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Columna
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Unas risas

El humor no es uno, ni siquiera trino, es múltiple y diverso. Hay telediarios que son una apología del humor absurdo

Ángel S. Harguindey

Los geniales Tip y Coll solían incluir la frase “la próxima semana... hablaremos del Gobierno” en sus programas televisivos. José Mota acorta los tiempos en Hoy no, mañana (La 1), el programa de humor presentado por ese estajanovista de la voz en off y la promoción que es Santiago Segura y dirigido por el primero. Se acorta el tiempo y el talento, dicho sea sin acritud.

“Ahora mismo, en el ‘prime time’ hay programas que hacen risa, pero no hay programas de humor”, explicaba Segura en una rueda de prensa. Claro, que el humor no es uno, ni siquiera trino, es múltiple y diverso. Hay telediarios que son una apología del humor absurdo, repletos de cantantes calvas y de diálogos inconexos entre personajes que están físicamente cerca pero no llegan a comunicarse de forma efectiva. Basta con ver y oír los encuentros entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias o ese ménage à trois vergonzante de las derechas.

Parodias de Carmena y sus caídas, de la tumba de Franco, de la llegada de Colón a América, del I Want to Break Free de Queen, o de la potencia procreadora de Julio Iglesias, o de Bertín Osborne. Humor grueso sin llegar a Manolita Chen, referencias al cine y la televisión más populares, un hipotético repaso a la actualidad con la comedia como herramienta y con ramalazos de lucidez con un equipo curtido en mil batallas.

No son las empanadillas de Encarna, ni el vaso de agua, verre d'eau, de los citados Tip y Coll, o los consejos de Omaita, pero aguantan el tirón: un promedio de 1.202.000 espectadores siguió el debut del programa, que alcanzó el 10% de cuota, superado, eso sí, por Mi casa es la tuya: Shaila Dúrcal. Así es la vida.

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