Más vale bueno conocido: las series del otoño apuestan por valores seguros
En el gran año de la televisión, la industria busca rematar la temporada con grandes apuestas que no pudieron estrenar por culpa de la cuarentena
Es el año de la televisión. Frente al derrumbe de la industria cultural, la pequeña pantalla (u ordenador, tableta o móvil) ha resultado el único sector cuyas cifras no se han desplomado con el coronavirus. Bien al contrario, se han disparado. Este 2020 ha resultado ser un año de datos históricos de consumo, de fenómenos inusualmente grandes en ficción (Unorthodox, Hollywood, Mrs. America). Ahora la industria busca rematar el año con grandes apuestas que no pudieron estrenar en su momento por culpa de la cuarentena. Pero también con una incógnita: ¿hasta cuándo podrá mantener el sector este ritmo?
Lo que el virus se llevó
Mientras las normas de seguridad se recrudecían, los rodajes fueron escaseando y, para el 12 de marzo, Netflix había suspendido la filmación de todas sus series. Le siguieron Apple TV+ y Disney+. Las consecuencias de este parón se empezarán a notar en los próximos días, cuando no veamos buena parte de las producciones prometidas (entre otras muchas, las nuevas temporadas de Succession, Atlanta, Fargo y los regresos de Friends y Gossip Girl). Sí llegarán series rescatadas de otros momentos, sobre todo la esperada Patria de HBO España (27 de septiembre), que debía haberse estrenado en marzo. Y se suplirá la falta de grandes estrenos adelantando trabajos que parecían reservados para 2021, como la cuarta temporada de The Crown (Netflix, 15 de noviembre).
Desfile de nombres
Este cambio de estrenos ha provocado una inversión del orden tradicional del streaming, y si, en la primera mitad del año, coincidieron varias apuestas de mayor o menor tamaño (The Great, Podría destruirte), otoño será, por una vez, la temporada de la cosa segura. En las próximas semanas empezará un desfile de grandes nombres que iniciará Hilary Swank con Away (Netflix, 4 de septiembre), donde se imagina un primer viaje a Marte y, por supuesto, los fallos técnicos que se deben solucionar desde la Tierra (spoiler: se pronuncia la frase “Houston, tenemos un problema”). Jude Law sufrirá lo insufrible, llorará y gritará en The Third Day (HBO España, 15 de septiembre), un drama con toques de fantasía sobre un grupo de personas que llega, por separado, a una isla británica por la que sienten una atracción indomable. Hugh Grant y Nicole Kidman interpretarán a un matrimonio acaudalado y construido sobre mentiras que se irán desmontando en The Undoing (HBO España, 25 de octubre), un drama con un pie en el culebrón dirigido por Susanne Bier (Después de la boda, The Night Manager) y supervisado por David E. Kelley (Big Little Lies).
El creador es la estrella
Sin embargo, los nombres grandes de la televisión son cada vez menos sus intérpretes (que también) y más sus creadores. Varios de los grandes títulos del otoño vienen pegados al nombre de quien tuvo la idea, que puede ser Ryan Murphy (ver un poco más abajo) o Carlos Montero, de Física o química y de Élite, que se estrena ahora en la dirección con El desorden que dejas (Netflix, sin fecha de estreno), adaptación de su propia novela, ganadora del Primavera de Novela en 2016, un thriller en la Galicia rural (ya van varios en los últimos años: se puede hablar de un fenómeno galician noir). Álex de la Iglesia se estrena en el medio con 30 monedas (HBO España), igual que Luca Guadagnino con We Are Who We Are (HBO España, 15 de septiembre). El mexicano Roberto Caro, de La casa de las flores, se postula como principal atractivo de su nuevo proyecto, Alguien tiene que morir (Netflix, todavía sin fecha de estreno), que cuenta con Carmen Maura, Cecilia Suárez y Ernesto Alterio como protagonistas.
La rueda 2.0
El nuevo proyecto de Ryan Murphy es Ratched (Netflix, 18 de septiembre), y cuenta la vida de aquella perversa enfermera de Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975) antes de enfrentarse a Jack Nicholson: es una historia rodada al estilo Douglas Sirk, con música pastiche de Bernard Herrmann, con Sarah Paulson en el papel principal y Sharon Stone en uno secundario. Parecerá marciano experimentar con algo tan conocido, pero es una norma de la temporada. También Netflix contará la juventud de Kurt Wallander (3 de septiembre), donde el personaje de Henning Mankell, que en su día interpretó Kenneth Branagh, aparece como veinteañero. También los productores de La maldición de Hill House han reinventado la rueda: prolongarán su adaptación de Shirley Jackson mezclándola con el legado de Henry James, en la forma de La maldición de Bly Manor (Netflix, 30 de septiembre). Y en diciembre, Filmin despedirá también el año de Beethoven con una gran superproducción alemana (1 de diciembre) que cuenta la vida del genio de Bonn.
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