Las exposiciones del año: artistas y comisarios seleccionan sus favoritas
Paul B. Preciado, Manuela Mena, Antoni Muntadas, Joan Fontcuberta, Tania Bruguera, Cuauhtémoc Medina, Chus Martínez y Maribel López repasan los hitos del año
PAUL B. PRECIADO (Filósofo y comisario)
1. Banu Cenetoglou: The List (Bienal de Liverpool). La artista publica la lista, elaborada con la ayuda de la asociación UNITED for Intercultural Action, de los migrantes, refugiados y demandantes de asilo político que mueren cada día intentando cruzar las fronteras de Unión Europea desde 1993. Aunque el proyecto comenzó en 2007, este año adquirió visibilidad especial cuando la lista impresa sobre pósters en las calles de Liverpool fue destrozada por grupos neonacionalistas. La lista no es para Cenetoglou ni una obra de arte ni un proyecto activista, sino la simple acción de dar testimonio de lo que está ocurriendo. Documento legal y ritual de duelo, no es en sentido estricto una obra de arte y por tanto no puede ser ni vendida ni firmada.
2. Adrian Piper: A Synthesis of Intuitions, 1965-2016 (MoMA, Nueva York 2018). Un recorrido por seis décadas de trabajo de la artista Adrian Piper, desde sus pinturas inspiradas en la experimentación con drogas, pasando por sus performances pioneras de la crítica de las jerarquías sociales sexuales, de género o raciales, hasta sus trabajos escultóricos, lingüísticos, sus instalaciones, sus videos, sus talleres musicales... Excepcional posibilidad de ver reunida la obra de una de las artistas más extraordinarias y complejas de nuestro tiempo.
3. Jean Prouvé: Architecte des jours meilleurs (LUMA Arlés). Creador de la arquitectura desmontable y experimentador de nuevas formas de habitar, Jean Prouvé (1901-1984) fue eclipsado por otras figuras del movimiento moderno que eligieron la rentabilidad fácil del hormigón armado en detrimento de los materiales más nobles. Esta excepcional exposición incluía, junto con numerosos documentos y audiovisuales, 12 estructuras originales prefabricadas concebidas por Prouvé entre 1939 y 1960 y reconstruidas dentro y fuera de las paredes de la Fundación LUMA. La definición del arquitecto, según Prouvé, como un artesano del espacio social que debe someter al diseño industrial a un imperativo ético y estético y su idea del “derecho a un hábitat” para las clases populares, migrantes y refugiados muestran que Prouvé está llamado a hacernos olvidar a Le Corbusier.
4. Gabriele Münter en el Louisiana Museum de Dinamarca (actualmente la exposición puede verse en el Ludgwig Museum, Colonia). Primera gran retrospectiva de la obra de Gabriele Münter (1877–1962), fundadora junto con Wassily Kandinsky, Franz Marc, Lyonel Feininger del grupo expresionista Der Blaue Reiter. Hasta ahora simplemente conocida como “la novia de Kandisky”, Münter aparece como una pintora y fotógrafa clave para entender el movimiento modernista. De nuevo es terrible comprobar que las mujeres artistas, aunque más prolíficas y singulares que muchos de los genios masculinos de renombre, siguen estando borradas de la historia del arte.
5. 50 años después de 50 años de la Bauhaus (Württem bergischer Kunstverein Sttutgart). Los curadores Iris Dresler y Hans D. Christ firman una exposición manifiesto en la que la genealogía política de la Bauhaus es revisada de la mano de múltiples artistas contemporáneos, revelando las conexiones entre los proyectos artísticos del famoso movimiento alemán, el nazismo, la cultura militar o el colonialismo. Destacan las obras de Daniel G. Andújar, Yochai Avrahami, John Barker / László Vancsa, Yvonne P. Doderer, Ines Doujak, Dmitry Gutov / David Riff, Alexander Kluge, Mona Mahall / Asli Serbest, Vincent Meessen, Kaiwan Mehta, Mateusz Okowski o María Salgado.
