrino. En tierra, son característicos reptiles como el lagarto ocelado o la culebra de herradura, además de comadrejas y zorros.
Con nueve kilómetros de longitud y formando parte del extremo oriental de la cordillera Prebética, el macizo de Bèrnia forma una imponente crestería de roca caliza de hace millones de años en las que destacan impresionantes fallas y cuevas.
Un festival de tradición, cultura y naturaleza
La localidad de Alcalalí y sus alrededores ofrecen uno de los paisajes más impresionantes de la provincia. Un entorno natural dominado por el almendro que cada febrero alcanza su máximo florecimiento. En honor a esta tradición de la naturaleza nació hace siete años el festival Feslalí que, pese a la desaparición en las últimas temporadas de muchos almendros por culpa de una bacteria, sigue manteniendo la esencia de esta celebración.
Cada año, la programación de actividades gira en torno a los valores culturales y naturales de esta zona de Marina Alta. El pueblo entero se vuelca para ofrecer durante todo el mes de febrero conciertos y actividades para todos los públicos, rutas de senderismo y bicicleta y hasta maratones fotográficos. Un festival que ha conseguido situar a Alcalalí en la agenda cultural de la provincia de Alicante.
Hectáreas 8.900
Variedades de uva
Blanca
- Moscatel de Alejandría
- Airén
- Subirat Parent
- Chardonnay
- Macabeo
- Merseguera
- Planta fina de Pedralba
- Sauvignon blanc
- Verdil
Tintas
- Monastrell
- Garnacha Tintorera
- Garnacha tinta
- Bobal
- Cabernet Sauvignon
- Merlot
- Pinot Noir
- Petit Verdot
- Syrah
- Tempranillo
Un territorio diverso y una amplia carta de vinos
La DOP Vinos de Alicante colabora con más de 40 bodegas y 2.000 agricultores que conforman este gran territorio vitivinícola dividido en ocho comarcas: Marina Alta, Marina Baja, El Comtat, L’Alcoià, L’Alacantì, Vinalopó Alto, Vinalopó Medio y Vinalopó Bajo. La riqueza de los suelos y los matices de sus climas –de características costeras, de montaña e interior– ofrecen variedades regionales de reconocida calidad. Los vinos blancos presentan tonos muy pálidos y limpios, con sus características de aromas a flores blancas: azahar, jazmín, azucena… De los tintos, el más característico es el de la uva monastrell, intensa, de toques tostados y con gran cuerpo y aromas a mora, ciruela y cereza.
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