Sidecars: “No somos buenos músicos, pero la mezcla de los tres genera carácter”

El pasado lunes, a pocos días de arrancar su gira, Sidecars presentó un adelanto de lo que han estado preparando a un grupo de suscriptores de EL PAÍS. La banda, formada por Juancho (voz y guitarra), Gerbass (bajo) y Ruly (batería), llevaba una semana encerrada, ensayando los temas de Trece, su último disco, y otros clásicos del grupo que han incluido en el repertorio para su vuelta a los escenarios. “Estamos como niños esperando por los Reyes Magos”, confesó Juancho a los lectores del diario.

Su emoción la compartieron con los lectores y el periodista musical de EL PAÍS Fernando Navarro, en un encuentro que forma parte de las actividades exclusivas para suscriptores del diario y que empezó con Juancho cantando Modo avión. Lo hizo junto al pianista Sergio Valdehita, amigo del grupo que los acompañará en esta gira, y con “la solemnidad e intimidad” de la sala Gayarre del Teatro Real de Madrid. Siguieron con Caballos salvajes y, aunque no estaba previsto que tocasen más temas, a Juancho le supo a poco y pidió tocar una más, De película.

Tras la actuación, Sidecars al completo compartió una hora de charla con los suscriptores. Recordaron su anterior gira, en la que las mascarillas y el público sentado les dejó un sabor agridulce. Aunque en aquel momento, finales de 2020, muchos retrasaron sus trabajos, ellos decidieron salir. “No fue fácil”, reconoció Gerbass, que explicó cómo la energía no fluía de igual manera.

“Vamos a tener la gira que nos quitó el covid”, sentenció Ruly. Adelantó que han preparado un repertorio más extenso que nunca, pero también aclararon que no serán conciertos más largos de lo normal, sino que esperan “hablar poco” y que sean las canciones las que marquen el ritmo.

El concierto que darán en Madrid en diciembre puede traer sorpresas que ni el propio grupo conoce. Juancho aclaró que, al ser la casa del grupo, a veces “amigos o hermanos” —el vocalista es el hermano menor de Leiva— pueden autoinvitarse al escenario. Pero el líder de Sidecars incidió en que tratarán “con el mismo respeto” a todos los recintos, porque si Madrid es especial por ser su ciudad, otros recintos también los son por cuestiones diferentes, como por ejemplo no haber tocado previamente en ellos.

En este disco la banda se ha atrevido a introducir más cuerdas, pero trabajando las dinámicas para no saturar el sonido. Han experimentado con las texturas de las guitarras y eso ha dilatado el proceso de trabajo, lo que los llevó a estar grabando 21 días seguidos. Pero con ello han logrado su disco con más cuerpo. “El mejor y más maduro”, aseveró Navarro, tanto en sonido como en letras.

Aun arriesgándose con novedades, Sidecars sigue sonando a Sidecars. La esencia del grupo la definió Juancho: “Ninguno somos muy buenos músicos, pero en la mezcla de los tres hay algo que genera un carácter”.