6. Miguel Benlloch: Cuerpo Conjugado (CICUS, Sevilla). Desaparecido este año 2018, Miguel Benlloch fue, desde finales del franquismo, un inventor de las prácticas de experimentación de género y sexual que luego vendrán a caracterizarse como queer. Pasivista (más que activista), pacifista, apátrida y feminista, Benlloch desarrolló una práctica performativa y poética que más que servir de bandera a una política de identidad ponía toda identidad en jaque. La importancia de Miguel Benlloch en el establecimiento de una gramática y una estética de las prácticas artistas de disidencia de género y sexual en el Estado español fue tal que esta última exposición, comisariada por Mar Villaespesa, no era sólo un recorrido por la obra del artista, sino una cartografía de la emergencia de las prácticas campceptualista en el Estado español.
7. Guillermo Gómez Peña: Mexican (IN)documentado (Museo de Arte Moderno, Ciudad de México, 2018). Aunque parezca imposible, fue en 2018 cuando México dedicó una primera exposición monográfica a Guillermo Gómez Peña, uno de los artistas contemporáneos mexicanos más influentes del contexto internacional. Entre autobiografía geopolítica y contrahistoria anticolonial, la muestra explora las prácticas performativas, rituales, literarias y audivisuales a través de las que el Border Brujo ha elaborado una de las críticas más agudas del estado-nación y de los procesos de exclusión y absorción de migrantes.
8. Tianzhuo Chen: An Atypical Brain Damage. La gira por Europa del artista de Pekín Tianzhuo Chen con An Atypical Brain Damage permitió descubrir su obra performativa que hibrida la ópera china, la cultura queer, el butoh o el hip-hop. En este caso, Chen reúne al colectivo parisino The House of Drama y al bailarín chino Beio para crear una obra teatral sin paredes en la que el público participa en la creación de una instalación multimedia total.
ANTONI MUNTADAS (artista)
La exposición de Alexander Kluge, en La Virreina y la Fundazione Prada, supone la recuperación de un pensadore de imágenes fundamental. La de Tintoretto en Venecia ha sido un gran esfuerzo por unir gran parte de su obra difícilmente dispersa. Alterazioni Video Incomputo Siciliano, especialmente interesante como proyecto de archivo de las ruinas de la contemporaneidad, estuvieron presentes en Manifesta 12. La forma del agua, película de Guillermo del Toro, pasa de una sensibilidad fílmica a un narración personal para crear una metáfora potente. Me he detenido en dos libros, Ingannare il tempo, de Bruno Munari, y Cutting Matta Clark.The Anarchitecture Project, de Marrk Wigley, así como en los artículos de Rogelio López Cuenca en Babelia. Y de Qiu Zhijie en el Eindhoven Museum me guardo su ficción conceptual de mapas imaginarios trasladados a la pintura.
MANUELA MENA (Conservadora del Museo del Prado)
1. La fuente de la Gracia está en el Museo del Prado desde 1868, pero al menos desde 1459 en España, cuando la donó al monasterio jerónimo del Parral (Segovia) el rey Enrique IV de Castilla. Desde muy joven, en mis visitas al Prado, me llamó la atención profundamente esta excepcional tabla flamenca, relacionada con Van Eyck, por la locura de su extraordinaria arquitectura y la naturalidad en la fusión del mundo real con el mundo imaginado de la religión, pero sobre todo por el terrible mensaje de la parte inferior, que allanaba el camino a la expulsión de los judíos en 1492. A la izquierda, el grupo de los poderosos jerarcas cristianos me parecía que anticipaba en 500 años el Holocausto o que encarnaba esa idea de superioridad absoluta que siempre ha tenido Europa frente a quienes proceden de otras partes del mundo. La limpieza de la tabla a lo largo de 2018 y su reciente exposición monográfica al público suponen un hito en la recuperación de una pintura oscurecida por el tiempo, ahora resplandeciente por la recuperación de su colorido original, que adquiere además, en el revuelto mundo actual, una nueva dimensión.
