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Hannah Arendt y otras nueve pensadoras de película para descubrir en plataformas

Un repaso a las historias de mujeres como Maria Montessori, Lou Andreas-Salomé y Angela Davis, que se han contado en la pantalla grande

Este jueves 4 de diciembre se cumplen 50 años de la muerte de Hannah Arendt, insigne filósofa y politóloga alemana, cuyos estudios y tesis siguen teniendo una vigencia absoluta. Obras como Sobre la violencia, Los orígenes del totalitarismo y Eichmann en Jerusalén resultan fundamentales para la comprensión del trágico siglo XX, pero también como apoyo para nuestro convulso siglo XXI. Así que, aprovechando la efeméride, nos hemos propuesto hacer un repaso cinematográfico por algunas de las más importantes figuras femeninas que dedicaron su existencia al pensamiento filosófico, culminando precisamente con la película de hace unos años sobre Arendt.

Al no estar en plataformas y ser complicadas de encontrar incluso en formato físico, de la pieza han quedado fuera títulos interesantes como The Seventh Chamber (1996), de Márta Mészáros, sobre santa Edith Stein, y Christine Cristina (2009), de Stefania Sandrelli, acerca de la filósofa y poeta humanista del siglo XV Cristina da Pizzano. Pero la selección ofrece una clara muestra de las dificultades que experimentaron en un mundo en el que el poder lo ejercían los hombres, y de paso manifiesta la evidente transformación del cine en las últimas dos décadas, con la continua reivindicación de mujeres desconocidas para buena parte del público.

Lou Andreas-Salomé (2016), de Cordula Kablitz-Post

Una niña interesada en Dios; una adolescente cautivada por Spinoza. Así creció Lou Andreas-Salomé (1861-1937): inconformista, independiente, contestataria, libertaria. Una mujer inmersa en las vanguardias intelectuales de su época, cuya primera novela debió ser escrita bajo el seudónimo de un hombre, y de obra diversa: ficción, crítica, ensayo, psicoanálisis, filosofía. Estudiosa de la sexualidad femenina, buscadora de la liberación de la mujer a principios del siglo XX, enamoró al prestigioso poeta Rainer Maria Rilke, quince años menor —algo prohibitivo en aquella época—, con el que mantuvo una preciosa amistad teñida de pasión hasta la muerte de él. Y junto a los filósofos Paul Rée y Friedrich Nietzsche formó un triángulo de trabajo mítico, no exento de pulsiones sexuales, que Liliana Cavani había llevado al cine en Más allá del bien y del mal (1977). Kablitz-Post, directora de la película alemana sobre su existencia, juega con todas sus épocas, hasta aglutinar un retrato creativo en lo artístico, con bonitas figuraciones pictóricas, y reivindicativo en cuestión de género. Disponible en Filmin.

Enmienda XIII (2016), de Ava DuVernay

Documental de DuVernay candidato al Oscar, acerca del sistema legal, penal y penitenciario en Estados Unidos, y las actuaciones de diversos presidentes republicanos y demócratas tras la abolición de la esclavitud. Una situación que, según se dice textualmente, ha mantenido a la población afroamericana como aspirante perpetuo a la criminalidad. La filósofa y activista Angela Davis (Birmingham, Alabama, 1944), que sufrió las acometidas de las administraciones de Nixon y Reagan, FBI mediante, tiene una importancia fundamental en la película. Hoy reputada intelectual y profesora de Historia de la Conciencia, fue considerada como una de las criminales más buscadas, acusada de asesinato y secuestro en 1972, y llevada a juicio, donde se dice que “devastó a la fiscalía” y salió libre. Afirma Davis: “El complejo sistema de prisiones actual es heredero del sistema esclavista de entonces”. La canción Sweet Black Angel, del disco de los Rolling Stones Exile on Main St., está dedicada a ella. Disponible en Netflix.

