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Música flamenca para una epopeya

El nuevo disco del instrumentista Dorantes recoge su concierto para piano, orquesta y coral ‘La Roda del Viento’, compuesto para conmemorar la primera vuelta al mundo

Dorantes, durante una actuación en el festival Flamenco On Fire, en Pamplona en agosto de 2018. 
Dorantes, durante una actuación en el festival Flamenco On Fire, en Pamplona en agosto de 2018. IÑAKI PORTO (EFE)

La naturaleza conceptual de la obra, compuesta para conmemorar el V Centenario de la Circunnavegación de Magallanes y Elcano, determina la escucha del nuevo trabajo discográfico del pianista Dorantes, La Roda del Viento, que se estrenó como concierto en cinco movimientos hace casi dos años en la Bienal de Flamenco de Sevilla, ciudad responsable del encargo de su composición. La epopeya y los difíciles avatares que supusieron la hazaña de los navegantes impregna la composición e impone su condición épica por momentos, pero no solo. Dentro de los pasajes que recorren el histórico periplo, caben una multiplicidad de sentimientos y estados de ánimo que la música expresa de la misma forma que describe la fuerza y caprichos de la naturaleza. Vuelve así el músico a mostrar una amplia paleta expresiva y su conocida capacidad para transitar de la exuberancia al intimismo, manteniendo la tensión entre el tono épico y el lírico con momentos de tersa belleza.

Para afrontar tan complejo reto, Dorantes se pertrecha de compañías fundamentales: una orquesta de cuerda que refuerza y amplifica su discurso, una percusión eficacísima, y una coral que nos va guiando por los sucesivos estadios de la travesía con los versos de Casto Márquez. Y por supuesto, la herramienta fundamental: el flamenco, que es consustancial a su obra, una cultura a la que se muestra fiel, porque representa la herencia de sus mayores. Goza, además, el género de una gama de colores lo suficientemente amplia como para acoger todas las necesidades expresivas de la obra, con estructuras rítmicas, armónicas y melódicas que el autor, en funciones añadidas de director y arreglista de todo el conjunto, incorpora con la libertad que le da el conocimiento, una libertad que nunca desvirtúa la naturaleza original de los estilos.

Se escuchará así el aire de los tanguillos que, desde la percusión inicial, describen la ilusión de la partida con su alegre ritual de avituallamiento. Se irán sucediendo soleares y cantiñas, soleá por bulerías y unas bulerías tristes que transportan el miedo y la añoranza. Todo ello antes de la sublime seguiriya que el piano aborda con el sentimiento de una guitarra. Se trata de la expresión flamenca más jonda, que aquí subrayan cuerda y percusión para reflejar el dolor y la desolación de la guerra. El cante, sentido de forma lejana, deja el sello de la muerte en su quejío. La llegada a Sevilla, después de tres años de periplo, tendrá el sello rítmico de la propia ciudad.

La Roda del Viento. Dorantes. Coral Flamenca CfDH. Orquesta: solistas de la Real Orqueta Sinfónica de Sevilla. Flamenco Scultura.

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