2. Delacroix (1798-1863), exposición celebrada este año en el Louvre y en el Metropolitan Museum en Nueva York, es uno de los hitos en la presentación del gran artista francés del siglo XIX por el éxito de su más de medio millón de visitantes en París, casi a la altura del mítico Leonardo hace unos años, y por la calidad de su catálogo, de incuestionable seriedad científica, pero atractivo en su información para un amplio número de personas. Las más de 150 obras presentadas entre pinturas, dibujos y estampas, retoman el mejor concepto expositivo para desvelar a un artista: el cronológico. Es también el más difícil, porque sus autores deben de ser brillantes, saber de qué están hablando y conseguir ese hilo conductor, como en este caso, que lleva al visitante de la juventud a los años finales (los artistas nunca son viejos) de un artista. En Delacroix, se desvelan sus hallazgos como las sorpresas a las que él mismo se enfrentó en su vida, entre ella y muy temprano Goya, y que le sirvieron para interesarse en nuevos asuntos, o sus avances compositivos que llegaron a las generaciones posteriores, desde Manet a Picasso. El equipo que ha concebido la exposición ha logrado evidenciar, además, la indestructible coherencia del pensamiento de Delacroix del principio al fin, reservada solo a los grandes maestros.
3. Mantegna and Bellini (Londres, National Gallery-Staatlichemuseen zu Berín), aún en la National Gallery de Londres, se me antojaba un acontecimiento de excepción por mi pasión personal por el Renacimiento y la Antigüedad clásica, por la luz y la atmósfera únicas de Venecia, aunque me dejó dudosa de lo que me iba a encontrar una crítica inteligente en un periódico inglés, al día siguiente de la inauguración, que comenzaba con humor, parafraseando a Dante, ¡Dejad toda esperanza los que aquí entréis sin un doctorado! Los dos grandes artistas del siglo XV, uno en Venecia y otro en Mantua, enlazados por el matrimonio de la hermana de Bellini con Mantegna, aparecen efectivamente analizados con extremado rigor académico, que contrasta con la expresiva presentación de Delacroix mencionada antes. ¡Adiós cronología, adiós pasión, adiós sorpresas! La tesis doctoral sirve, desde luego, en este caso, para encontrar el camino propio de búsqueda —tal vez y siguiendo con Dante perdido para otros que bien podrían “encontrarse en una selva oscura, habiendo perdido el camino seguro”—, así como las relaciones soñadas y las diferencias profundas de estas dos personalidades enfrentadas por su propio valor e independencia artística. Vivieron ambos en el inicio glorioso de un tiempo, en Italia, pero también en el resto de Europa, que buscaba a Platón y ponía su interés en la belleza y la medida del arte clásico, que abandonaba los fondos dorados y miraba libremente a la Naturaleza, al paisaje tanto como a la belleza de los cuerpos, y a la búsqueda de la individualidad de hombres y mujeres. Eso sí, un consejo, si son españoles de talla media, necesitan entrar con zancos: pinturas y dibujos, cuelgan del techo, pero cuando se logra llegar hasta ellos, ¡el esfuerzo merece la pena!
4. Picasso. Rose et bleu (Musée d’Orsay y Musée National Picasso-Paris-Fondation Beyeler, Basilea). ¿Resulta difícil concebir el éxito de una exposición sobre Picasso? No. Sin embargo, parece que ya lo hemos visto todo, que no nos van a contar nada nuevo, nada que no sepamos. Ante la arrolladora bibliografía sobre su arte, el arte del tercero de los artistas españoles que han roto de verdad las fronteras junto a Velázquez y Goya, parece que no hay mucho que decir, pero no es así. El enfrentamiento en directo con sus obras, en este caso las que van de 1900 a 1906 y que se sitúan antes de la determinante ruptura cubista, tan admirada, provoca el desconcierto y el asombro por el evidente carácter revolucionario de lo que se ha visto como sentimental, el período rosa, o efímero y perecedero, el azul. Sin embargo, el conjunto casi al completo de esta pintura de Picasso es extraordinario y excepcional en su profunda complejidad, en la evidente faceta revolucionaria de un artista que presenta dolorosamente el mundo de los marginados, de los desheredados de la tierra, que enlaza con naturalidad con los ideales del comunismo que hacia su entrada en Rusia. El Cubismo aparece ahora ante estas pinturas impactantes como algo intelectual, casi podría decirse que ajeno al temperamento de este Picasso joven, de quien ahora se hace evidente que en sus años tardíos retomó esa pintura profundamente humana y expresionista de la que nos conmueve el miedo, la desesperación y la melancolía que reflejan un tiempo en crisis.