Ágora (2009), de Alejandro Amenábar

Después del éxito de Los otros en medio mundo, sobre todo en EE UU, y del Oscar a la mejor película de habla no inglesa para Mar adentro, Amenábar realizó su proyecto más ambicioso: recuperar la figura de Hipatia de Alejandría, filósofa, matemática y astrónoma del siglo IV d. C., miembro de la escuela neoplatónica. Película de impecable aspecto, con un presupuesto de 50 millones de euros, Ágora formó parte de la sección oficial del Festival de Cannes, aunque fuera de concurso. Claramente dividida en dos mitades, la primera se ocupa de las enseñanzas en su escuela para los hijos de las élites, y del asalto a la biblioteca de Alejandría por parte de la violenta hermandad cristiana de los talaborani, mientras la segunda trata la relación de Hipatia con Orestes, prefecto imperial de Alejandría y brillante exalumno, y la búsqueda de lo que más de 1.000 años después sería el modelo astronómico del heliocentrismo, además de su trágico final. Al frente del reparto, una estrella entonces en la cumbre, Rachel Weisz, y un casi desconocido actor que hoy es otra estrella: Oscar Isaac. Disponible en Netflix, Prime Video, Movistar y SkyShowtime.

Visión. La historia de Hildegart Von Bingen (2009), de Margarethe Von Trotta

En un siglo XI de bajas supersticiones, que por fin dejaba atrás el miedo al fin del mundo del año 1000, una monja criada en un convento desde niña se convirtió en una mujer adelantada a su tiempo. Rebelde como Teresa de Jesús, y amenazada por la alta curia con la excomunión, Von Bingen, ya como madre superiora, fue una precursora del feminismo, solicitó la independencia de su congregación y denunció los abusos a sus monjas (“vírgenes desprotegidas”) por parte de ciertos sacerdotes: “Parece que al hombre le es más difícil que a nosotras resistir las tentaciones de la carne”. En la película de Von Trotta, protagonizada por Barbara Sukowa, la cuestión filosófica se ve empequeñecida por la política, la humana y la teológica, pero entre sus teorías está la concepción del hombre como un todo en el cosmos: “El ser humano no se halla frente al mundo, sino que forma parte de él”. Disponible en Filmin y Acontra+.

Violette (2013), de Martin Provost

Simone de Beauvoir es un personaje secundario en la película sobre la vida de la escritora Violette Leduc, pero su personalísima figura y sus ideas pululan de un modo fundamental en la historia. Leduc, autora de Estragos y La bastarda, amiga de triunfadores a la que le costó triunfar, va forjando con Beauvoir una relación en principio profesional y un tanto distante, que más tarde fue convirtiéndose en plena. Sandrine Kiberlain, intérprete de la filósofa existencialista, le otorga un toque sereno y disciplinado, inspirado en la autoridad moral e intelectual que ejercía, y en su ética de la responsabilidad. “El matrimonio hoy es una impostura. Para la mayoría es el comienzo de la esclavitud”, le dice Beauvoir, y la famosa cita “no se nace mujer, se llega a serlo”, de su obra Segundo sexo, se explicita en la figura de Violette. Por la película sobre Leduc, además de Beauvoir, desfilan los escritores Jean Genet y Maurice Sachs, y el editor Gaston Gallimard. Disponible en eBiblio.

Rosa Luxemburgo (1986), de Von Trotta

De nuevo, Von Trotta en la dirección, y Sukowa como protagonista absoluta, pero esta vez con una mujer mucho más conocida que Von Bingen. La película se narra a través de sucesivos flashbacks desde sus estancias en la cárcel, acusada de difundir propaganda revolucionaria y por encabezar protestas contra la Primera Guerra Mundial. Quizá más episódica que coherente estructuralmente, Rosa Luxemburgo es un volcán de ideas y de acontecimientos no siempre bien hilados dramáticamente, pero no resulta nada fácil resumir una existencia y un corpus de pensamiento como aquellos. “Usamos la agitación, no las armas”, dice en el primer acto de un relato que trata el hartazgo del parlamentarismo por parte de la pensadora (“para vosotros cada paso que se da es un salto”), su distinción entre reforma y revolución, y la idea del movimiento de masas como motor de la historia, además de narrar su tormentosa relación sentimental con el marxista revolucionario Leo Jogiches. Disponible en YouTube.

