Irene Solà: “Por ahora no tengo intención de escribir sobre lo que estamos viviendo”

Irene Solà (Malla, Barcelona, 1990) es una de las nuevas voces de las letras catalanas. Su segunda novela, Canto yo y la montaña baila (Anagrama), acaba de ganar el Premio de Literatura de la Unión Europea para España, después de haberse alzado con el Llibres Anagrama y el Cálamo.

Lleva ya unos cuantos premios con esta novela. ¿Le anima a escribir o le añade presión?

Me anima a seguir escribiendo e investigando.

En el libro tiene un papel destacado la naturaleza, aunque no precisamente de forma idílica. Visto lo que ha provocado un virus, ¿hemos de ser más temerosos con la naturaleza?

El libro quiere reflexionar, hacerse preguntas, sacudir el concepto de “naturaleza” e imaginar maneras de pensar y relacionarse con el mundo no solamente antropocéntricas. Antes de temerlo, creo que deberíamos repensar y replantearnos el concepto de naturaleza.

¿Qué le llevó a ser escritora?

La curiosidad.

¿Qué ha estado leyendo durante la cuarentena?

Mi año de descanso y relajación, de Ottessa Moshfegh; El nus la flor, de Enric Casasses; Orlando, de Virgina Woolf; El ruido y la furia, Luz de agosto y Mientras agonizo, de Faulkner; Boulder, de Eva Baltasar; Lectura fácil, de Cristina Morales; Saga de Nial, una saga isandesa del siglo XIII de autor desconocido, y Otoño, de Ali Smith.

¿Cómo cree que influirá esta situación en la literatura? ¿A usted, por ejemplo, cree que le va a influir?

Creo que todo lo que una vive, ve o escucha, alimenta y deja un pósito que en algún momento puede convertirse en material creativo. Pero también es verdad que por ahora no tengo intención de escribir o hacer ningún proyecto sobre lo que estamos viviendo.

¿Qué libro ajeno le gustaría haber escrito?

The Ice-shirt de William T. Vollmann, sobre todo por la investigación que acarreó.

¿Cuál no pudo terminar?

Mi lucha, de Karl Ove Knausgård.

¿Qué película ha visto más veces en su vida?

Probablemente la trilogía de El Señor de los Anillos, de Peter Jackson, y más recientemente American Honey, de Andrea Arnold.

¿Qué canción escogería como autorretrato?

So de pastera, de Tarta Relena.

Si no fuera escritora, ¿qué le gustaría ser?

Pues halcón.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

Supongo que depende de en qué sociedad estemos pensando.

¿A quién le daría el Premio Cervantes?

Me he quedado en la encrucijada de si responder la pregunta en broma o seriamente.