5. Dadá ruso 1914-1924, que tuvo lugar a lo largo del verano en el Museo Reina Sofía, ha sido sin duda una de las exposiciones más interesantes celebradas en Madrid durante 2018. Curiosamente, y sin que tuvieran nada que ver la una con la otra, coincidió durante un tiempo con The Russian Avant-garde. Dreaming the Future through Art and Design, en el Sabanci Museum de Estambul, en la que, a las expresiones artísticas de pintura, fotografía, dibujos y escultura, se integraba con un alto nivel de excelencia y gusto exquisito en la selección de las obras el diseño y las artes decorativas. Todo ello tuvo un importante papel en la aplicación de ese movimiento de ruptura revolucionaria, y artística, en lo político, y soñaban esos artistas, como también lo evidenciaba la exposición en Madrid, con el poder del arte como palanca de transformación de la sociedad. Mientras que en España la admirable presentación de esos artistas y sus propuestas no suponía un reto a la sociedad actual, ni un peligro para sus organizadores, en Estambul, su presentación supone un acto de valentía admirable en la presente situación política. En Madrid, la exposición, provocaba el lento avance de una sala a otra, el detenerse en cada una de las obras, sentarse ante los vídeos, admirar la profunda sensibilidad de los creadores —Malevich, uno más entre tantos otros—, y su ensueño de un futuro que el paso del tiempo nos ha revelado con profundo pesimismo como perdido de antemano.
6. Parsifal, la última ópera de Wagner en la que había trabajado durante más de veinte años y estrenada en 1882, ha sido presentada en Múnich este verano en la Bayerische Staatsoper-Nationaltheater bajo la dirección de Kirill Petrenko, un elenco de cantantes del máximo nivel y la dirección escénica de Pierre Audi. Ha contado, sin embargo, con algo excepcional, la visión del gran artista alemán George Baselitz para situarla en un espacio distinto al ideado hasta ahora en otras representaciones más optimistas de esa creación wagneriana. Grandes dibujos en blanco y negro, sus composiciones de figuras invertidas que retoman la idea medieval, europea, del mundo al revés, la oscuridad del espacio y las vestiduras grises de los protagonistas o los desnudos completos de los guerreros que acompañan al héroe en su búsqueda del Santo Grial, producen un escenario terrible, apenas cambiante, de una belleza suprema y angustiosa, que induce a la reflexión y a sumergirse con todos los sentidos durante casi cinco horas en la excelsa, cautivadora y poderosa música de Wagner. El ideal del Santo Grial, que recorre Europa en la Edad Media, entendido por Wagner como una reflexión interior y realzado por Baselitz en su presentación de una sociedad envejecida. Esa visión terrible de Europa que se trasluce del arte de Baselitz, se enfrenta a otra importante manifestación artística que ha tenido lugar este otoño en Londres, cuando el oratorio de Benjamin Britten, el oratorio de Benjamin Britten, War Requiem, compuesto en 1962 para la catedral de Coventry destruida por un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial, se ha presentado por primera vez en forma de ópera por la English National Opera, en la sugestiva decoración, mezcla de fotos y vídeos, de otro artista alemán, Wolfgang Tillmans. Unas y otras manifestaciones, todas las que he recogido aquí, parecen avisarnos de la incierta situación actual de Europa.
JOAN FONTCUBERTA (Artista)
1. El gran río (Círculo de Bellas Artes, Madrid). De las múltiples exposiciones conmemorando medio siglo desde el clímax del 68, esta audaz propuesta sobrepasaba el hecho histórico para, de forma documentada y pedagógica, contribuir a pensar hoy el conflicto y la legitimidad de la revuelta.
2. On Abortion, Laia Abril (Editorial Dewi Lewis). Magnífico trabajo de narrativa documental que aúna periodismo creativo con una gran inteligencia visual. La publicación ha merecido en Paris Photo el premio al mejor libro fotográfico del año.
3. Artistes et robots (Grand Palais, París). En una era en que los algoritmos y la inteligencia artificial desplazan al ojo en el acto de ver, esta ambiciosa selección de artistas multidisciplinares mostraba tentativas de “purgar” la imparable automatización de las imágenes.