María querida (2004), de José Luis García Sánchez

“El verdadero proceso de la filosofía —y su progreso, de haberlo— estriba en descender cada vez a capas más profundas de ignorancia; a adentrarse en el lugar de las tinieblas originarias del ser y de la realidad”, afirmaba María Zambrano, ya en su vejez y ante un grupo de periodistas, el día que le concedieron el premio Cervantes, en 1988. Y así lo muestran García Sánchez y Rafael Azcona, su coguionista, en esta película metalingüística que juega con el cine dentro del cine (con cierta insuficiencia): una mujer directora filma un documental sobre la pensadora española, se convierte en su amiga, y las imágenes documentales se fusionan con la ficción en una suerte de historia sobre la historia. Pilar Bardem obtuvo una nominación al Goya a la mejor actriz interpretando a este símbolo del exilio de los intelectuales republicanos, discípula de Ortega y Gasset, que basó su pensamiento en la poesía como fuente de la filosofía, y en el amor como la pasión más fuerte de la existencia. Disponible en Acontra+.

Maria Montessori (2023), de Léa Todorov

El revolucionario método educativo Montessori, que busca estimular los sentidos y fomentar el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los críos, adaptando el entorno a sus capacidades y fomentando la socialización a través de la agrupación por edades, ocupa el núcleo de esta emocionante película francesa. Cautivadora, sobre todo, por la sobrecogedora labor de Todorov con los niños con diversas discapacidades que interpretan a los entonces tristemente llamados “deficientes” del año 1900. La italiana Montessori, también filósofa además de doctora en medicina, psiquiatra y pedagoga, enraizaba su método en la ética de la autonomía de Kant, en una profunda confianza en la capacidad del ser humano para aprender, y en la educación como proyecto ético y político de carácter global. Además, se da la nada baladí circunstancia de que la directora es hija del filósofo búlgaro Tzvetan Todorov y de la escritora feminista Nancy Huston. Disponible en Prime Video.

Iris (2001), de Richard Eyre

Antes de dedicarse a la literatura de ficción, Iris Murdoch (1919-1999) publicó varios ensayos filosóficos e impartió clases de la materia en la Universidad de Oxford. Un tiempo en el que indagó en la importancia de la vida interior para la acción moral, sobre todo en tiempos de pérdida de la fe religiosa, y en la exploración de los fundamentos del bien, que definía no como un objeto de conocimiento sino como una función de la voluntad. La película de Richard Eyre abarca dos etapas fundamentales de su vida, que se van desarrollando alternativamente, uniendo experiencias e ideales: su juventud en la universidad, y sus días finales, marcados por el alzhéimer, cada una de ellas interpretada, respectivamente, por Kate Winslet y Judi Dench, y siempre con John Bayley, profesor de literatura, como eje de su corazón a lo largo de 45 años de matrimonio. Jim Broadbent, intérprete del marido, obtuvo el Oscar al mejor actor de reparto. Disponible en alquiler en Amazon.

Hannah Arendt (2012), de Von Trotta

Tercera película de Von Trotta en esta pieza, y tercera con Barbara Sukowa, que debe tener cara de filósofa. Arendt, alemana exiliada desde 1933, primero en Francia y después en EE UU, acude en 1961 al juicio contra Adolf Eichmann en Jerusalén, enviada por la revista The New Yorker, y acaba publicando un libro fundamental acerca del proceso, la personalidad del acusado y el Holocausto en sí mismo. Judía y amante juvenil de Martin Heidegger (posterior simpatizante del nazismo), cuando ella tenía 17 años y él era un padre de familia de 35, esta politóloga y filósofa surge siempre en la película como una pensadora. Cigarrillo en mano, tumbada en su sofá, desgrana acciones, reflexiona sobre ellas y saca conclusiones, aunque siempre después de dudar. Un informe sobre la banalidad del mal se subtituló aquel ensayo. Y Arendt remachó de este modo el concepto: “Ante el cual, las palabras y el pensamiento se sienten impotentes”. Disponible en Filmin.

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