Blanca Li: “Es posible que esta situación cree un nuevo público para los espectáculos”
La directora de los Teatros del Canal de Madrid inaugura con una coreografía propia un espacio virtual de creación durante la cuarentena
Los Teatros del Canal de Madrid han creado una ventana en sus redes sociales para que la creación no se detenga durante la cuarentena por el coronavirus. Se llama La Cuarta Sala y exhibe piezas creadas en sus casas por artistas de diferentes disciplinas. Estrenada la semana pasada con una pieza de su directora, la coreógrafa y bailarina Blanca Li (Granada, 1964), han participado ya figuras como Antonio Najarro o Isabel Coixet.
Recomiéndenos algún espectáculo teatral que se pueda ver en vídeo durante la cuarentena. Hay muchísimos y muy buenos, no sabría cuál recomendar, depende de lo que a uno le guste. Creo sobre todo que es un momento maravilloso para que gente que nunca tiene la posibilidad de ir al teatro pueda descubrir este mundo fantástico y tenga deseos, una vez que todo esto pase, de ir a ver espectáculos. Es posible que esta situación que estamos viviendo cree un nuevo público para el mundo del espectáculo.
En lugar de ofrecer espectáculos pasados durante la cuarentena, los Teatros del Canal han optado por impulsar nuevas creaciones. ¿Pueden surgir nuevos formatos de esta crisis?
Yo creo que sí, van a surgir muchas cosas de esta crisis, sobre todo nuevas maneras de comunicarnos. También nuevas maneras de descubrir la cultura y, por qué no, nuevas maneras de crear.
La pieza que usted ha creado es una coreografía para una mano. ¿Qué le inspiró?
Los bailarines trabajamos cuidadosamente cada parte del cuerpo, todo es importante, cada detalle. Las manos son quizás la parte más expresiva del cuerpo y son muy importantes en mi lenguaje coreográfico. Y en una pieza audiovisual, el realizador puede concentrar la mirada del espectador en detalles que a veces en un escenario son difíciles de mostrar. El cine me gusta mucho para la danza, es un lenguaje completamente diferente del escénico.
¿Cree que esta situación va a verse reflejada en sus próximas coreografías?
Seguro que sí, yo creo que todos los creadores van a verse influenciados de una manera u otra con lo que está pasando. Habrá un antes y un después.
¿Y en sus decisiones como directora de un teatro? ¿Cree que el público querrá ver pronto sobre el escenario obras que le hablen de esta crisis o preferirá evadirse?
Creo sobre todo que nada reemplaza la experiencia de un espectáculo vivo, la emoción y las sensaciones que recibimos cuando estamos juntos en una sala frente a los artistas, eso es irreemplazable. Pienso que el público valorará aun más poder ir a ver un espectáculo después de esta experiencia, al no tenerlo nos damos cuenta de lo importante que es.
Un libro adecuado para el confinamiento…
Muy en el contexto: La peste, de Albert Camus; Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago, o La montaña mágica, de Thomas Mann.
¿Y una película?
Musicales para olvidar el mundo real: Un americano en París, de Vincente Minnelli, o Las zapatillas rojas, de The Archers.
¿Qué le llevó a la danza?
La pasión por el movimiento. No puedo vivir sin bailar, es mi manera de hablar, de contar, de expresar lo que siento.
¿Qué obra coreográfica ajena le habría gustado firmar?
Adoro El rito de la primavera, de Pina Bausch, y L'après-midi d'un faune, de Nijinski.
Si tuviese que usar una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?
Hay tanta música maravillosa… pero me identifico mucho con la música de finales del siglo XIX y principio del XX: Stravinsky, Albéniz, Granados, Falla, Ravel, Debussy, Satie, Fauré...
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
No me gusta ver las películas dos veces.
¿Qué está socialmente sobrevalorado?
Los seguidores en Instagram. En las redes sociales en general.
¿A quién le daría el Premio Nacional de Danza?
A Rafael Bonachela, coreógrafo y director artístico de la Sydney Dance Company, y a Tamara Rojo, directora del English National Ballet.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.