4. Región (Los relatos). Cambios del paisaje y políticas del agua (Fundacion Cerezales Antonino y Cinia y MUSAC, León). Una polémica pero imprescincible idea curatorial que seguramente asustaba a las grandes instituciones museales, proclives a tratar temas sensibles ajenos pero a esquivar los propios. De las pomposas inauguraciones de pantanos a los artistas metiendo el dedo en la llaga y en el embalse.
5. Le livre d’image, de Jean-Luc Godard. Godard siempre es Godard, radical y contradictorio pero siempre genial. Este ensayo, que mereció la Palma de Oro especial en Cannes, es un collage de imágenes, sonidos y citas que convoca los horrores de la historia reciente, del holocausto al terrorismo, haciendo un experimento con el papel de la imagen, desde el cine al teléfono móvil.
6. Teoría de la retaguardia, de Iván de la Nuez (Editorial Consonni). El subtítulo es elocuente: “Como sobrevivir al arte contemporáneo (y a casi todo lo demás)”. Un surtido de ideas desacralizadoras, provocativamente rozando lo apocalíptico, desplegadas con una brillantez argumentativa marca de la casa que nos insta a visitar la creación actual preponderante con otra mirada.
7. Planta (Fundación Sorigué, Balaguer, Lleida). Ambiciosa iniciativa emprendida por una generosa entidad privada que plantea espectaculares instalaciones artísticas (de momento, una de Juan Muñoz y otra de Anselm Kiefer). Ojalá su ejemplo cundiera…
8. Control. On Politics, Money and Power (Hamburger Kunsthalle, Hamburgo). La paranoia de la seguridad y la vigilancia ha dado lugar a muchas interpretaciones expositivas. En este caso se presentaban artistas desenmascarando la represora mirada del Gran Hermano como confluencia de poder económico y político, y destacaba una impresionante video instalación de Richard Mosse.
CHUS MARTÍNEZ (Directora del Instituto de Arte de la FHNW academy of art and Design de Basilea)
De este año destacaría positivamente la cantidad de voces que se alzan a favor de la paridad de genero —textos, ciclos de conferencias e iniciativas de todo tipo—, que se suman a un interés también creciente por un lenguaje nuevo para abordar naturaleza, relación tecnológica e inteligencia social en una época tan negra. He seguido de forma intensa la programación de la Fundación Cerezales, delicada, constante, mostrando el trabajo de artistas importantes en un contexto mas importante aún, el campo. Otro lugar de referencia en este sentido es Flora, en Bogota, un lugar de residencias que organiza y da difusos de un modo que permite hacerte amigo aunque estés lejos. Destacaría el interés de muchos por escuchar la gran proliferación de series creadas por artistas y pensadores en formato audio, como esnorquel.es, de Sonia Fernandez Pan, que acercan las voces y las ideas a nuestros oídos de un modo conmovedor y elocuente. Otra institución de la que destaco la totalidad de su programa es Savvy en Berlin. No se puede destacar un evento porque la naturaleza del programa es su forma de abordar la posible o imposible descolonización del mundo y las cuestiones de genero. Como exposiciones, Beatriz Gonzales, por María Inés Rodríguez en el Museo Nacional Reina Sofia, y Adrian Piper, ideada básicamente por ella misma en el MoMA. Los libros de este año siguen dos ejes, los que se esfuerzan por pensar en qué puede hacerse desde la izquierda (Comunist Anonymous, editado por Joshua Simon e Ingo Niermann dentro de la serie de Sternberg Press Solutions) y otros que piensan la inteligencia desde las plantas, como The Life of Plants, de Emanuele Coccia.
TANIA BRUGUERA (Artista)
Uno de los eventos artísticos más importantes del año es la unión de los artistas cubanos en contra del decreto 349, que pretende legalizar la censura artística y penalizar con multas y decomiso a quien ose ignorarla. De ahí un proyecto como For Freedom, donde 50 artistas realizan vallas publicitarias con mensajes activistas y sociales. En el MOMA, las muestras Judson Dance Theater y Charles White nos recordaron aquellos tiempos donde los artistas eran más inocentes porque el arte no se hacía para las grandes instituciones. De la segunda, disfruté al descubrir un eslabón perdido del arte afroamericano, lo cual me dejó con una sensación de injusticia. La de Annie Albers en la Tate Modern de Londres es una de las exposiciones más bellas que he visto en mucho tiempo. Y entre los descubrimientos, está el trabajo comunitario en Bangladés de Shahidul Alam.
CUAUHTÉMOC MEDINA (Comisario jefe del MUAC)
1. La publicación de Andrea Fraser 2016 in Museums, Art and Politics (Cambridge Mass., The MIT Press, 2018). En un centenar de páginas y con una profusión de gráficas de pie y estadísticas, Andrea Fraser puso a examen la intersección entre el dinero que es donado a 128 instituciones artísticas en Estados Unidos y los donativos que los patrones de esas instituciones dieron a los partidos politicos durante la contienda electoral de 2016, cuando Donald Trump fue electo. Como Fraser argumenta en esta investigación que tiene la forma, y la escala, de un directorio telefónico, el origen de la investigación fue el horror de la artista de descubrir que algunos de los patrones de organizaciones culturales para las cuáles ella había trabajado, habían apoyado significativamente el surgimiento de la nueva derecha americana. Además de mostrar que las contribuciones a instituciones culturales no son tan “liberales” como supone la opinión pública, Fraser muestra que los consejos de los museos sirven también como lugares de encuentro y concentración de la relación entre política y dinero como consecuencia de la creciente plutocracia que domina no sólo al mundo, sino al campo cultural.
2. La exhibición Counterinvestigations de la agencia Forensic Architecture en el ICA de Londres, y su nominación para el Turner Prize de 2018 tanto por esa muestra como las exposiciones en MACBA, MUAC y Documenta 13, que bien pudiera ganar el 4 de diciembre. La prominencia que Forensic Architecture ha tomado en nuestra comprensión del estatuto de la cultura estética contemporánea, aparece como un desafío a la tradición de ineficacia social y epistemológica de lo estético, y una reconsideración del rol de las instituciones y formas de la cultura y sensibilidad. Entre otras cosas, Forensic Architecture representa la posibilidad de una estética con las más amplias consecuencias políticas, que no recurre en absoluto al principio de empatía o escándalo, sino que busca invertir la relación de poder entre los ciudadanos y los gobiernos en la capacidad de investigar la violencia de Estado.
3. El libro de ensayos de Gina Cebey Arquitectura del fracaso. Sobre rocas, escombros y otras derrotas espaciales (México, Secretaria de Cultura-Fondo Editorial Tierra Adentro, 2017). Mediante una serie de investigaciones tanto eruditas como sensibles sobre edificaciones y espacios urbanos en México, Cebey explora el rol de la arquitectura en la imposición de la modernización mexicana, y su condición de testimonio sobre el fracaso consecutivo de su instrumentación. Es un libro excepcional donde coincide la imaginación literaria y la precisión del historiador, en una visión abarcadora de la ruina de la modernidad que va más allá de las edificaciones, para abarcar las grietas que constituyen a la sociedad en su conjunto.
4. Muestra de Lu Yang Encephalon Heaven, en M WOODS en Pekín, China, de Diciembre 2017 a Febrero de 2018. Una presentación total de los diversos proyectos de una joven artista china que pone en marcha una máquinaria enloquecida de imágenes postgóticas, que emergen de la hibridación tumoral de toda clase de religiones orientales, paranoias tecnólatras y psiquiátricas y utopías metatecnológicas. Lu Yang, quien además de ser artista es un personaje influyente en las redes chinas y japonesas, produce en este muestra una constante saturación sensible, iconográfica y espiritual, que apunta a la búsqueda de nuevas visiones de metamorfosis y construcción de la subjetividad.
5. Exposición Like Life. Sculpture, color and the body (1300-now) en el Met Breuer en Nueva York, era una muestra que no sólo rompía con las convenciones temporales del arte contemporáneo y antiguo, sino que ofrecía toda una deriva de interpretaciones sobre las múltiples funciones de la figura en la producción de objetos y esculturas en el último milenio. La muestra estaba animada por la intuición de entender a la escultura como un arte de la producción de objetos no-muertos, como un ejercicio de múltiples tácticas para conseguir el efecto de falsa vida de “lo siniestro.” Por momentos esta conversación imaginativa de escuelas, periodos y estilos se asemejaba a una inmensa instalación de Mike Kelley, quien en muestras como The Uncanny también recurrió al modelo de crear un museo hipertrofio para vencer la pasividad del objeto.
6. Dawn Breaking, de Yan Fudong (Long Museum West Bund, Shanghái, marzo-junio 2018). Yan Fudong llevaba casi una década planteándose hacer una serie de obras usando los espacios de exhibición de un Museo como sets para una película. El primer capitulo de ese proyecto no podía ser más ambicioso. Dawn Breaking se sitúa en la dinastía Dong para explorar la doble trama de las conjuraciones políticas y afectivas en la corte, en un momento particularmente boyante de la historia de China. Yan ha construido una serie de sets históricos para filmar las escenas de su film con actores famosos, y luego va presentando las secuencias resultantes en pantallas individuales que refieren a citas a Nietzsche en torno a la relación entre deseo, poder y conceptos sociales. La espectacularidad de la producción no oculta del todo que Fudong probablemente construye una alegoría de la política contemporánea de su país, definido también por la intersección de riqueza y poder dinástico.
7. Eternal Now, de Kadder Attia. Intervención in situ en el antiguo Hospital de las Fuerzas Militares de Gwanju, Corea del Sur. Comisionado por la 8ª Bienal de Gwangju en Corea. En medio del abandono de un hospital militar que tuvo un rol siniestro en la represión del movimiento democrático coreano, Kader Attia ha intervenido todo un pabellón con una serie de vigas antiguas de casas tradicionales, que ha instalado en los cuartos en penumbra como si fueran testigos y estelas. Ocasionalmente, Attia ha intervenido las vigas con reparaciones de grapas metálicas, para crear una evocación de la herida. Las perforaciones que sirvieron para articular estos troncos tallados a otras piezas del techo y paredes enfrentan al espectador como perforaciones corporales: ojos y bocas siniestras invitando a un diálogo silente. En medio de una bienal demasiado extendida física y conceptualmente para dejar una imagen unificada, las esculturas de Attia generaban un relato de fantasmas difícil de suprimir de la memoria, que se complementaba con la compleja instalación Shifting Borders, 2018, consistente en sillas con prótesis de piernas y videos explorando las heridas de la historia de la modernización de Corea del Sur, en relación a la supresión del animismo de las creencias tradicionales.
8. Songs for Disaster Relief Tour, de Samson Young (M+ Pavillion, West. Hong Kong). Tomando como punto de partida la memoria de los temas musicales de eventos de caridad global del cambio de siglo, Samson Young creó una muestra de instalaciones visuales y sonoras que parte del malentendido entre propósitos sociales y consumismo musical. El centro de la muestra Young localizó una de las obras más ambiciosas de sus series silenciadas (Muted series): la interpretación de We are the world por parte del Coro de la Federación de Sindicatos de Hong Hong, donde los cantantes suprimen por entero la sonoridad de la voz para dejar tan sólo el sonido seco de una poderosa disponía.
MARIBEL LÓPEZ (Codirectora de Arco)
Elements of Vogue en el CA2M dio voz y cuerpo a artistas en Madrid que descubrieron que querían ser vistos y escuchados. No es poco logro para un museo. El paso de David Bestué por el Reina Sofía fue una especie de sonda que viaja en el tiempo y una exposición que permitió que le viéramos bastante desnudo. De Bruce Nauman en Schaulager me quedo con su investigación obsesiva, errática por momentos y delicada en otros, y añado la muestra de Teresa Solar Abboud en Basilea, porque ver a una artista joven española en ese epicentro artístico es energía proyectada para todas. Preciosa y misteriosa es la muestra Lua Cão en La Casa Encendida. Este año es el de la pérdida de Ursula K. Le Guin, pero para mí de su obsesión. El documental Wild Wild Country ha sido el viaje del año. Y el bar Gris, ese lugar de Madrid que genera una burbuja de comunidad.
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